The Teacher's Son [Gay + Adultos]

18 "Tutorías"

18.

"Tutorías"

El incidente tuvo varias consecuencias, entre ellas puedo decir que por primera vez deje de ser el chico invisible, el que todos ignoran y humillan; ahora soy el chico del que todos murmuran preguntándose ¿Qué es lo que tiene de especial? Trato lo más que puedo de ignorarlos, lo cual es bastante difícil teniendo en cuenta que mis dos mejores amigos se hacen las mismas preguntas, solo que ellos me las hacen directamente.

-Es que simplemente no entiendo, ¿Por qué te defendió Chico Malo si se supone que él mismo te hace bullying? O sea, le agradezco mucho que lo hiciera y tal, es solo que no me cabe en la cabeza cual pueda ser su motivo. -Casi puedo escuchar en las palabras de Moni las dudas del resto de la escuela.

-No creo que haya sido precisamente por mí. Yo más bien pienso que fue por Luis, es tu primo al final de cuentas, como eres mi amigo y me ayudaste pues él solo te apoyo a ti, no a mí. -O por lo menos eso es lo que me digo a mí mismo para no hacerme falsas ilusiones.

-Así como lo planteas suena lógico. -Coincide conmigo Luis. -Aunque también está el hecho que se refirió directamente a ti Diego. Incluso te llamó por tu nombre, cosa que para ser francos nunca antes lo he escuchado hacer. - ¡No!, no, no, ¡En verdad lo dijo! Por un momento pensé que fue solo una de mis alucinaciones.

-No estuve presente cuando ocurrió, pero por lo que he escuchado de otros, dejó muy en claro que estas bajo su protección. Además, si mal no recuerdo el otro día saliendo del antro se portó muy bien con nosotros, bueno contigo, o por lo menos así lo entendí. Todo esto me tiene loca, es un tipo raro.

-Ni que lo digas Moni, es mi primo y lo quiero, pero debo reconocerlo, a veces no lo entiendo.

-Da igual lo que haya dicho o hecho solo diré que le agradezco el que me ayudara, las motivaciones que haya tenido para ello al final solo él las conoce y no ayuda en nada el especular al respecto. En cuanto a los rumores no quiero saber de ellos, simplemente no me interesan.

Se ven entre ellos seguramente preguntándose qué es lo que había detrás de todo esto. Lo cierto es que ni yo lo sé.

Afortunadamente se olvidaron del asunto un par de días después y regresé a mi rutina normal. O por lo menos eso creí. Terminando la clase de matemáticas se acerca Antonio (uno de los gemelos) y sentandose frente a mí.

-Hola Diego, ¿Te puedo pedir un favor?

- ¿De qué se trata? -Algo me huele raro, mejor me voy con cuidado.

-Como sabrás estoy en el equipo de futbol, sin embargo, para poder continuar en el equipo necesito subir mis notas en matemáticas. ¿podrías ayudarme a estudiar? O darme algunas tutorías.

- ¿Por qué me lo pides a mí? Yo no soy tutor.

-Entiendo, lo que sucede es que ya hablé con ellos y me dijeron que no podían.

- ¿Le has preguntado a Andrés? Estoy seguro que él con gusto te podría dar asesorías.

-Lo dudo, ya le pregunté y tampoco puede.

- ¿Y Omar, ya le preguntaste a él? –Según lo que él me dijo es bueno en la materia, desconozco si Antonio está al tanto del asunto así que me arriesgo un poco al revelar información que él no quiere que se sepa.

- ¡Jaja, ese chiste fue bueno!, no, Omar no sabe enseñar, si es bueno, pero se desespera muy rápido, es un gruñón de primera, si quisiera que me griten todo el tiempo mejor me voy con mi papá al ejército.

-Entiendo, pues no se me ocurre alguien más.

-Bueno ni modos, supongo que tendré que arreglármelas solo. -Eso es chantaje emocional, está apelando a mi lado bueno. Además, ya está avanzado el semestre, nadie lo aceptará a estas alturas.

-Está bien, solo dime en que tienes problemas y veremos que hacemos. –Acepto no muy convencido, tengo la sospecha que me arrepentiré de esto.

- ¡Gracias amigo! Te debo una. - ¡Y ahí vamos de nuevo! ¿De dónde sacan que por intercambiar un par de palabras automáticamente nos convierta en "amigos"?

Mientras vamos caminando a la siguiente clase, me muestra los ejercicios que le están causando dificultades, tenemos mucho que trabajar si realmente quiere pasar la materia.

Durante el almuerzo Moni me pone al corriente de las tendencias en moda, en realidad solo la escucho ya que a pesar de lo que la mayoría cree, el ser gay no me hace en automático un experto en el tema. Sin embargo, su intención no es que le dé mi opinión, más bien es una lección, igual no le presto mucha atención.

Estamos en eso cuando se acerca Antonio y se sienta con nosotros para ponernos de acuerdo con los horarios de asesoría. No tarda mucho en que su inseparable compadre Rubén que viene con una chica de tercer semestre quienes también se acomodan en nuestra mesa como si nada. Con eso tanto Moni como yo nos sentimos fuera de tono. Después de buscar horarios en los que coincidiéramos nos dimos cuenta que solo teníamos libre durante el descanso y una hora al final de clases antes de su práctica con el equipo.

Una vez establecidos los horarios ruego por que se retiraren, pero no, se quedan plantados ahí. En un acuerdo tácito mi amiga y yo decidimos marcharnos, cuando hace su aparición Luis acompañado de Gera y Clara, dejan sus cosas sobre la mesa y se unen a la charla con los gemelos.

Resignado no me queda otra opción que quedarme con ellos, Luis trata de incluirme en la plática siempre que puede con frases como: "¿O tú como ves Diego?", "Cuéntales sobre el videojuego que me mostraste", "¿Recuerdas ese día?, ¡fue muy divertido!".

Lo dicho, Luis puede ser obstinado cuando tiene algo en la cabeza, comprendo que dejó de buscarme pareja porque al igual que lo hacía Mónica antes, su nueva misión es que haga amigos en la escuela. Le sigo el juego un rato más hasta que gracias a dios termina el tiempo libre y regresamos cada quién a sus clases.

Esta semana es un caos, todos los días durante la comida estudio con Antonio mientras sus amigotes hacen barullo al lado. En las tardes como habíamos concordado nos vemos junto a las canchas, ahí conocí al resto del equipo quienes de igual manera no lo dejan concentrarse. Ahora entiendo el motivo por el que les va tan mal en las materias.

Unos días después como no cesan de interrumpir organizo una dinámica grupal, explico un ejercicio y ellos tienen que resolver otro, el último que lo termine o el que lo realice mal recibe un castigo que puede ser: recibir un zape de cada uno, hacer lagartijas, planchas o algún otro ejercicio. Mientras quien termine primero y bien escoge el castigo. La dinámica termina siendo divertida, si bien lo toman más como relajo que como estudio, de alguna forma sus notas van mejorando conforme pasan los días.

Fuera de esas horas de "tutoría" no me prestan mucha atención, si me los encuentro en el pasillo se limitan a asentir con la cabeza en mi dirección. El que me saluden o no realmente me tiene sin cuidado. Con los gemelos por su parte, dada su personalidad cada que los encuentro chocamos los puños, como el gesto no me incómoda les sigo la corriente.

Es gracioso cuánto puede influir Omar en mi vida, cuando él era un bully conmigo nadie se me acercaba (salvo Mónica por supuesto) y ahora que se pronunció como mi amigo las cosas están cambiando, tampoco es que ahora sea popular ni nada parecido, pero ya no soy el "puerquito" que solía ser.