Capitulo 3

14 0 0
                                    

Abrió la puerta de madera algo ya vieja, pero en buena condición y entro al apartamento. Un par de zapatos regados en la entrada estaban a la vista junto con un par de suéteres y calcetas. El estante de los zapatos no estaba en completo orden pero no estaban regados por donde quiera. La sala consistía en un juego de tres piezas y una mesa de vidrio en el centro frente a la chimenea. Un par de fotografías que logro recuperar de su antiguo hogar que posaban en unos cuadros de madera sobre la chimenea junto con un par de figuras de porcelana de la colección de su madre. Una cobija yacía sobre uno de los sillones en los cual ella dormía en ocasiones cuando memoria de sus padres vienen a ella.

En la mesa de centro hay un par de tazas de café sin terminar y un par de platos de la cena anterior sin terminar y un par de papeles donde ella había estado anotando cosas. La cocina era pequeña pero lo suficientemente grande para ella. Un par de trastes limpios estaban en el trastero y solo un vaso que hacia un par de horas tenia leche estaba vacío a un lado. No es que el apartamento estuviese siempre así, eso estaba así un par de días. No hacía mucho que le habían informado de su transferencia y eso a ella le llego en mal momento. Esa tarde por fin había encontrado los cuerpos de sus padres, bueno el lugar donde habían sido enterrados. El hecho que cada vez que cerraba sus ojos, sus recuerdos de ese día pasaban frente a ella como una película que por más que tratara en no verla le era imposible.

Al entrar se quitó sus zapatos y los dejos en la entrada. Sintió un gran alivio al removerlos ya que casi no estaba acostumbrada usar ese tipo de zapatos. Entro a la sala y aventó su bolso al sillón junto con su abrigo paro por un instante y observo a su alrededor. "Que reguero." Pensó ella y siguió de camino a su habitación. A comparación con el resto de la casa, la habitación estaba impecable debido a que no ha dormido allí estos días. Había sido un día muy largo y todo lo que quería hacer era aventarse a la cama y dormir. Se removió la falda que traía puesta y luego la blusa y se detuvo frente al espejo del closet. Se miró detenidamente y fijo sus ojos en el tatuaje que tenía a su costado. Puso sus dedos sobre el diseño y lo recorrió levemente. Su piel se enchino al contacto de sus dedos fríos.

Ese diseño, los tres infinitos lo había visto antes, hace años y le parece ser que en la oficina de Louis y quizás también en la de Andrei. Alice sabía perfectamente bien que ese símbolo era algo más que un símbolo. Sabía que algo había de tras de ese símbolo y lo tenía que averiguar como a de lugar. Se miró por última vez y se metió al baño y abrió las llaves y dejo que el agua callera en la tina una vez que encontró la temperatura perfecta. Lista el agua se metió a la bañera una vez que puso música y se sirvió un vaso de vino tinto. La música tocaba suavemente en el fondo mientras ella llevaba la copa de vino a sus labios saboreándolo. Aun no podía dejar de pensar en Louis y en la propuesta que le hizo. Tenía muy en claro el daño que la organización le causo y el daño que estaría causando a otros niños, pero, ¿Y si Louis tenía razón? ¿Y si la condición de los niños ha mejorado? ¿De ninguna manera Louis la estaría engañando? ¿O sí? Talvez... quizás talvez podría darle por su lado a Louis, pero ¿y Andrei? ¿Qué hay de la proposición que Andrei le había hecho? ¿Qué debería hacer? Tantas eran las preguntas que surgían en su cabeza que la sumergió dentro de la bañera.

A la mañana siguiente una vez lista espero a que el chofer llegara por ella mientras contemplaba la lluvia desde la ventana del quinto piso en su apartamento. Aún tenía en mano su taza de café a medio llenar y ya no tan caliente como hace un par de minutos y en la otra sostenía un panecillo. Aún tenía tiempo de sobra ya que se había levantado muy temprano. Se maquillo ligeramente para cubrir los círculos negros bajo sus ojos ya que por pensar tanto en ambos chicos no pudo dormir. Finalmente el chofer al llegar toco el timbre y aviso a Alice de su llegada. No le tomo cinco minutos salir por el elevador para encontrarse al chofer con un paraguas en mano esperándole para encaminarla al coche.

Un Mundo Feliz: Proyecto InfinityWhere stories live. Discover now