Capítulo 23.

2.1K 299 35
                                    

La cama era lo suficiente cómoda como para que pudiera dormir, sin embargo fue lo que más le costó hacer, a un lado había estado su hija, ella parecía haber podido dormir muy bien a pesar de que no era un lugar conocido, pero él no pudo hacerlo, todavía tenía presente su conversación con Min Ho la noche anterior, ¿había exagerado todo? Sabía que de cierta manera no le había dejado terminar de hablar y muchas preguntas le abarcaron durante la noche hasta que logró dormirse unas pocas horas para ahora otra vez estar despierto, mirando aquella habitación que era demasiado grande a su parecer.

Con cuidado de no despertar a su hija que se había dormido otra vez hace pocos minutos se levantó, colocando una almohada al lado de Mi Cha para que no fuera a extrañar su presencia a su lado, y salió de la habitación, dejando la puerta abierta para poder escuchar a la bebé si despertaba.

Después de bajar las escaleras se dirigió a la cocina de dónde provenían sonidos leves, sabía a quién iba a encontrarse ahí y a diferencia de la noche anterior que casi había huido de su presencia en ese día quería verlo, porque las preguntas que se habían creado en su cabeza sólo podían ser respondidas por esa persona, sólo esperaba que las cosas no terminasen mal, no quería discutir, era todo lo que sabía y si la noche anterior no se hubiera ido en el momento que lo hizo creía que sí pudieron discutir y todavía estaba dejándose guiar por sus impulsos, lo que pudo haber hecho que decidiera volver a la casa de Jong Dae, porque su amigo se volvió su lugar seguro cuando creía que no lo estaba en ningún otro lugar, porque si él le decía a Jong Dae que no quería ver a Min Ho, estaba casi seguro de que éste lo iba a apoyar.

—Buenos días —saludó.

Vio como Min Ho giraba su rostro y asentía en su dirección, devolviendo el saludo antes de volver su concentración en lo que suponía serían el desayuno, ni siquiera preguntó si necesitaba ayuda cuando rodeó la barra de desayuno y se colocó a su lado, mirándolo como partía los huevos y los colocaba dentro de una fuente para empezar a batirlos, sin dirigirle una mirada más que la corta de momentos atrás, lo que no hizo que Taemin se sintiera muy cómodo, porque no sabía cómo actuar en ese momento, ya que se sentía diferente que cuando sabía que Min Ho estaría completamente dispuesto a hablar con él, ¿lo habría ofendido la noche anterior?

—Min Ho... —tomó un huevo.

—Uh...

—¿Dormiste bien? —una pequeña sonrisa apareció en sus labios cuando notó el gesto casi imperceptible de sorpresa por parte de Min Ho —sé que anoche no tuvimos una buena conversación —se encogió un poco de hombros —pero no quiero escucharte pedir perdón otra vez, todos nos equivocamos y creo que eres muy consciente de lo que hicieron ustedes no fue lo mejor.

—Lo sie...

—Sh... —colocó su dedo índice sobre los labios de Min Ho haciéndolo callar —dije que no quiero escucharte pedir perdón por ese tema otra vez. —Respiró profundo —Decidimos estar juntos en la vida de Mi Cha y vamos a hacer esto bien.

—Tae...

—Sólo tengo dos preguntas para ti —su rostro se volvió más serio —¿qué hubieras hecho no hubiéramos concebido a Mi Cha? ¿y si no hubiera descubierto su mentira?

Taemin no presionó para tener una respuesta rápida sino que apretó los labios apoyándose en la encimera mientras Min Ho dejaba de batir los huevos que eran parte del desayuno, viendo cada gesto de él, desde la mueca que parecía desagradable hasta cuando exhaló lentamente como si hubiera mucho que decir y fuera difícil.

—No estoy seguro —miró al abogado —Le pedí a Min Woo tomar mi lugar durante seis meses, pero cuando el tiempo se acercaba para volver a ser Min Ho no quería hacerlo, luego me dijiste que estabas embarazado —Taemin huyó su mirada de la de Min Ho que en ese momento se sentía demasiado intensa —no quería dejarte solo en eso, no quería que Mi Cha llevase el apellido de Min Woo, no quería que fuera su hija, sino tuya y mía.

DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora