Capítulo 5

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KEITH

Con el galra aún apuntandome la cabeza, para volarmela si fuera necesario, me dirigí dónde algunos soldados y muchas mujeres desnudas y atadas dentro de jaulas se encontraban.

- Qué vamos a hacer con el chico?, Lo matamos?- dijo el que me apuntaba con la pistola.-  aunque... podríamos dejarlo con las chicas, tiene un buen culo...- dijo azotandome el trasero. Todo mi cuerpo se tensó ante aquel tacto.

-Y es muy guapo- dijo otro de ellos  acercandose a mí. Posó una de sus manos en mis labios.- que más puede hacer esa linda boquita tuya...- dijo en un tono lascivo que me repugno muchísimo.

- Oh! muchas cosas... -dije yo tratando de sonar seductor.- como por ejemplo esto...- le ecupí en la cara con todo el desprecio posible.
El galra ahora hecho una furia me abofeteó con todas sus fuerzas. Sentí mi mejilla arder.

-Te crees muy listo, verdad?...Desarmarlo y haced lo mismo que con las chicas.- tres hombres más me sujetaron para empezar a desnudarme lentamente. Me resistí todo lo que pude,sin exito algun. Me ataron las muñecas con una cuerda.

-Mmmmm! no estás nada mal para ser un hombre - dijo pasando su mirada por cada parte de mi cuerpo, hasta llegar a mi cuello donde logró ver las marcas que dejo Lance.- así que estás marcado por otro...ya te lo has tirado?, lo amas?.. pues siento decirte que tu y yo la vamos a pasar muy bien.

Me estaba comenzando a sentir raro y eso no era para nada buena señal. Y la mirada lasciva ese asqueroso galra me estaba empezando a incomodar y molestar .

- Pero primero, voy a dejarte con las zorras estériles mientras llamamos a Lotor- dijo señalando a las habitantes raptadas. Dos de los galras me sujetaron y me lanzaron dentro de una jaula con una mujer.  Cuando se aseguraron de haber cerrado bien la jaula se fueron por un conducto que llevava a quien sabe dónde.

-Vamos Keith piensa en algo...-observé la sala en busca de algo que pudiera hacer para liberarme de allí.
Mi vista se posó en mi compañera de jaula. Era una chica de unos 17 años mas o menos. Sus ojos eran amarillos con motas verdes y su piel blanca, como todos al parecer.
-Oye, puedes entenderme?- la chica asintió.- podrias desatarme con tus dientes?- ella me miró a los ojos para después sonreír. Le acerque mis muñecas a la cara y como si fuera lo más sencillo del mundo me logró deasatar las muñecas. - Wow...eso fue rápido...- me acerqué a ella y le desate las muñecas.
Ahora solo faltaba la jaula, eso fue más fácil. De una sola patada rompí la cerradura liberandonos a ambos. Sin tiempo que perder comenzamos a liberar a las demás prisioneras, pero los galras nos sorprendieron en pleno trabajo.

-Hijo de la gran p*ta! Te vas a cagar, preparate niñato!- me acerqué a el  galra y lo golpeé con todas mis fuerzas. A él y a los demás galras que osaban enfrentarse a mí.
La chica ya había liberado a las demás, le grité que se fuera mientras yo distraía a los galras y eso hizo. Salió corriendo con todas las demás, yo iba a hacer lo mismo pero mis piernas fallaron. Acabé chocando contra el rocoso suelo y en el acto, raspandome las rodillas. Me sentía raro y era un sentimiento conocido un sentimiento parecido a cuándo.... estaba en celo.
Mi cuerpo empezóa calentarse y mi parte trasera a humedecerse. Tenía que llegar a coger mi inyección, y tenía que hacerlo ya.
El galra que me abofeteó era el único aún consciente y esta vez me observaba de una manera totalmente  diferente a la anterior,  era como un depredador observando a su presa antes de comersela.
-Así que eres un omega... creía que estaban todos muertos.- dijo mientras se acercaba más a mí- ahora será mucho más satisfactorio violarte.

Me sentía muy acalorado y húmedo, el galra me agarró de la muñeca y con una fuerza sobrenatural me puso boca abajo en la mesa. Me estremecí al tacto de la fría mesa con mi torso desnudo. El galra inmovilizó mis brazos posandolos detrás de mi espalda.

-Para! Me duele sucio bastardo-hablé.

