Uno

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Dean cerró sus ojos y respiró profundamente. El aroma de cuero del Impala llenó sus fosas nasales. Rápidamente se alejó de Cas. No lo podía creer.

Tenía que calmarse. Lo que había pasado no era para tanto alboroto. Solo un beso.

Dean sintió como el ángel a su lado se movía. Su mano se posicionó en el hombro de Dean.

-Dean, no tienes de que preocuparte, a-a mi no me molesta- Cas susurró

Dean sacudió su cabeza. Sus ojos ardían. Maldición, no podía estar pasando esto. No podía.

-¿Dean?- la voz de Cas sonaba preocupada

-dejame Cas, e-estoy bien-

-no, no lo estás... dime que pasa, sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras-

La voz del ángel sonaba tan tranquila, tan reconfortante.

Dean suspiró y apoyó su cabeza en el volante del auto.

-no debería haber hecho eso, no puedo hacerte eso a ti- su voz era apenas audible.

-¿hacer qué?-

Dean rió con una sonrisa triste, maldito ángel y su maldita inocencia.

-no puedo ilusionarte con algo que no puedo darte-

-¿el qué?... ¿amor?- el ángel suspiró -yo sé que tu me quieres, y bueno, supongo que tu sabes que yo también te quiero... no necesitas decirlo si no quieres, está bien... podemos ser lo que quieras-

-¿en serio?- la voz de Dean tembló

-por supuesto- la sonrisa del ángel dispersó todas sus inseguridades, se acercó despacio y junto sus labios suavemente.

Cas sonrió mientras las manos de ambos se elevaban para acariciar al otro.

Dean sonrió porque por fin podría tener a su ángel.

Feather Words [destiel one shots]Where stories live. Discover now