Prohibido Enamorarse (Completa)

Capítulo 01 -La decepción, la traición hermano-

Habían pasado 4 días, 4 putos días desde que Amanda lo había dejado ¡Lo boto! Como si de una basura se tratara. Sintió la alarma de su celular, giro hacia la mesa de noche y la apagó. No iba a ir a la escuela, no, no y no; se negaba profundamente a ir y verla, no poder abrazarla, besarla ahhhhh sería la peor de las torturas. Se dio vuelta y metió la cabeza debajo de la almohada no había dormido nada en toda la noche, recordaba ese día una y otra vez.

Tal vez podría irse, si eso es. Irse lejos, muy lejos a donde nadie lo conociera, pero no tenía ni un peso ¿Podría robar ancianitas en el Subway? La seguridad ahí era mínima, con un poco de suerte alguna cargaría con un par de dólares y se iría de New York no, se iría de Los Estados Unidos ¡Si! Eso es.

Una patada en la puerta lo hizo despertar de sus macabros planes, levanto la almohada para ver que había sido y vio a sus amigos parados frente a él. Uno comía unos Ruffles y la otra cargaba un bate de baseball.

—Tu. Vas. A. Ir. A. La. Escuela. Quieras. O no—Mel había dicho esa frase lenta y dolorosamente para él, sabía lo que ese tono significaba y más si estaba sosteniendo el bate con una mano y golpeaba la otra suaveeeemente.

—Estas muerto, hermano—Chad seguía comiendo la bolsa de Ruffles mientras sonreía divertido. Oh esa sonrisa la conocía era "Levanta tu asqueroso culo si no quieres que ese bate entre por donde un bate ¡Jamás! Debería entrar"

—Hola chicos. —Bonito y gordito, así estaba. No podía dar ni un paso en falso o acabaría siendo comida para leones.

Mel paso el bate a Chad mientras que abría las ventanas.

—Pero mira este lugar, es un verdadero basurero—Y Mel tenía razón.

La habitación estaba hecha un verdadero desastre, envases de refrescos tirados, bolsas de frituras regadas, cajas de pizza en la cama, las paredes manchadas y varios vidrios rotos.

—¡Que mierda, Alan!

Una melodía comenzó a sonar y la voz de Emmanuel se hizo presente.

—Yo era feliz contigo, vida mía. Tú eras principio y fin de mi alegría. Yo te creía fiel, como la luna. — Alan con lágrimas en los ojos comenzó a cantar mientras que sostenía el celular de donde provenía la música.

Chad y Mel se vieron las caras.

—¡Canten conmigo! Todo se derrumbó dentro de mí, dentro de mí. — Alan se puso de pie en la cama y cantó a todo pulmón, mientras que dejaba ver su bóxer de My Little Pony.

—¿Se lo parto? —Pregunto Chad mostrándole el bate a Mel.

—Por favor.

✿

—No tenían porque hacer eso— Alan sostenía una bolsa de hielo en su cabeza, mientras pensaba en formas de matar a sus amigos.

—Como que no, estabas cantando y llorando. Como buenos amigos que somos ¡Es nuestro deber! Hacerte entrar en razón cuando lo necesites.

—Si, pero no dándome con un bate en la cabeza ¿Sabes que eso puede dejarme con problemas?

—No te preocupes ya eres estúpido de nacimiento, no habría ninguna diferencia.

—Aquí tienen chicos —La madre de Alan les sirvió el desayuno mientras sonreía de las ocurrencias de los chicos.

—Muchas gracias señora Cooper.

Los ojos de Chad se abrieron y brillaron como si de un anime se tratara.