¿Qué Pasó Ayer? [KnB] [Yaoi]

capítulo 26.

Ya habían pasado unas cuantas semanas y por más que Akashi y Furihata trataron de hablar con Masaomi les fue imposible haciendo que el pelirrojo empezara a molestarse demasiado.

—esta es la última vez, tiene que aceptarlo sí o sí.

—¿seguro que no quieres que te acompañe?

—no quiero que te sientas cansado o mi padre te diga algo que pueda afectarte a ti y a nuestros bebés. Regresaré pronto. —besó la frente de la castaña y salió de la casa

—todo estará bien Kouki —dijo su madre abrazándola, acarició uno de sus brazos

—eso quiero pensar —bajó la mirada

El pelirrojo al llegar a la mansión se dirigió a la oficina de su padre, ni siquiera se molestó en tocar antes de entrar, hablaría directamente y tiene que aceptar todo.

—deja de insistir, mi respuesta sigue y seguirá siendo 'NO' —dijo apenas su hijo entró, mantiene su mirada en unos papeles

—¿si mamá estuviera viva le hubieras pedido lo mismo? —su padre lo miró con el ceño fruncido

—no sabes lo que dices

—ponte en mis zapatos por un momento. ¿si ustedes hubieran estado en la misma situación también le hubieras pedido que abortara?

—lo dije para que tu futuro no sea arruinado por esa chica y dos mocosos

—ella es “él”, Kouki es un chico. Estás hablando mal de la persona con la que he decidido casarme y tus futuros nietos de quienes hablas de esa manera.

—Seijuuro, es un chico para hacerlo peor. Eso ni siquiera tiene sentido —se levantó de su cómoda silla de cuero y se dirigió hasta su hijo —las cosas serán difíciles

—no me importa que tenga que pasar, quiero a Furihata y mis hijos. Con o sin tu ayuda quiero ser feliz junto a las personas que más amo, ¿lo aceptas?

—no. Largate y no vuelvas nunca, no quiero saber nada de ti, él o ella no me importa que sea, y sobre los malditos bebés.

—entendido, jamás volveré. —dijo seguro de sus palabras y se marchó

El mayor lleno de rabia tiró todo lo de su escritorio y quebró varias cosas a su alrededor, se sentó nuevamente en la silla y de un cajón sacó una fotografía.

—todo sería más fácil si estuvieras aquí, Shiori.

La castaña apenas escuchó que alguien llegó a la casa corrió a ver de quien se trata.

—bienvenido. ¿cómo te fue?

Akashi la besó tomándola por sorpresa haciendo que ella dude por un momento, cuando se separó la miró con una sonrisa pero tiene una mueca de que está a punto de llorar.

—tú y yo junto a nuestros hijos siempre estaremos juntos aunque mi padre no lo apruebe nunca

—Sei...

☁️☁️☁️

—y-ya no puedo más —gimió Himuro

—claro que puedes

—Atsushi, ¡esta es demasiada comida no podré comer todo!

—Tat-chin debe comer mucho para que nuestro hijo o hija nazca perfectamente, lo recomendó el doctor

—si pero no tienes porque comprar tantos dulces, lo que tengo que comer son cosas saludables o lo que se me antoje