27. Amor de mi vida

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Ovaciones, gritos, aplausos... Se puede decir que hubo de todo en la presentación de Queen. Ellos eran grandiosos y extraordinarios músicos, y Sophie como representante se sentía feliz y orgullosa, aunque cada vez más atareada. Afuera hubo un gran alboroto con los medios de comunicación londinenses, que buscaban más declaraciones acerca de Freddie y su boda.

—Freddie, muchas felicidades por tu boda, hablanos de Sophie Winslet, ella también es manager de la banda...

—Sí así es, y ya es Sophie Mercury, gracias...–dijo el talentoso vocalista abriéndose paso entre la gente con su mujer de la mano.

—¿Es cierto que tu ahora esposa tuvo una relación sentimental con John Deacon, el bajista de Queen?

Muy discretamente Freddie miró a Sophie antes de responder, esa pregunta le hizo molestar muchísimo, él lo menos que deseaba era que hablaran de su esposa, y había prometido cuidarla y darle su lugar, se giró sonriente al entrevistador y habló.

—Me parece que tu pregunta es muy absurda y estúpida, miranos aquí, a mi mujer y a mi felices de la vida derrochando amor, y mira, allá están mi amigo Deaky y su novia, la guapa Verónica Tetzlaff. No inventen cosas, por favor. De hecho ellos también van a casarse y serán tan felices como nosotros.

—Y sobre los rumores de tu sexualidad, una chica de nombre Melany estuvo hablando con algunos medios acerca de que su hermano, un chico llamado Giancarlo Wilow, y tu sostenían relaciones, ¿que nos puedes decir sobre esto?

—Esa es una absoluta mentira–intervino la ojiazul–lo que se ve no se pregunta, veanos, estamos disfrutando de nuestro matrimonio y el amor que nos tenemos, no tenemos ni idea de quienes son esas personas, pero seguramente quieren sus cinco minutos de fama y pretenden colgarse de la que está teniendo mi esposo.

Les pidieron posar y darse un beso para unas fotos y accedieron, luego el matrimonio Mercury enfiló al departamento y al llegar Freddie fue directo al mini bar, sacó una botella y se sirvió un poco de whiskey.

—Fue una gran noche.–comentó melancólica la chica.

—Fue magnifica, sí, sólo hubo un par de situaciones bastante molestas para mí.–se sinceró, había que agradecer al alcohol.

—Sé que una de esas razones fueron las preguntas estúpidas que hacía la prensa, pero la otra?

—Seré muy sincero contigo Sophie, me molestó verte ayudando a John con tanta dedicación en el camerino.

—¿No me dirás que estás celoso, Fred?

—No, es que se puede prestar a malas interpretaciones, tú y yo estamos casados ahora, ¿recuerdas?

—No lo olvido, nunca lo haría. Pero no tiene nada de malo ayudar a John o a cualquiera a planchar una simple camisa, recuerda que soy su manager y la encargada de que todo este perfecto para sus presentaciones.

—Lo sé y lo haces muy bien.
(...)

El tiempo pasaba, las cosas cambiaban. Han pasado ya tres años y la banda ya habia llegado a Estados Unidos, conquistando al público americano, el cuál era muy difícil y exigente. Luego de la gira del Sheer Heart Attack en abril del '75 los chicos de la banda junto a sus mujeres habían decidido ir a vacacionar a Hawaii antes de ir a conquistar a los japoneses.
En ese tiempo ya habían sucedido mil cosas. La boda de John con Verónica se llevó a cabo exactamente quince días después de la de Sophie y Freddie, ahora mismo esperaban a su primer hijo. Carla y Roger aún no decidían hacer crecer la familia pero mantenían una hermosa relación. Brian tristemente terminó con Anita de manera pacífica, ella era actriz y comprendía que ambos tenían muy poco tiempo para disfrutarse, así que él se encontraba soltero por el momento. Freddie y Sophie seguían casados y aparentando ante la sociedad como lo establecieron en su contrato de palabra, en ese tiempo su amistad y compañerismo se había fortalecido, incluso había momentos en que en privado se demostraban amor y deseo, eso a pesar de que el famoso cantante optó por seguir en libertad, saliendo ocasionalmente con algunos caballeros; Sophie, aunque trataba de conquistarlo, a veces quería aceptar su realidad y le pasaba por la mente salir con alguien más, pero solo eran pensamientos pasajeros, pues seguía amando locamente a Freddie. Él tenía detalles con ella, Mercury la buscaba por instinto, cuando deseaba compartir sus caricias con una dama, también era atento y espontáneo, eso alimentaba la ilusión en ella, pero siempre volvía a lo mismo. Muchas veces tuvieron fuertes discusiones por la imprudencia de Freddie, que llegaba a los bares de ambiente con mucha precaución, pero cuando salía bebido no le importaba ser descubierto, y muchas personas rumoraban verlo en esos sitios. Esas vacaciones no fueron la excepción, Freddie seguía haciendo de las suyas, en un país distinto, con ese clima cálido que elevaba sus hormonas y sus deseos más calientes y perversos.

SacrificeWhere stories live. Discover now