「 n u e v e 」

5.4K 543 84
                                    

No puedo dejar de sonreír como una tonta desde la noche anterior. A pesar de que dormí menos de seis horas, me siento tan fresca como si me hubiera inyectado veinte gramos de cafeína en la sangre.

He's giving me the good shit,
that make me no quit,
the good shit...

Camino marcando el ritmo de Everyday con cada paso que doy y entro a la escuela sintiéndome como si flotara. Es decir, de haber podido le habría hecho a todo el mundo un cumplido. Incluso a las chicas molestas de mi clase. A ese nivel de hiperventilación llego.

Supongo que es por esa razón que no me doy cuenta al instante de las miradas sobre mí. Es más, Yoongi tiene que cruzarse frente a mí, empujarme dentro de un salón vacío y prácticamente arrancarme los audífonos para bajarme de nuevo a la tierra.

—Sunmin. —Farfulla.

Frunzo el ceño tan solo escuchar su tono de voz. La última vez que me habló así fue para decirme que Boo estaba en el hospital, y aquello había sido hace casi dos años.

Ladeo la cabeza ligeramente, invitándole a que continúe. Yoongi se frota el rostro varias veces con exasperación, como debatiéndose entre contarme de una vez, insultarme o gritar. Usualmente termina haciendo las tres a la vez.

—Estás...tú...Dios, no sé cómo ponerlo para que sea menos dramático. —Suspira rascándose la frente. Por mi parte, estoy al borde de un colapso nervioso.— Prefiero decírtelo yo o Taehyung va a encontrarte y amarrarte a un maldito árbol hasta matar a cada ser humano en esta escuela. Iniciando por esa amiga rara de Hoseok.

Okay, estoy oficialmente confundida.

Yoongi rueda los ojos con un atisbo de  culpa en la mirada. Entonces escarba en el bolsillo de su chaqueta y me entrega un papel arrugado.

Me tardo cinco segundos en alisarlo y al menos dos minutos en reaccionar luego de leerlo.

Es una fotografía del momento en que Mingyu y yo estábamos en la escalera la noche anterior. Y por el ángulo de la fotografía, pareciera que estábamos haciendo algo más que hablar. Para empeorarlo, mi cabello cubre gran parte de nuestros rostros. La fotografía es en buena calidad, y probablemente, quien la haya tomado debió haber hecho varias ráfagas para conseguir ese ángulo. La fotografía incluso tiene un marco, donde varias palabras destacan en color rojo chillón.

"Puta" "Calladita" "Bastarda".

Mi cerebro parece desconectarse luego de eso. Siento la bilis subiéndome por la garganta y siento muchísimas ganas de gritar y llorar a la vez. No hago ninguna de las dos. Me quedo estática, con el papel entre mis manos y la mirada perdida en algún lugar de la pared gris.

—Han estado repartiéndolos por la escuela. —Murmura Yoongi, pareciera que le duele hablar.— Lo siento, Minnie.

Trago saliva y de algún modo logro componerme lo suficiente como para darle una media sonrisa.

Lo único que pasa por mi mente es Hoseok, y que probablemente esto lo arruine todo. Luego pienso en Taehyung y me siento mareada. Mi mejor amigo es el mejor de los mejores, pero a veces no sabe dónde detenerse cuando se trata de mí y las cosas se ponen jodidas.

La noche en que perdí la voz, lo último que papá dijo antes de salir de casa fue: "Kim, tú la cuidas". Creo que Taehyung siente culpabilidad desde entonces, y eso justifica en parte su necesidad de tenerme cerca todo el tiempo.

talk - jhopeDove le storie prendono vita. Scoprilo ora