Capítulo 26

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CAPÍTULO VEINTISÉIS

-Esto no me gusta nada.- Susurró Raven antes de acomodarse el casco.

Nuevamente se encontraban en la fábrica abandonada, pero en aquella ocasión había más personas que la primera vez. Ontari, Roan y Murphy se habían sumado al grupo, pero por desgracia de las adolescentes, ahora sus contrincantes eran más, mientras ellas seguían siendo seis, ellos eran ocho. Las reglas continuaban siendo las mismas, pero a eso se le sumaba que todos, incluyendo a las chicas, lo tomaban como algo serio, debido a lo sucedido el fin de semana anterior.

Esta vez las chicas decidieron hacer lo mismo que habían hecho las veces anteriores, ir con cuidado y revisar cada rincón posible del lugar. Clarke fue la primera en entrar, seguida de Lexa y el resto de sus amigas, se pusieron en línea, como si todas tuviesen el mismo blanco frente a ellas, pero en lugar de observar hacia el frente, cada una miraba en una dirección diferente, atentas a lo que sucedía a su alrededor.

Al no escuchar ningún ruido, avanzaron unos pasos, sin dejar de observar hacia todos lados. Sin decir palabra alguna, volvieron a dividirse, esta vez Clarke y Lexa fueron por las escaleras al segundo piso, Raven y Anya por la puerta que daba al oscuro pasillo, y por último, Costia y Octavia se adentraron al gran salón que daba al estacionamiento privado del lugar.

Un pequeño grito ahogado se escuchó, Anya había sentido que algo golpeaba su pierna, aunque intentó disparar, no sabía a dónde. Seguido de eso, sintió tres más que daban en ella, cuando miró hacia Raven, la chica tenía el arma a un lado de su cuerpo y el traje manchado con rojo.

-Fuera Raven y Anya -Escucharon decir a Rachel, pero sólo habían escuchado su voz, pues nadie se encontraba cerca de la luz que estaba en medio del pasillo, quedando en la completa oscuridad.

Las dos se dieron media vuelta, y en cuanto salieron del pasillo se quitaron los cascos. Anya sonrió de lado al ver que Raven estaba enojada, se lo podía notar en su rostro, no era necesario que dijera palabra alguna, y con su paso apresurado daba a entender que no tenía intenciones de comenzar alguna conversación, mucho menos de lo sucedido recientemente.

Por su parte, Clarke y Lexa caminaban por el pasillo donde se encontraban las oficinas, Costia les había comentado lo que les había sucedido la vez anterior, por lo que ambas revisaron cada habitación, incluso cuando encontraron alguna puerta cerrada, hasta no lograr abrirla no desistieron. Pasaron la cuarta puerta, y sintieron algo golpeando sus cuerpos, cuando bajaron la mirada se encontraron con que ambas estaban manchadas de rojo.

-Creería que lo sucedido el otro día haría que ambas estuviesen más alertas –La voz de Jennifer se escuchó del otro lado del pasillo, una vez que la chica se había quitado el casco para poder hablar y escucharse mejor.- Se preocuparon por algo que sucedió antes, las situaciones no siempre serán las mismas. –Clarke y Lexa se habían quitado sus cascos una vez la escucharon hablar.

-Clarke y Lexa fuera –Escucharon la voz de Niylah, quien se posicionaba a un lado de Jennifer.- Las teníamos en la mira desde que subieron las escaleras, en cuanto Costia y Octavia queden fuera cambiaremos algo. –Jennifer asintió con la cabeza.

Lexa observó fijamente a Niylah, no le gustaba que la estuviese controlando y mucho menos que fuese ella quien le dijera lo que tenía que hacer, aunque sabía que todo se debía a los celos que se estaban juntando, le había prometido a Clarke que intentaría reprimirlos, pero ¿a quién quería engañar? era algo que no lograría hacer. Ambas chicas se quedaron observando a sus guardaespaldas, quienes se habían colocado nuevamente los cascos para continuar con el entrenamiento, en cuanto les dieron las espaldas, el sonido del aire rompiéndose paralizó a tres de ellas. Niylah tenía toda la espalda cubierta de rojo, y cuando aquel sonido cesó, todas las miradas se posicionaron en Lexa.

Our Lips Are Sealed (Clexa AU)Where stories live. Discover now