Capítulo 32: Querido mi algún día.

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Querido mí algún día: Voy a seguir escribiéndote todas las noches, y voy a seguir aferrado firmemente a las palabras que tú dijiste. Estoy tan orgulloso en lo que te has convertido, tú estás en un mundo sin cadenas ahora, dejaste que tu corazón conduzca a tu mente, como siempre lo quisiste. Pero cuando me siento aquí solo no puedo dejar de pensar, mirando hacia atrás en las personas que ambos solíamos ser. ¿Por qué "ser libre" significa "muy lejos" para mí?...

Firmado: Sinceramente tuyo." Yours truly / Paradise fears.

Harry despertó muy temprano al otro día y agradeció por haberlo hecho, agradeció por otro día más con vida, aunque sabía perfectamente que quizás no llegaría a la semana entrante.

Miraba el blanco techo de su habitación de hospital, mientras pensaba. Pensaba en cómo sería su muerte, pensaba en todo el daño que les haría a sus padres al marcharse, pensaba en lo muy destrozado que quedaría Louis luego de su partida. Si tan solo pudiese regresar el tiempo atrás, a aquél día en el puente. Hubiese esperado un poco más para arrojarse a las aguas, así Louis no tendría la oportunidad de haberlo salvado, así Louis jamás lo conocía y jamás hubiese tenido que sufrir como lo estaba haciendo ahora por él debido a las malditas enfermedades y a su estúpido e inservible sistema inmune. Sólo le había traído desdichas a la vida del ojiazul.

El rechinido de la puerte abrirse capturó su atención haciendo que limpiara con rapidez las vagas lágrimas que corrían por sus suaves mejillas.

Era Louis, y por su aspecto parecía que tenía buenas noticias. Estaba sonriendo anchamente, y sus orbes celestes brillaban más que el sol en una tarde de verano.

-¡Hazz, hay un donante!-

Y esas palabras sonaron cómo melodía en los oídos del rizado. Louis se tumbó en la cama abrazando efusivamente a su novio y éste le correspondió el abrazo con la misma intensidad. Ambos echaron a llorar de felicidad. Harry no podía creer lo que había acabado de oír, dios le estaba regalando otra oportunidad para poder vivir, una buena persona al fin había aparecido, al fin habían oído sus incontables ruegos. De a poco el mundo de sueños que tenía construido con el castaño volvía a reconstruirse lentamente, y por un momento ya no le temió tanto al mañana.

-¡Dios, estoy tan feliz Hazz! Te dije que todo estaría bien ¿Ves?, Te amo tanto baby monkey.-

Harry le sonrió entre lágrimas y Louis volvió a estrecharlo en un abrazo cálido y dulce.

-¿Cuándo me operarán?- Inquirió con preocupación, porque a pesar de que estaba feliz de tener un tiempo más para vivir, estaba asustado, jamás lo habían operado y sabía con certeza que las operaciones del corazón eran a algo muy serio y delicado.

-Dijeron que lo más pronto posible, de seguro lo harán mañana, todo irá bien.- Louis sacudió sus revoltosos rizos mientras le sonreía, pero Harry notó que detrás de esa sonrisa se escondía algo, algo que él no supo adivinar.

(...)

En la tarde llegó Anne junto a Gemma, la hermana mayor del rizado.

Ambas estaban muy alegres y felices por la nueva noticia y abrazaron con fuerza al muchachito de ojos verdes, los tres lloraron al unísono. Pero Harry notó que ellas dos también ocultaban algo en sus miradas. Estaba comenzando a temer.

Al rato, Niall, Zayn y Liam volvieron a arribar a la habitación. Los tres se lanzaron con efusividad hacía la cama del rizado, aplastándolo en un fuerte abrazo, logrando que el rizado se quejara por tanto peso encima de él.

Todos estaban muy entusiasmados y felices por la noticia del donante, pero había algo que desconcertaba a Harry, algo que no cerraba, algo que hacía que comenzara a temer y no sabía el qué, y eso le frustraba.

Our Star. {Larry Stylinson} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora