¿Qué Pasó Ayer? [KnB] [Yaoi]

-MuraHimu-

-acepto.

-acepto.

Fue un poco cómica la escena del beso, ver a Tatsuya estar de puntillas y Atsushi inclinándose un poco, divertido y romántica. Apenas se separaron sus amigos se acercaron para felicitarlos.

-felicidades hermano ya eres hombre casado. Tienes que lavar, hacer de comer, limpiar y cambiar pañales -bromeó Taiga

-eso se escuchó difícil. Igualmente nosotros siempre nos repartimos las tareas de la casa -rió.

-Atsushi siendo sincero jamás te imaginé en el altar pero estoy feliz por ti -dice Akashi

-¿deberia sentirme ofendido o feliz? -se pregunta el pelimorado comenzando a pensar en ello

-no te sobre esfuerces o te pondrás de mal humor -advirtió su esposo posicionándose a su lado entrelazando su brazo izquierdo con el derecho de Murasakibara

-Tat-chin ¿hoy puedo comer todo el pastel que quiera?

-claro, por esa razón pedí dos pasteles

-eres el mejor Tat-chin -lo besó rápidamente para correr hacia su madre, quien cuida a su hija Noa, para quitarle la niña y nuevamente correr hacia el pastel que dice 'solo para Atsushi'

Ya más tarde todos se acercaron a la nueva familia para saludar y felicitarlos, ellos agradecían desde su corazón por su presencia en ese evento tan importante de su vida. Ambos en momentos jugaban y alimentaban a su pequeña hija que lucía un hermoso vestido del mismo color que el cabello de su padre, en momentos ambos se derretían de la ternura cuando ella dejaba escapar incompletos 'mamá y papá' además de que quería decir otras cosas pero le era casi imposible.

-no quiero que crezca -se quejó de repente el pelimorado

-es algo inevitable aunque tampoco lo quiero

-quisiera volver a hacer todo de nuevo, de una manera natural y no como sucedió esto tonto

-pero gracias a Ryouya y Kazunari sucedió eso tonto y estamos juntos, casados acompañados de una adorable hija -la pequeña sonrió cuando la miró con una sonrisa en sus labios

-es verdad. -sonrió levemente -Tat-chin... -el mencionado lo miró dudoso -cuando muramos naceremos diferentes y tal vez no nos recordemos pero aún así nos reencontraremos y volveremos a estar juntos porque nuestro es muy fuerte como para que se rompa después de la muerte. Te quiero para siempre, Murasakibara Tatsuya

-te quiero para siempre Murasakibara Atsushi

[...]

-¿Qué es esto? ¿un regalo sorpresa? -preguntó Tatsuya mirando la habitación decorada

Velas, música suave de fondo, pétalos de rosas en la cama formando un corazón, un dulce aroma a vainilla.

-es más bien un regalo de los chicos -explica el gigante -ellos hicieron todo esto y te mandan esta nota -extiende un papel hacia su esposo

'la silla de ruedas está en el armario de la habitación'

Giró los ojos y rió divertido por la nota, que supone, la debió esctibir Kagami.

-Tat-chin... -lo llamó en un tono ronco

-está bien Atsushi.

Entre besos y caricias sobre la ropa muy pronto de deshacen de éstas quedando solamente en boxer, Tatsuya sun vergüenza alguna miraba al menor sufrir con cada beso que dejaba en el glande. Murasakibara tomó al mayor del cabello halándolo hacia atrás y besarle con furia dejando una que otra mordida, el azabache no se quedó atrás y comenzó a jugar con la lengua contraria, la música cubría un poco los húmedos ruidos del beso, se separaron con un hilo de saliva uniéndolos. El pelimorado tiro suavemente al azabache sobre el colchón, ni siquiera sé detuvo a pensar si al mayor le dolería por el simple hecho de que ni lo preparó.

Las penetraciones era un poco rápidas provocando dolor mezclado con la excitación de querer más, Tatsuya quería decirle que parara, que le dolía pero su deseo sexual es mayor así que lo soporta. Murasakibara se detiene al ver como el mayor está sonrojado, cubriendo la parte inferior de su rostro con su antebrazo y de sus ojos salen lágrimas.

-lo siento Tat-chin

-es-estoy bien, tranquilo puedes continuar -le sonrió

Murasakibara continuó solo que ahora iba un poco más lento escuchando los leves jadeos y gemidos del azabache, quería escucharlo gritar suplicando más y más hasta partirlo por la mitad o qur no camine por unas cuantas semanas para sonreír satisfecho de lo que es capaz de hacer cuando se trata de él, Himuro Tatsuya o mejor dicho Murasakibara Tatsuya.

[...]

El primero en despertar fue Murasakibara, los molestos rayos del sol entrando por la ventana los despertaron y se habría puesto furioso si no hubiera visto al hermoso chico a su lado.

Rasgos hermosos, su cabello desordenado, sus labios ligeramente rosados e hinchados, marcas y mordidas adornando su: pecho, cuello y muy cerca de su intimidad. Escuchar su delicada respiración, su rostro mostrando un poco de molestia por los repentinos rayos del sol, luce hermoso.

El pelimorado comenzó a dejar besos por el rostro del mayor hasta detenerse en los labios contrarios y no le sorprendió ser correspondido, comenzando así una batalla entre sus lenguas, dejando pequeños mordidas que les causaba jadeos y gemidos por parte del azabache.

-¿como estás? -preguntó Murasakibara al separarse

-un poco adolorido pero nada serio -mintió, le dolia hasta los huesos -¿vamos a desayunar? -se arrastró hasta la orilla de la cama haciendo una mueca de dolor

-¿seguro que estás bien? -se sentia culpable

-claro. -fue ahí cuando su mentira fue descubierta, sus piernas le fallaron

-vamos a bañarnos y luego reposaras. Mamá cuida de Noa-chin así que no debemos tener prisa

-tienes razón -se sintió un poco avergonzado al ver al alto caminar hasta él y cargarlo hasta el baño

Dejó al mayor sentado en el retrete y por suerte son de los que tienen un cojín así que no fue del todo doloroso estar sentado, vio al mayor preparar la tina con agua tibia y hechar un liquido que causa las burbujas con un agradable olor, lo carga nuevamente para meterlo con cuidado a la tina para seguido meterse él quedando frente a Tatsuya.

-lo siento no debí ser tan brusco -sintió las lágrimas brotar de sus ojos

-no es tu culpa, Atsushi, realmente lo disfruté. Siempre lo disfruto -limpió las lágrimas del alto

-Tat-chin... Tat-chin es una muy buena persona -se echó a llorar como todo un niño pequeño. Sip, podia verse intimidante pero él siempre es un niño

-te amo

-también te amo -besó su frente.

-después vayamos a comprar dulces para toda la tarde ¿que te parece una tarde de películas?

-me gusta -sonrió -todo lo que tenga que ver con Tat-chin me gusta

-todo lo que tenga de que ver con Atsushi me gusta.

Se sonrieron. Se gustan, se quieren y se aman, así de simple y fácil.

-Fin MuraHimu-