Capítulo 12- Perdidos -

2.7K 271 35
                                    

—Una sola cosa, solo te pedimos una sola cosa Melody ¿Y tú que haces? ¡Todo lo contrario! —La señora Morgan grito exasperada, estaba cansada de las bromillas de su alumna.

Mel solo pudo taparse la boca al ver el alboroto que había formado, las carpas estaban deshechas, había ropa regada por todas partes, y sus compañeros lo mejor de todo estaban a punto de explotar de ira.

—¿Sapos? De verdad Melody, llenar todo el campamento de sapos. De ti lo espero, pero creí que por una vez ibas a comportarte—ya no aguantaba más, su maestra estaba cansada—¿Algo que decir?

—Andy—la rubia le hablo a una de sus compañeras—tienes a uno de mis amigos en tu cabeza—señalo hacia el cabello de la chica donde se encontraba una pequeña rana verde. La chica al sentir el animal grito y corrió hacia todos lados intentando quitárselo de encima, Mel por su lado estallo de risa.

—¡Se acabo! Estas castigada hasta todo el mes, no... todo el año, ¡Que digo el año! Tu estas castigada hasta que termines tu vida estudiantil—la maestra comenzó a echarse aire con la mano mientras que algunos alumnos la agarraban por que la mujer parecía a punto de desmayarse.

—Maestra contrólese, esto no le hace bien a sus nervios—El profesor a cargo del otro curso le hablaba preocupado, no quería que la mujer se muriera aquí mismo.

—Es verdad maestra, ya debe retirarse a su edad estos disgustos no son buenos—todos voltearon a ver a la rubia mientras a su maestra le daba un tic nervioso en el ojo, Mel solo sonrió y parpadeo un par de veces inocente.

—De castigo recogerás todo este desorden.

—¿Qué? No, no dejare que esa loca toque mi ropa ¿Quién sabe qué cosas le haría? —La misma chica que en unos minutos antes había tenido la rana en su cabeza hablo, los demás asintieron y ellos mismos comenzaron a arreglar todo el desorden que había provocado la rubia.

—Bueno, yo iré a dormir, que les rinda chicos—Mel corrió lejos dejando a todos enojados y con sed de venganza.

Ya lejos de todos, Mel pensó en lo que había pasado con Alan ¿A que jugaba? ¿Sería otro plan? No lo sabía, pero no le gustaba. No le gustaba que su corazón se acelerara cuando pensaba en Alan sobre todo en esos besos que se daban, no le gustaba desear que esos mismos besos duraran más, como había pasado hace unos minutos ¿Qué fue eso? Ese beso, fue tan... Diablos, intenso, candente, tan...

¡Ya Melody!

Se reprendió mentalmente, no debía pensar que los besos que se daba con SU AMIGO eran candentes ¿En que estaba pensando? ¿Porque su mente le hacia esas jugadas? A ella no le gusta besarse con Alan y punto.

¿O sí?

Diablos ¡No!

—Okay, coméntale al doctor corazón que te pasa.

—¿De dónde sacaste esas gafas Chad?

—Yo hago las preguntas y no soy Chad, soy el doctor corazón.

Alan volteo los ojos al recibir la respuesta de su amigo, es un idiota, pero necesitaba de su ayuda.

—Veras—pensó unos minutos que decirle, si Chad es su amigo y si él le contaba todo lo que le pasaba, pero también era el mejor amigo de Mel y todo lo que le pasa a Alan tenía que ver con Mel. Estaba en problemas—soñé que besaba a una persona y ese beso me gustaba, si y no me debe gustar porque es imposible, pero me gusto y ahora no sé qué hacer.

—¿Sueño? —Chad miro por encima de las gafas a Alan.

—Si, lo soñé ¿Tu no sueñas cosas raras?

Prohibido Enamorarse (Completa)Where stories live. Discover now