Arranged [ spanish version ]

capítulo veintiséis

La mañana siguiente llegó y desperté con mi mente llena, mis pensamientos estaban por todas partes. La hermosa y atrapante melodía que Justin había tocado para mí la noche anterior se seguía repitiendo en mi mente.

Él se abrió más para mí la noche pasada y había caído un poco más por él.

Sentí como mi corazón era estrujado sabiendo que Justin nunca se sentiría de la misma manera hacia mí. Éramos sólo amigos para sus ojos. Además, él ya tenía a Janice.

Pero aún así, intentaría hacer lo que Pattie había dicho.

Mostrar mis sentimientos.

Y así fue como desperté esta mañana, como una mente determinada.

Aunque no era del todo fácil hacer eso. Justin no estaba ahí para el desayuno. Lo busqué por los alrededores de la casa, sabiendo que él tenía que estar aquí ya que era fin de semana y tenía los días libres.

Me preocupe un poco cuando no pude encontrarlo, pero me tranquilice cuando se me ocurrió que tal vez podría estar afuera.

Así que seguí con mi día.

Termine el libro que había estado leyendo. Tuvo un final feliz, como era de esperarse. La chica había terminado perdonando al famoso hombre por haberla engañado y lo más impactante de todo es que él se le había propuesto. Y supongo que ustedes pueden adivinar su repuesta. Sí.

Como sea, su historia y su final - eran demasiado bueno para ser verdad. Esa era la cosa con la vida, solo algunas personas, quienes eran afortunados, tenían un final digno de libro.

Yo no era una de esas personas.

Aunque no importaba, yo no encajaba con ese tipo de cosas. Estaba contenta con la vida que llevaba. Algunas personas la pasaban realmente mal en comparación conmigo.

Después de que había terminado de leer mi libro, me di cuenta que eran alrededor de las doce de medio día. Justin aún no había llegado a casa y luché con todas mis fuerzas en no pensar que él tal vez estaría con Janice. En lugar de eso, ocupe mi mente en cualquier cosa mientras me ponía a preparar la merienda.

No estaba segura de si Justin estaría en casa para la hora de la comida o si estaría hambriento. Pero aún así hice comida suficiente para los dos. Me serví un plato lleno de macarrones con queso y me senté en la mesa de la cocina. Comí en silencio, el único sonido que se podía escuchar era el del tenedor golpeando contra el plato.

Se sentía extraño.

Después de unos minutos, terminé y me puse a lavar el plato sucio. Entonces me di cuenta de que no tenía nada más que hacer. Ninguna otra cosa que ver algún programa en televisión o leer el resto de los libros que tenía.

No tenía nada más que hacer.

El sonido de la puerta de entrada siendo abierta y posteriormente cerrada, llamó mi atención.