XIV. Ánima

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Tú alma solitaria
Que moras en desgracia,
que acaricias con tus pieles
Las llamas purificadoras del purgatorio.
Tú que ya no escalas los niveles que te lleven a cruzar el fuego divino
Pues no existen siglos que perdonen tu pecado.
Promete que la soledad no te va a consumir
Que la palabra negada de la absolución
no detenga las plegarias de aquellos que creen en tu divinidad.
Tú alma cobarde,
que negaste la obra de misericordia al hijo del hombre
No permitas que la duda invada los aires que los mortales respiramos.
El calvario recuerda tu rostro invadido por el miedo
Y ahora,
aquellos a quienes tuviste el deber de asistir
Te abandonan.
Pues soledad es todo lo que te ha de quedar.
Celestina
Recuerda a Dimas
Recuerda a Gestas
Mas por nada del mundo vengan a tu memoria los judíos,
quienes con sangre en su mirada intimidaron la bondad.
Ánima sola
Tu condena será jadear;
Ánima sola
Todo lo que te queda es recordar.
Te pido que me libres de la soledad que te es eterna
Y no permitas que la cobardía me cuente como opción.
Te lo ruego.

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Poema escrito como oración basado en la historia de la Ánima sola.

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El funeral del tiempo (AZUL) (En edición)Where stories live. Discover now