Arranged [ spanish version ]

capítulo veintidós

♫ canción del capítulo: Someone Like You de Austin Mahone ♬

❝Any room that you walk into becomes such a better place. And I can see what I've been missing and what I will always need. Someone like you...❞

Me quedé de pie en la entrada. Mis ojos abiertos mientras miraban con atención el pasillo decorado. Estaba en un estado de asombro. Viendo como el local lucía ante mis ojos, era una vista completamente diferente a la que tenía a través de la pantalla del computador. Las imágenes que había en el sitio web no le hacían nada de justicia.

Me recordaba a la fiesta de negocios de Justin. Todo en el lugar era elegante. Los techos eran altos, diferentes molduras lo adornaban. Cortinas adornaban las paredes, dándoles un toque extra, haciendo lucir todo más memorable.

Numerosas mesas estaban adornadas con manteles blancos, al igual que las sillas. Al igual que en la fiesta de Justin, había una lámpara de araña colgando del techo, que llamaba por completo la atención. Lo que más me llamó la atención había sido la gran pista de baile que había justo en el medio del salón.

En medio de la pista de baile estaba mi hermosa hermana. Hoy era el día de su boda. Hacia solo una hora, había estado intercambiando anillos con Joan (su esposo), y escribiendo sus votos.

Ella, como siempre, se veía hermosa. Pero hoy tenía un brillo especial. Sus ojos brillaban con felicidad. Inconscientemente sonreí a eso. Su blanco vestido de novia tenía un hermoso escote de 'v' y el velo llegaba hasta el suelo. Usaba pulceras, aretes y un collar de plata. Su cabello rubio estaba suelto hasta la altura de sus pechos.

Hermosa era la única palabra que podía usar para describirla.

Fui sacada de mi encantamiento cuando sentí una mano envolverse alrededor de mi brazo. Giré mi cabeza hacia la izquierda y me encontré con los ojos de Justin, una de sus cejas estaba arqueada mientras me miraba directo a los ojos.

—¿Estás bien, Lea? Tengo varios minutos llamándote —su voz sonaba desconcertada pero sacudí mi cabeza, dándole una sonrisa.

—No, no, estoy bien... Es solo que estoy tan feliz por Mary. Ella se merece el mundo —le dije con honestidad, mientras mis ojos iban de regreso a mi hermana, quien estaba envuelta en los brazos de su esposo, una soñadora sonrisa bailaba en sus labios.

—Ustedes son cercanas, ¿huh? —escuché como preguntaba suavemente. Su tono de voz subió cuando una suave melodía comenzó a sonar.

—Sí, desde que somos pequeñas. ¿Qué hay de ti y Jaxon? —pregunté, devolviendo mi mirada a él. Las esquinas de su boca se elevaron y sacudió su cabeza, mientras lamía sus labios.