«Capítulo 7»

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—¿Mami puedo ir al cine? —Pregunto Irina tras haberse dado una larga ducha y lavarse el cabello con uno de los tantos shampu y acondicionadores que tenia en su baño. Luego de llegar con el mismo vestido que ayer, solo que sin las hojas ni accesorios. Solo el vestido, tacones y el cabello suelto. ¡Ah!, claro y la chaqueta que Bill le entrego para que no enfermera al verla tiritando.

Se escuso rápidamente a su madre diciendo que las chicas seguían durmiendo por lo que no le pidió ropa a Valeria, y que la chaqueta era de un amigo de la fiesta que se la presto ayer. Finalmente su madre quito las dudas al confiar plenamente en su dulce y correcta hija mayor. Que se puede decir, años de ser un angelito en todo tenían sus ventajas.

Básicamente podía romper algo en la casa, culpar a uno de sus dos hermanos y salir impunes.

Hablando de hermanos, esos dos clones no le dijeron ni de que se disfrutaron ni mucho menos darle un micero dulce.

Pero ayer saliste en la noche y volviste hoy  —Comento su madre sonando autoritaria mientras ordenaba sus papeles según la relevancia de la información que tenían.

—Me quede con Valeria —Se escuso con un dote de actriz para sonar tan real. Seguro y ni el polígrafo de la policía la delataba. Sonaba tan real que debía ser un talento el dominio de su habla —Ademas estas trabajando, el día esta aburrido e Ivan e Ian están viendo televisión y comiendo dulces... Ma, tienen seis años. Necesito no ser niñera un día.

—Bien jovencita pero textos cada hora y a las ocho en casa. Agotaste tus horas extras ayer señorita —Añadió su madre señalando el reloj. Tenia cinco horas y treinta y seis minutos de libertad.

Eres cruel pero justa —Menciono aceptando los términos de su madre para subir la escalera para ir por su bolso y su dinero de la mesada para ir a reunirse con Bill.

Se encontraba arreglada con una falda de color café, una camiseta color crema, sus bonites café  y el cabello con unas ondas naturales. Ni maquillaje ni nada, solo ella al natural. Era un atuendo común a excepción de la falda que llevaba solo para tentar a Bill. Normalmente no la usaría pero se le veía muy bien. Debía aprovechar.

«Bill»
¿Te dejaron salir preciosa?

«Irina »
Si me dejaron salir :)
¿Vamos al cine? ¿A comer? Te invito.

«Bill»
Eeeeeella invitándome
Tu el cine, yo la cena

«Irina»
Me parece ☺, llegare en unos minutos.

«Bill»
Yo iré por ti, ve a la esquina norte de tu cuadra. En cinco estoy ahí.

Ella bajo la escalera con la chaqueta de Bill puesta y su bolso de color crema pastel. Beso la mejilla de su madre y se despidio de los mellizos que ni atención le dieron, muy interesados en ver el especial de Halloween repetido de Disney Chanel que ayer no vieron por ir por dulces mientras ella tenia una dulce travesura con Bill. Se rio para sus adentros por ese pensamiento sucio al momento de salir de su casa.

Camino a la esquina y al minuto llego Bill en su auto. Hizo una seña como saludo y se inclino al asiento del copiloto para abrirlo para que Irina subiera.

Apenas entro le dio un beso en los labios y se puso el cinturón de seguridad como era lo indicado.

¿Sospecho? —Pregunto Bill acelerando para ir al centro de Stocolmo para ir al cine y luego a comer a un restaurante cercano.

No, Valeria es buena mintiendo —Respondió muy segura de que su madre se creyó por completo la mentira dicha por su mejor amiga. A Valeria la conocía desde los siete años,  era prácticamente de la familia y tenia confianza en su hogar —Me debia el favor por dejarla copiarme en biología.

Hᥲᥣᥣoᥕᥱᥱᥒ PᥲrtყNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