Por algún motivo, el día se sentía diferente. No entiendo por qué. El sol salió por el mismo lado, al igual que todas las mañanas.
Ally había dejado su habitación y había venido a la mía al igual que todas las mañanas.
Después de desayunar, salimos a caminar a la playa... al igual que casi todas las mañanas.
Era algo realmente satisfactorio ir por ahí simplemente admirando los paisajes, el clima, sentir la compañía de mi adorable novia... era una de esas mañanas perfectas, una de aquellas en las que me encontraba tan genuinamente feliz que Ally se ponía de buen humor también... Y eso siempre ponía de buen humor a quienes estaban cerca.
La gente sonreía por el simple hecho de vernos por la calle tomadas de la mano, besándonos o cualquier gesto tan común. La gente decía que irradiábamos felicidad y pureza. Y es que realmente, esos adjetivos representaban nuestra relación.
Es la primera vez que sabía cómo se supone debía sentirse estar en una relación recíproca.
Cuando estamos por volver a casa para averiguar qué haremos el resto del día, encontramos a varios de mis compañeros celebrando su última semana de vacaciones. También hay varias personas que yo no conocía, pero Ally sí. Es divertido como yo al convivir por años con ellos no tengo idea de quiénes son y Ally sí.
—¿Podemos quedarnos? —pregunta con una cara tan adorable, que no puedo decirle que no.
—Como tú ordenes, reina —hago una exagerada reverencia, ante lo cual, Ally se ríe.
Noto que varios se extrañan de que me haya unido a la reunión, ya que normalmente estoy sola y evado convivir demasiado. Quiero decir, cuando éramos compañeros y estábamos prácticamente obligados a convivir lo evitaba ¿por qué ahora lo hago?
Odio ser esta persona.
Dan parece nuestro fotógrafo personal, de nuevo. No para de hacernos fotos a cada beso que nos damos, cada caricia que me hace o le hago... incluso si nos miramos nos hace una foto.
Algo que me parece extraño, es que cada foto que nos hace, Ally parece más nerviosa. Incluso en una de ellas le grita porque él dice en voz alta que está a punto de subirla a sus redes sociales... Y, si Ally grita, es porque algo no está bien.
En realidad, no sé porqué actúa así. En la fiesta de Leo ella parecía muy feliz por que él no dejaba de hacernos fotos... Sé que es desesperante hasta cierto punto, pero Ally suele ser muchísimo más paciente que yo, por ende no entiendo por qué ahora tiene un problema con eso.
—Ahora veo que tiene complejo de fotógrafo, ¿verdad? —pregunta de una manera tan sutil, que es sospechoso.
—Bueno, le gusta la fotografía, supongo que sí —respondo confundida.
—¿Él tiene un foro o algo así? ¿Sus fotos son públicas? —insiste.
—Bueno, pues sí, tiene una cuenta en Instagram donde sube muchas fotos... Digamos que es más o menos famoso. Se dedica mucho a sus redes sociales.
Al decir lo último, ella se pone blanca. Yo simplemente no veo el problema.
—Linda, ¿Estás bien? ¿Hay algún problema con eso?
—No, sólo curiosidad —responde, pero su ánimo decae.
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