Capítulo 36 "Mi objetivo" (Editado)

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La tarde fue larga para ambos, pues ocurrieron muchas cosas.

Había aceptado la propuesta de Antony, porque yo también lo deseaba tanto como él. Aunque se sorprendió al saber que yo ya no era virgen, pues después de una relación largo con mi ex novio, era de esperarse. Antony se frustró al saberlo, pero después lo olvidó.

Nos encontrábamos en la que solía ser habitación, sin ropa y abrazados, yo sobre su pecho desnudo y él con una mano sobaba mi espalda desnuda y con la otra acariciaba mi cabello.

-Finalmente me siento feliz- dijo Antony. Sonreí ante su comentario, pero recordé lo que tenía que hacer.

-Tengo que decirte algo- dije mirándolo.

-Dímelo-

Era momento de decir la verdad. 

-En la fiesta, escuché a Diego y Karla hablar de un plan que quieren llevar a cabo e intenté pasar desapercibida, pero fui inútil. Cuando regresábamos a casa, él me obligó a decirle lo que sabía y lo hice. Fue una mala idea. Me bajó de auto y me exigió que dejara las cosas en paz y que no me metiera en sus asuntos. Me dio dinero y me obligó a ser libre, que no volviera o me tendría que sacar del camino. Las cosas no se podían quedar así y por eso estoy aquí- expliqué.

Un silencio se hizo presente. El ambiente estaba tenso y muy raro.

-Antes de hablar de las otras cosas, ¿nunca me quisiste dejar?- preguntó el.

Suspiré.

-Yo jamas te hubiera dejado de esa manera- aclaré -Pero mi ausencia me hizo darme cuenta de algunas cosas-

-¿De qué te diste cuenta?- preguntó.

Era hora de sacarlo y aceptarlo frente a él.

-Que me enamoré de mi secuestrador- respondí con una sonrisa.

Antony dejó de acariciar mi espalda e hizo que nos acomodáramos para vernos mejor. Sus ojos brillaban de una manera espectacular, y yo sabía el porque lo hacían.

-Me hubiera gustado que lo dijeras desde hace mucho tiempo, pero me siento feliz de haber logrado mi objetivo- mencionó. Se acercó y besó mis labios de una manera lenta y suave, podía sentir todos los gramos de amor que transmitía.

-Ahora me puedes decir lo que descubriste- dijo separándose de mis labios. 

Sabía que estaba a punto de matar este romántico momento.

-Dijeron que aún creías que el bebé era tuyo- Antony frunció el ceño– Y después mi viaje con tu primo, descubrí que el bebé es de Diego, que ellos dos son amantes y que todo esto lo están haciendo por dinero-

Su cara se transformó a una furia terrible. Su agarre hacia mi se hizo mas fuerte y tenso, estaba a punto de lastimarme. Estaba furioso y lo comprendía, pues lo que hacían esos mal nacidos estaba muy mal.

-¿Estas segura?- preguntó separándose de mi cuerpo -No quiero mal entendidos- preguntó enojado.

-¿No confías en mí?- pregunté ofendida.

-Claro que lo hago, solo no quiero errores- aclaró.

-¿Errores en qué?- pregunté confundida.

-Ellos tienen un plan, y yo también- 

Yo solo asentí con la cabeza.

¿Qué planeaba este hombre?




-¿Estas seguro de esto?- pregunté aun confundida.

-Sí- respondió -Ya sabes tu parte, si la haces, todo saldrá a la perfección. Ahora, quédate aquí y espera mi visita, ¿De acuerdo?- 

-De acuerdo- suspiré y abrí la puerta del auto – Nos vemos luego- 

Me despedí y le di un beso en la mejilla. Pero antes de bajarme, me tomó del brazo haciendo que mi rostro girara a verlo. Lo miré confundida.

-Sabes que esa despedida no cuenta- habló el.

-¿Por qué?- pregunté divertida.

Solo me miró y se acercó para besarme. Ese beso prometía muchas cosas: Amor, pasión y sobre todo, que el regresaría por mí.

-Ya puedes irte- dijo apenas nos separamos.

-Solo me utilizas para eso- susurré para mi.

-Te escuché- gritó desde su camioneta.

-Ese era el punto- respondí.

Caminé hacia la puerta de mi casa, otra vez me encontraba ahí y ya no tenía tanto miedo como la última vez, pero si seguía sintiéndome rara. Antony ya se había ido y yo me había quedado ahí parada, esperando un milagro.

Tomé aire y me acerqué a la puerta. Toqué el timbre, pues no traía mis llaves, pero en el momento en que sonó el timbre, la puerta fue abierta.

-¿Me estabas esperando?- pregunté divertida.

-Solo pasa y me tienes que explicar muchas cosas- respondió mi hermano.

Literalmente me había obligado a entrar, me jaló del brazo y me sentó en los sillones.

-¿Y mis papás?- pregunté al no verlos por ningún lado.

-No están, salieron a ver mi tía y me quedé aquí esperando que llegaras- me respondió - Ahora dime que paso-

Suspire rendida.

Mi hermano era más chismoso que cualquier mujer.

-Por lo que sabía, me llevaba buscando toda la noche. Hablé con él, acerca de lo que lo había descubierto y después de hablar, me trajo aquí- dije evitando dar todos los detalles.

Él solo me miró y sonrió.

-Tuvieron sexo, ¿verdad?- preguntó divertido.

Si hubiera tenido agua en la boca, hubiera salido volando.

-¿Cómo sabes?- pregunté sorprendida.

-Poderes de hermano mayor- respondió -Además te conozco, se lo que haces y lo que no- 

-Eso no es bueno para mi- mencioné divertida.

-¿Puedo preguntarte algo?- preguntó mi hermano.

-Si- contesté.

-¿Qué descubriste?-

-Que el hijo que su pareja espera, no es de él. Ademas que su primo y ella son amantes- expliqué.

-Espera. Me estás diciendo que tiene pareja y ¿aún así te secuestro?- cuestioné mi hermano.

-Suena horrible, pero es una larga historia-

Gracias a Dios que no pidió más explicaciones, porque no tenía ganas de darlas. 

Él se puso de pie y caminó a la cocina.

-¿Quieres pizza?- me grito desde allá.

-Si- grité en forma de respuesta.

Me levante y caminé hacia él. Lo miré y estaba llamando por teléfono para pedir comida.

-¿Ahora qué? ¿Regresaras a vivir aquí?- preguntó cuando termino de hablar por teléfono.

-Supongo que si, es parte del plan- respondí.

-¿Cuál plan?- preguntó curioso.

Sonó el timbre interrumpiendo nuestra plática.

-Vaya que son rápidos- mencionó asombrado.

-Ve por la comida y en un momento te digo- 

Esperaba que realmente funcionara esto...



Enamorada De Mi SecuestradorWhere stories live. Discover now