-Como si me importara!- respondió terco.

Alzó dos dedos de la mano y sin cuidado alguno me los introdujo en mi interior. Dolía mucho, pero a la vez me gustaba y me odiaba por eso. Lance, en ese momento me pasó por la cabeza mi ahora novio, que iba a pensar de mi ahora...no pude evitar que las lágrimas saliera a borbotones de mis ojos, y empecé a llorar. Por lo que estaba a punto de pasar y por saber que Lance me odiaria por esto. El galra agarró su miembro y lo colcó en mi entrada para de una sola embestida adentrarse en mi interior. Díos, dolía demasiado, clavaba mis uñas en la mesa, hasta incluso dolerme. Rezaba por que este infierno acabara rápido.
Lance porfavor... sálvame...

LANCE

-Cómo que hay una pared de roca?!-Preguntó la menor a gritos.-Y a qué  esperas haz un agujero!

Empecé a sacar piedras una por una.

20 minutos después

Me cago en las p*tas piedras la c*ncha de la lora. Tenía las manos llenas de cortes a causa de las afiladas piedras. Cada vez quedaban menos piedras estaba a punto de sacar otra y la pared se desmoronó. Vi atravesar a un gran grupo de chicas desnudas por el otro lado de la pared. Una de ellas se quedó observandome. Tenía unos curiosos ojos ámbares con motas verdes. Sin previo aviso, la chica me agarró del brazo para conducirme por un conducto hacía quien sabe dónde. De repente se paró y señalo hacía un agujero aún más grande.

-Ves, él te necesita...- dijo para salir corriendo hacia la salida.

Decidí hacerle caso y no me arrepentí.
Me acerqué hacia el galra que estaba violando a mi novio y estrellé un puñetazo en su rostro, el cuál hizo que cayera al suelo. Lo seguí golpeando, no iba a parar hasta matarlo.

-L-lance e-está bie-en y-ya vamonos.
Me giré hacia la voz jadeante que me llamaba. Lágrimas se escapaban por sus lindos orbes morados y su cuerpo estaba completamente desnudo. Tenia marcas en las muñecas y brazos, y raspones en las rodillas, que alteraban el bello color de su piel. Y lo que más  doloroso de aquella imagen fue el hilillo de sangre que se deslizaba por su parte trasera. Iba a matar a ese bastardo hijo de 7 padres distintos.

-Keith estás bien?!- dije entre furioso y preocupado.

-Estoy bien, adolorido y caliente, pero gracias a ti, bien.-dijo regalandome una pequeña sonrisa a mi parecer algo tierna.- Lo siento tanto Keith...

Me acerqué a el azabache  y posé mis manos en sus mejillas para unir mis labios con los suyos en un beso cálido y reconfortante.

Hacía tiempo que había dejado al gran cerdo inconsciente y deformado, realmente lo disfruté. Me acerqué hacía el montón de ropa y objetos de Keith y se los acerqué. Lo primero que hizo fue cojer el aparato para el celo y inyectarselo. Soltó un suspiro aliviado y me miró. Lo arropé con su chaqueta y lo cargué, pues no estaba en condiciones de caminar. Al salir, pudimos divisar al resto del grupo.

Sus miradas se posaron en Keith y luego en mi. El pabor en sus ojos me incomodó.

-Dime que no ha pasado lo que creo que ha pasado...- dijo Pidge.

-Me temo que si ha pasado...-dije tristemente. Que hayan violado a Keith y yo no haya podido hacer nada me hacía sentir impotente y furioso.
Me percaté de que ahora mi novio se encontraba inconsciente en mis brazos. Entré en pánico.

-Llevadlo a la cámara de sanación, ya!-ordenó Shiro.

Corrí hacia la nave. Al llegar a mi destino, le puse a mi novio el traje para que pudiera entrar a la cápsula, y con ayuda de Allura lo posamos en la susodicha.

Quién diría que verlo en ese estado me haría sentir así. Lloraba y rogaba porque Keith estuviera bien, y porque me perdonara por no llegar a tiempo. A tiempo para evitar que todo eso pasara. Los demás trataban de consolarme pero yo solo pensaba en los pjos morados de el azabache llenos de lágrimas.

Perdoname Keith...

Fin del capítulo 5.

Estuvo instenso yo lo sé. Es muy tard y se supone que estoy durmiendo así que... nos leemos.

Gracias poer leer y votar por esta historia!♡

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