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Gracias a las terribles lluvias y tormentas eléctricas de últimamente, Sam tardará más días en llegar.

Bueno, no me pongo tan triste porque tengo a mi novia conmigo. Mi novia. Me gusta mucho el título.

Salí del hospital hace dos días y aunque ya me quitaron todos los vendajes y eso, aún así debo tener reposo.

Debo admitir que Ally ha sido bastante amable conmigo. Es tan... No sé ni cómo describirlo. Es tan cuidadosa y sobreprotectora... simplemente me encanta, es una chica tan adorable.

Siento un ligero peso a mi lado en la cama y luego siento unos suaves labios rozar los míos y abro los ojos con una enorme sonrisa.

—Perdona, ¿Te desperté? —pregunta dando un pequeño y dulce beso en mi nariz.

—No, pero no me importaría que me despiertes así siempre —respondo sonriendo y acercándola a mí para besarla una vez más. Y es que nunca podré tener suficiente de Allyson. Ella se sube encima de mí con bastante cuidado.

—Te quiero —dice rozando cariñosamente su nariz con la mía, para luego dar un suave beso ahí.

—Yo también te quiero, Ally —respondo sinceramente mientras acaricio su espalda.

Ésto es una locura. Jamás supe que podía sentir ésto tan fuerte... oh, Dios, no puedo ni creer que finalmente Ally es mi novia. Mi novia. Simplemente es demasiado, no puedo acostumbrarme.

Todavía siento que mi estómago entero vibra de la emoción.

No sé cuánto me debía la vida para merecerme tener a Ally a mi lado. Parece tan increíble... Ally es como el Ángel que jamás ha existido... Como si la vida me hubiera enviado un ángel guardián, alguien que viniera a marcar un antes y un después en mi vida, porque desde que ella llegó, todo está siendo diferente... quizá sea sólo mi percepción.
Y sí, también tiene que ver en que, bueno, puse más de mi parte para poder mercer a esta chica. Y aunque nunca voy a ser suficiente buena para realmente merecer su cariño, todo mi esfuerzo estarán centrados en ello para siempre. Por que ésta chica no se merece menos.

—¿Estás triste? pregunta ella de repente.

—¡Por supuesto que no! ¿Cómo podría estar triste? —acaricio su mejilla, incapaz de dejar de tocarla o sentirla cerca.

—Por Sam, ya sabes... No podrá venir en más tiempo y lo extrañas.

—Ah, eso... no te preocupes, estoy algo acostumbrada a su abandono. Sam es bastante impredecible y, a pesar de que dice que viene, puede cancelar en el último momento por cualquier cosa.

Ella acaricia mi hombro, como reconfortándome.

—Bueno, quizás me animaría si cantas para mí —pido recordando algunas de las veces que la he oído cantar. La verdad es que tiene una voz hermosa y hechizante.

—¡Por supuesto! —responde alegre— me gusta mucho cantar.

—Bueno, pues créeme, si te dedicaras a cantar, serías más famosa que Justin Bieber.

Ally sonríe y se acerca a mis labios para besarme, pero mi teléfono suena, cortando momento.

Como el número no está dentro de mi lista de contactos, respondo totalmente molesta:

—¿Quién es?

—Hola, _____. Soy Leo, ¿Te acuerdas de mí? Soy amigo de Ally.

Hago mi más grande esfuerzo en no rodar los ojos.

—Claro, te recuerdo, ¿qué pasa?

—Bueno, ¿Podría hablar con ella, por favor?

—Sí, por supuesto... es para ti, guapa —digo a Ally extendiéndole mi teléfono.

Paraíso. ➸Ally Brooke y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora