trece

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Busan brillaba como un diamante nocturno con sus enormes y modernos edificios alzándose sobre la costa y el agua reflejando el parpadeo de sus luces de neón.

El club nocturno "Abyss" era de lejos la discoteca más cara y lujosa en la que habías puesto un pie. Mientras entrabais por la puerta trasera, uno de los agentes de seguridad os guió en dirección a vuestro reservado (jamás habías estado en un reservado por obvias razones económicas) que resultó ser un espacio de suaves sillones de cuero beige que rodeaban una mesa llena de cubos repletos de hielo y un par de botellas de elegante cristal que contenían las marcas más refinadas de los distintos tipos de alcohol. Según ibais caminando, notaste la mirada de ambos, chicos y chicas, siguiendo vuestros pasos. Fue entonces cuando te diste cuenta de cómo lucían Hoseok, Jimin, Tae y Jungkook en aquellos imponentes trajes y ese aura de magnetismo sexual que su especie depredadora tenía como característica.

Minji caminaba balanceando sus caderas y casi podías ver sus feromonas flotando en el aire. Rodaste los ojos, sentándote en el otro extremo del sofá.

La música sonaba y la bebida fluía. Hacía tanto tiempo que no te sentías en un entorno tan...normal. Como si sólo fueseis un grupo de amigos que sale un Sábado noche a pasarlo bien y no un grupo de licántropos y una humana obligados a unir fuerzas para evitar una guerra inminente.

Después de un par de copas, te acostumbraste perfectamente al ambiente. Y podías decir que lo estabas pasando en grande. Hoseok te enseñó que aparte de la lucha, el baile era su terreno de conquista. Su cuerpo era como poesía recitada por la música que sonaba y no podías parar de reír al ver a Jungkook imitando a su hyung con un tono humorístico. No obstante, tan pronto como te levantaste para unirte al par, el maknae retrocedió casi luciendo asustado por tu presencia y Hoseok mencionó que él tenía una adorable timidez aún con las mujeres.

Bailaste con Hoseok mientras Jungkook se sentaba, sorbiendo un poco del contenido de su copa e hizo otra adorable mueca ante el fuerte sabor del alcohol.

Mientras bailabas (o más bien intentabas imitar lo que Hoseok hacía, sin mucho éxito) tus ojos captaron a Taehyung en la pista principal. Sus movimientos no eran tan exactos y limpios como los de Hobi, pero tenía un aura tan atractivo que se sentía como un imán con forma humana.

Sus caderas y expresiones faciales eran definitivamente, un espectáculo para mayores de edad.

Dos chicas bailaban (o más bien, se restregaban) con él, una a cada lado de su cuerpo. Ahora entendías a qué se refería cuando decía que iba a salir a cazar. Una de las chicas se giró, dandole la espalda y se inclinó hacia adelante, dejándote atónita ante la imagen de cómo su trasero se presionaba explicitamente contra la entrepierna de Taehyung. Él colocó una de sus manos en la cadera de la chica y con la otra, aferró con suavidad su cabello mientras ella movía rítmicamente su trasero presionándolo más y más.

Algo se removió en tu estómago y te sentiste como si estuvieras viendo porno. Apartaste la mirada rápidamente, avergonzada por el cosquilleo que se había despertado en tu entrepierna.

Quizá necesitabas algo de acción. No podías recordar la última vez que tuviste sexo y podías jurar que ya te habían crecido telarañas ahí abajo.

Fue entonces cuando te diste cuenta de que hacía un buen rato que no veías a Jimin. Ni a Minji. Ambos habían desaparecido. Juntos.

Los buscaste con la mirada, pero no hallaste nada. Una dolorosa punzada te oprimió el estómago y bajaste a la pista buscándolos entre la exaltada y sudorosa multitud.

Nada.

Una sensación de derrota y dolor se llevó toda tu diversión. Volviste al reservado dejándote caer en el sillón y aferraste tu cuarta copa de vodka con piña aquella noche. Después de terminarlo en un par de tragos, querías irte a casa.

the big bad wolf ;; wolf!btsWhere stories live. Discover now