「 v e i n t i c i n c o 」

1.9K 224 163
                                    

Leer nota al final ¡!

[🔕]

—¿Estás segura de que puedes quedarte sola? —Me pregunta Hoseok por décima vez desde que llegamos a mi casa. El dolor en mi pierna había disminuido, pero al caminar me hacía soltar gruñidos a cada paso que daba. Debido a ello, Hoseok lleva revoloteando por mi habitación al menos veinte minutos, poniendo almohadas para mantener mi pie en alto, trayendo una bolsa de hielos, analgésicos, una taza de té caliente y varias tabletas de chocolate.

Mi novio es un jodido sueño. Y es mío. ¿Qué hice para merecérmelo?

—...tienes que fijarte de- Minnie, ¿me estás escuchando? —Suelta divertido. Yo pestañeo varias veces, solo entonces noto que me he quedado viéndolo fijo con una auténtica cara de babosa. El calor no tarda en subir hasta mis mejillas.— Ya, ¿te desconcentro? ¿Es eso?

Asiento por impulso. Y luego niego. Y vuelvo a asentir, echa un manojo de nervios.

Mi sol radiante deja salir  una ligera carcajada. No tengo tiempo a reaccionar antes de que, aprovechándose de que estoy recostada, se ciña sobre mí.

—Si no estuvieras convaleciente sabes que tú y yo estaríamos haciendo cosas más divertidas, ¿verdad? —Su mirada se oscurece mientras enreda un mechón de mi cabello entre sus dedos.— Sudar, movimiento, menos ropa. Solo algo de ejercicio para pasar el frío.

Jo. Der.

Intento hacer que mi cerebro funcione, pero todo lo que consigo es sonrojarme hasta la médula y abrir los ojos como platos.

Este chico pasa de cero a cien en segundos.

—No pongas esa mirada de cachorrito perdido, Oh Sunmin. —Sus dedos trazan círculos en mis mejillas mientras una sonrisa ladeada aparece en su rostro.— Porque tú te has imaginado tantas cosas como yo desde que nos conocimos en el laboratorio, ¿verdad?

Voy a desmayarme.

Sus dedos hacen su recorrido desde mis mejillas hasta la piel descubierta de mi cuello. Cada toque hace que mi corazón lata de manera arrítmica. Y demonios, si no fuera porque me he estropeado la puta pierna, creo que ya habría saltado sobre él.

—En fin, he esperado mucho por ti, Minnie. Así que puedo esperar un poco más. —Agrega dándome un corto beso en los labios. Quita sus manos de mi piel y yo hago un puchero, extrañando inmediatamente el calor que emana. Nuevamente se ríe y vuelve a besarme.— Ya, si haces eso no podré dejarte aquí.

Estoy apunto de pedirle que se quede conmigo cuando el sonido de una bocina rompe el silencio de un barrio a media noche.

—¿Es tu papá? —Pregunta Hoseok frunciendo el ceño. Yo niego efusivamente. Papá jamás tocaría la bocina al llegar a casa.

Me pongo de pie para asomarme a través de mi ventana. Me tardo un par de segundos en reconocer el auto que acaba de aparcar -bastante mal, por cierto- en la acera de en frente.

¿La camioneta del padre de Boo? ¿Qué mierda?

—¿Es Mingyu? —Ni siquiera noto a Hoseok a mi lado hasta que habla. Lo observo con el ceño fruncido, realmente perdida en la situación. Es casi media noche, ¿qué demonios...?

—¡Minnie! —Un chillido entrecortado proveniente desde la planta baja hace que el mundo se detenga por un instante. Escucho a Hoseok gritar mi nombre mientras corro escaleras abajo, pero mi cabeza de pronto parece haberse desconectado de mi cuerpo.

talk - jhopeWhere stories live. Discover now