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«Capitulo 6»

—Bill... Bill apaga el sol —Susurró Irina al darse cuenta que ya había amanecido y que a la ventana que la cubría gran parte de la ventana pero una pequeña parte no, dejando en claro que los rayos del sol se filtraron y le llegaban a ella al rostro y cuello.

Ya se daba por muerta. Había amanecido.

¡Su mamá! ¡Su familia! Ayer no aviso por una llamada o mensaje a su madre que se quedaría en casa de una amiga.

Seguramente la crucificarian en el patio apenas llegará a su hogar. Ya se imaginaba a sus hermanos riendo al verla regañada.

Reacciono y se levanto con cuidado de la cama para ir sin nada que la cubriera hasta tomar su bolso en donde aun quedaba un condón, un tanto del papel higiénico, su brillo labial con el que le hizo unos pequeños recuerdos a Bill en el torso bajo y su ¡Aleluya! Celular que aun tenia un 65% de batería. Reviso las numerosas notificaciones que tenia para ser las siete treinta y nueve am. Bendito sea el día libre que era hoy, nadie o casi nadie hablando de mejor manera estaría en un estado sin repercusión por el alcohol que ingirieron. Seguramente todos no estarían en su mejor condición, después de todo, la fiesta acabo cerca de las cuatro am.

«Mamá»
Hija, Valeria ya me dijo que estaban cansadas de tanto bailar y que te quedarías con ella. Cuando despiertes llámame para ir por ti o toma un taxi a casa. Espero que disfrutarás de la fiesta. Te quiero.

Soltó un suspiro de alivio al saber que Valeria le salvo el pellejo.

Menos mal que hoy no habia clases, hoy le hubiera tocado lenguaje, ingles, arte y su clase favorita de todos los tiempos; sexualidad e incomodar a su novio, quiero decir, biología nivel superior.
Bill se encontraria aun durmiendo como para asistir impecable a clases. Seguramente tanto el como ella se hubieran quedado dormidos en medio de la clase. Menos mal no fue el caso, como sea, despues de esas clases le habría tocado educación física en la tarde y aliviado sea el que no tuviera esa clase ya que estaba adolorida después de tanto sexo que tuvo anoche. Sus piernas estaban agotadas como si hubiese corrido un maraton y eso que el correr por unas cuadras ya le era estresante y agotador.

«Irina» 🔜 «Valeria»
Te amo! Gracias por salvarme el pellejo ❤❤❤

Escribio ello y en medio de un bostezo, se devolvió a la cama y quedo acurrucada al lado de Bill quien seguía como un tronco. No se movía y se veía tan lindo durmiendo.

Así pasaron veinte minutos en donde trato de dormir pero siendo realista no funciono del todo. No podía hacerlo con tremenda tentación a su lado; se sentía en la obligación de hacer algo al respecto.

Ya que sabia que debía irse antes de que su madre decidiera ir por ella con los mellizos a casa de Valeria o la llamara y le dijera que se fuera a la casa pero en ese instante.

Irina se levanto de la cama definitivamente para ir a darse un baño y vestirse.

Al correr la sabana se fijo en el duro falo que inocentemente se encontraba con unas cuantas gotas de líquido pre seminal en la punta.

Supuso que este seguía dormido por ello mismo; con un dulce y tentador sueño picaresco del que no quería despertar.

Irina quito despacio las frazadas y sabanas para que este no la sintiera, dejo la sabana hasta un poco más bajo del pubis para así poder admirar ese duro miembro que le provocaba y le tentaba.

¿Estaría mal si...?
Irina dejo sus dudas de lado y dejo que su mano acariciara con delicadeza la cabeza rosada de este. Escucho un suspiro de los labios de Bil y sonrío bajando más su mano para acariciar parte de la longitud de este, en su recorrido sintió una marcada vena que sobre salia. Podía sentir un leve pulso.