The Teacher's Son [Gay + Adultos]

69. "Tenemos que hablar."

69.

"Tenemos que hablar."

5 de enero, sábado por la noche.

POV Diego

-Oye, el otro día noté que te me quedaste viendo mucho.

-Lo siento, es que me llamaron mucho la atención el color de tus ojos.

-Entiendo, me pasa más seguido de lo que crees, lo malo es que nunca puedo diferenciar si es solo curiosidad o están coqueteando conmigo.

-Ese sí que es un dilema.

-Sí que lo es.

Durante los siguientes días y más aún ahora que voy de vuelta a casa, revivo la conversación una y otra vez, como si al hacerlo pudiera cambiar el hecho que pude haber mandado las señales equivocadas.

Jaziel posa su mano sobre mi entrepierna, e intenta besarme.

- ¡Wow! Espera. –Pongo mi mano sobre su pecho y lo empujo ligeramente.

- ¿Sucede algo? Perdón, creí que... mi "gaydar" me ha fallado.

- No es eso, es que yo tengo novio.

-Oh, como dijiste que Hiram y tú no, yo pensé que estabas libre.

-Sí, no, lo que quiero decir es que Hiram no, pero si Omar. Él es el amor de mi vida. –Nunca antes lo había dicho en voz alta a alguien. Decir esas cinco palabras "El amor de mi vida" inflama mi pecho de pasión.

-No seas ingenuo, el amor sincero no existe en el mundo gay, al final de cuentas somos hombres y nosotros nos movemos por el sexo. Lo más seguro es que él esté aprovechando el tiempo libre para desahogarse con otros.

-Omar no es así, yo soy el único para él.

- ¿Eso crees, de verdad? Haber, respóndeme ¿Conoces con cuántos hombres más se acostó antes de ti?

-Eso es algo que no te importa. –A estas alturas el coqueteo casual que pude haberle disculpado se convierte en una agresión directa que no pienso tolerar más.

-Vamos Diego, por lo menos yo sí estoy siendo sincero contigo, solo quiero echar pata un rato y ya. No como el tarado ese que te hace creer que eres especial cuando no lo siente. –A pesar de que estaba casi en la puerta de acceso se abalanza contra ella para cerrarla e impedirme el paso.

-Será mejor que me dejes ir. –Le amenazo.

- ¿O qué? ¿Tu "noviecito de juguete" vendrá a partirme la cara? Casi puedo verlo, seguramente es un teto.

-Nada que ver, él es boxeador y me ha entrenado bien.

- ¿Boxeador? Sí como no, ya mero te voy a creer. –Nuevamente se acerca, esta vez abriendo la bragueta de su pantalón.

Lo espero con los brazos en mis costados y con los puños cerrados. Espera, espera, cuando está lo suficientemente cerca levanto mi rodilla hasta golpear su entrepierna. Por inercia debido al dolor lleva sus manos a la parte afectada, podría dejarlo ahí, pero realmente me ha hecho enojar, así que igual, termino por darle un puñetazo al rostro.

-Si vuelves a acercarte a mí, entonces sí le diré a mi novio que venga a romperte cada maldito hueso. –Le grito con una bravuconería que no conocía en mí.

-Y nosotros le ayudaremos con gusto. –Una tercera voz proveniente de la puerta nos sorprende. Se trata de Hiram, acompañado de otro joven detrás suyo.