=Un SÚPER descanso=

130 8 5
                                    

Narra Nami.

—¡Me encantó la película!— comentó Kaya girándose para vernos con una gran sonrisa, se encontraba al frente de todas.

—No sé, sinceramente no fue la gran cosa.— opinó Vivi.

—Voy con Vivi, no me asusté en absoluto.— dijo Perona sacando la lengua.

—Si estabas encima mío en toda la película y gritabas por cada "cosa rara" que escuchabas, incluso lanzaste las palomitas al otro lado del cine del susto.— contrarrestó Violet a Perona con una pequeña risilla, Perona la miró mal y bufó.

—¿Quién dormirá conmigo en la noche?— dijo Rebecca bromeando, todas reímos.

—Sí, yo también necesito una acompañante.— dije abrazándome a mí misma y mirando a mi alrededor asustada.

—Lo admito, hubieron partes en las que pensaba que me iba a dar un paro cardiaco frente a ustedes del susto.— dijo Robin cruzándose de brazos, las que estábamos allí la miramos sorprendidas.

—Tan positiva siempre, Robin.— dijo Violet sarcástica.

—Eso significa que la película estaba para cargarse encima, porque si a Robin le dio miedo, uff.— razonó Kaya riendo.

—Literal.— dijo Vivi, Kaya rió entrando las llaves del carro en la puerta para abrirlo.

Se sentó en el asiento del conductor, Vivi fue a su lado.

—Permiso, bitches.— dijo Violet entrando primero, saltó los asientos detrás de el del conductor y se tiró de espaldas a los del final.

Luego le seguí yo, por lo que quedamos Violet y yo, al frente de nosotras se sentaron Robin, Perona y Rebecca. Kaya subió la radio a todo volumen, así que seguimos cantando en lo que llegábamos a su casa.

Entramos a su hogar después de ella ingresara las llaves en la cerradura, varias tiraron sus cosas a los lados de los muebles o arriba.

—¡Esta va a ser una gran noche!— exclamó Kaya alzando los brazos llena de emoción.

Narra Usopp.
En el Baratie.

—Sin duda necesitaba un SÚPER descanso.— habló Franky dándole un trago a su cola.

—De verdad que sí.— dije suspirando, volviendo a la comida.

—Oye, ¿por qué no están Luffy y Zoro?— preguntó Chopper, dejé el tenedor a un lado.

—No los invité. Quería hablar con ustedes un momento.— le respondí sirviéndome otra cola de las que Franky trajo.

—¿De qué se trata, Usopp-san?— cuestionó Brook.

—Pues, ¿no sienten que Luffy, Zoro y Nami nos tienen de un lado? Entiendo que lo de Sanji no es fácil, pero no es razón para dejar de hablarnos.— explicaba tratando de mantener el control, el ambiente se volvía más tenso y deprimente.

—Hai.— afirmó Chopper cabizbajo.

—Tienes razón.— dijo Brook, Franky sólo asintió.

—Pensaba...¿por qué no darnos importancia nosotros mismos? ¿Por qué cancelar fiestas o reuniones porque ellos no van? ¿Por qué negarnos disfrutar por culpa suya? No podemos dejar que este grupo simplemente se desmorone por desinterés de Luffy, Nami y Zoro.— seguí hablando más decidido de mis palabras, ellos sólo me veían inexpresivos.—Debemos seguir haciendo que esta amistad siga, con o sin ellos, nos duela o no, tenemos que seguir adelante, ¿entendido?

Nadie dijo nada, se quedó en un silencio profundo, tragué en seco. ¿Estarían de acuerdo o preferirían seguir dañándose a sí mismos?

—No les estoy diciendo que los olviden o que los echen a un lado, sino que...— fui interrumpido por el ruidoso golpe que provocó Franky al colocar el frasco de cola en la mesa.

—Te entiendo, y te SÚPER apoyo, no quiero seguir dejando esto atrás por presión de otros. Los quiero mucho, pero si ellos no muestran ningún tipo de cariño hacia mi, tampoco debo porqué darles algo que considero importante.— me apoyó Franky ocultando su rostro con el flequillo de su sombra.—Yo estoy con Usopp, ¿y ustedes?

—...Y-Yo también estoy con Usopp-san.— se decidió Brook un poco inseguro.

—¿Quiere decir que no afecta nuestra amistad con ellos?— preguntó Chopper con miedo.

—Significa que todo depende de ellos, que si nos tratan bien, los trataremos bien, pero si nos tratan mal, tendremos que también tratarlos mal.— respondí, él asintió poco después tembloroso.—No es ninguna revelación contra ellos, Chopper, tranquilo.— sonreí logrando que se calmara un poco.

—Bueno, pues estoy también de acuerdo con ustedes.— sonrió feliz, dejando la tensión atrás y convirtiéndose de nuevo en una agradable reunión.—¡Los quiero a todos!

—¡Nosotros igual!

—¡No estoy llorando!— dijo Franky contradiciéndose.

Narra Zoro.
En su casa con Luffy.

—Oye, ¿y Nami?— preguntó Luffy comiendo popcorn, me enfadó un poco la pregunta, pero decidí no prestarle atención y dejarla pasar.

—Ella se fue a un pijama party, no viene hasta mañana después de clase, supongo. Siempre es así cuando va de fiesta con sus amigas.

—Mmmm, ¿qué tal si el sábado planeamos con los chicos ir al parque? Hace tiempo no nos reunimos.

—Cierto, pero voy a ver, tengo asuntos pendientes que debo realizar.

—¿Más importantes que nuestros amigos?— preguntó, sentí mi pecho apretarse de momento, ocurrió sólo tres segundos.

—Claro que no, idiota, pero no lo sé, tendría que ver mi agenda y arreglamos.— dije bromeante, Luffy inclinó su cabeza ligeramente a la derecha sin entender.

—¿Desde cuando tienes una agenda?— dijo confundido, aunque a punto de reírse.

—Era joda, ahora, ya es muy tarde, es mejor que se queden durmiendo aquí.

—No tengo los uniformes, ni mío ni el de Ace, además, apenas llegamos de suerte a las siete y quince. ¡Imagínate si tendríamos que antes ir a casa, vestirnos, desayunar e ir! ¡Un milenio!

—No es problema mío, pero si quieres pasar por el callejón casi a las dos de la mañana, allá ustedes.— dije alzando los hombros, Luffy hizo una pose muy rara.

—¡No les tengo miedo!— una gota de formó en mi nuca.

—Emmm, okay, pues vete caminando. Voy a estar en el cuarto, si sucede alguna tragedia vas y me avisas, claro, si sobrevives.

—Eh, ¡Zoro, no te vayas! ¡Espérame!— para cuando empezó a correr hacia mi ya estaba en las escaleras a punto de entrar a mi cuarto, y antes de entrar, abrí la puerta pero Luffy se me adelantó y entró casi volando.

—Eres un miedoso.

—¡No lo soy!— exclamó haciendo pucheros.

Nos quedamos hablando un rato, seguí contándole una cosa que me había sucedido bien graciosa, ya que él me la pidió. Pero al pedirle su opinión, me di cuenta de que estaba hablando solo, le di un buen coñazo y me arropé hasta el cuello para que no supiera que fui yo. Me quedé dormido en el intento, aunque algo antes de dormirme me decía que pasarían varias cosas fuertes, varias cosas que cambiarían nuestras vidas, lo que no sé es si es para bien o para mal.

¡Nakamas...!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora