Capítulo 8

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Estoy sentada junto a Rosalya en la primera banca de la iglesia. Es tarde y no hay nadie más aquí. Todo está completamente en silencio.

―No puedo creer que mañana sea la boda ―suspira Rosalya.

―Por favor no me digas que quieres huir ―bromeo.

―¡Claro que no! ―chilla Rosalya y ríe.

Le sonrio de vuelta pero la sonrisa no llega a mis ojos. En las últimas sonreír se ha vuelto un problema.

―Sé que no debería preguntar sobre Castiel... ―dice Rosalya, tocando el tema que he querido evitar.

Flashback

―Desde que estamos juntos...¿Volviste a acostarte con ella? ―Me daban arcadas con cada palabra.

―No. Te dije que fue antes.

―¿Por qué te ayudó en el trabajo? ¿Por qué te dio el dinero? ―Ni siquiera sabía si creer en lo que decía.

―Creo que le gusto. ―Se encogió de hombros.

Mi corazón dolía, realmente dolía. Quería acurrucarme y llorar, desaparecer.

―Bien. ―Asentí―. Después de la boda de Rosalya iré por mis cosas al piso y volveré a mi casa.

Castiel asintió con una expresión tensa.

―Pero ahora no puedo volver a casa.

―¿Por qué no?

―Simplemente no puedo. ―Recordé a la niña que me abrió la puerta―. ¿Puedo quedarme contigo hasta entonces?

―Sí. Por supuesto que sí. ―Encendió el motor pero el auto no se movió, se quedó sentado allí apretando un puño.

El aire era pesado y la realidad de lo que era la vida comenzaba a golpearme.

―¿Estamos terminando? ―preguntó.

―No lo sé. ―Me encogí de hombros y me puse a llorar apartando mi mirada de él.

Fin flashback

―¿Qué pasa con Castiel? ―preguntó queriendo sonar indiferente pero aún sabiendo que jamás podía serlo con él.

―¿Aún no lo solucionan? ―El tono en la voz de Rosalya me deja ver que si preocupación es genuina, siempre lo es.

Niego con la cabeza guardando silencio y dirigiendo mi mirada a la decoración con flores sobre el altar. Rosalya tiene un muy buen gusto.

―A veces pienso que podría morir si estamos juntos pero...cuando estoy con él es difícil encontrar paz.

―Entonces... ¿Ya terminaron?

Volví a negar con la cabeza.

―No, realmente no. Creo que ninguno de los dos puede hacerlo.

Sólo habían pasado unas semanas pero la distancia que se formó entre nosotros parecía un abismo. Compartimos la cama todas las noches y desayunamos junto a sus padres en las mañanas pero la mayor parte del tiempo actuabamos como desconocidos.
El resto del día pasó en calma y después de despedirme de Rosalya volví a casa de Castiel queriendo descansar. La mañana siguiente teniamos que ir temprano con Rosa ya que la ayudaría a prepararse.

Los padres de Castiel eran amables y agradables, parecían llevarse bastante bien y cada vez que los miraba intentaba entender de donde Castiel había sacado aquel carácter tan explosivo.

Luego de cenar, fingir sonrisas y envolvernos en conversaciones casuales fui hasta la habitación. Me puse la pijama y me acurruqué en mi lado de la cama, sin embargo, no podía dormir.
Últimamente conciliar el sueño se había vuelto un problema, me pasaba la mayor parte de la noche llorando y pensando, retrocediendo en el tiempo, preguntándome y tratando de descifrar que fue lo que hice mal, lo que hicimos mal.

Corazón de melón: Lo intentamos ||LSDP#2Where stories live. Discover now