4. Confia en mi

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Anna no logró comprender el por qué la simpleza de Alexander...

Por un instante se miraron de una forma tan particular, como si de pronto su alrededor se tornara gris, y fuese borrado rápidamente con una goma...

Alexander estiró con suavidad su mano hacia el cabello rojizo de Anna. Tocó las puntas de su cabello e inmediatamente la retiró.

Sintió un choque eléctrico en la palma de su mano, un cosquilleo como el aleteo de una mariposa.

-¿Qué libro quieres?- Preguntó Alexander  para romper la tensión que había provocado antes-.

-¿Para que querías verme?

Y Anna vuelve a cambiar de tema drásticamente.

Siempre lo hace.

Alexander ríe al notarlo y se limita a responder.

-Me gustaría conocerte más, eres tan interesante y misteriosa.

Anna baja la cabeza... se ha sonrojado... por increíble que parezca, un chico ha logrado que ella se sonroje.

-¿Buscas un libro en específico?- Pregunta Anna intentando disimular el sonrojo de su rostro.

-¿Quiere adentrarse en este maravilloso mundo, conmigo señorita?

-Vamos.

Sonríen.

Caminaron directamente al aparto de ciencia ficción, pero recorrieron aventura, misterio y un poco de romance.

Estuvieron riendo como unos chiquillos.

Pero de pronto...

Alexander interrogó  a Anna.

-¿Qué ocultas Anna?

Frunze el ceño y baja la mirada.

-¿Por qué son muy importantes esos documentos?

Anna aprieta sus labios con los dientes.

-Da igual

-Si fuera así no te hubieses preocupado tanto.

<<Aggh>> Refunfuña Anna.

Se pasa una mano por el cabello, y se abrocha su chaqueta.

Da media vuelta y se dispone a caminar hacia la entrada.

Está  muy molesta y solo quiere escapar de ahí, escapar de los encantos de Alexander sobre todo.

Afuera está lloviendo terriblemente, el cielo se ha tornado gris, casi negro, por momentos aparecen destellos en él, luces de color plateado y azul fuerte.

Anna se queda parada frente a la puerta, observa atentamente como las gotas de lluvia caen delante a ella, un paso más y quedará terriblemente empapada.

De pronto siente en sus hombros las manos de alguien, una sensación cálida y protectora.

Gira su cuerpo para observar quien es esa persona, casi puede adivinarlo pero quiere estar completamente segura.

Alexander la mira preocupado, y le dice suavemente:

-Nunca quise molestarte.

Anna frunce los labios y baja la mirada.

-Puedes confiar en mí.- Insiste Alexander-.

-Alexander, apenas te conozco, no me puedes pedir que confié en ti por qué no lo haré.

-Anna...

Anna pone los ojos en blanco.

-Alexander...- Lo imita Anna-.

Mi lista de deseosWhere stories live. Discover now