Letras fuera de papel

Que se ria la vida y me cargue la muerte

Que fácil es escribir cuando algo duele, cuando algo falta, cuanto todo va mal, como la sangre, fluye, fresca y brillante, semeja el dolor, que se libera como vapor al aire y se esfuma, que se va con el tiempo y no vuelve...

Pero estar enamorado, mi amigo, esa es la clase de dolor del que querrás sentir, es el accidente que buscaras sufrir una y otra vez, la herida que mirarás con una sonrisa de melancolía, esa que jamás querrás que sane, por que al verla solo volverán a ti momentos que jamás atraparas de nuevo, preciosos, pero igualmente dolorosos, será tal como volver a la niñez, mirarás todo con asombro,  como el respirar del cielo,  un ultimo suspiro, un ultimo atardecer.

Si, mi amigo,  la vida te dará mil momentos de alegría por los ratos de soledad.

Se reirá de la cara de los estúpidos que se enamoran, soltara carcajadas, vaya ingenuos que somos, que no sabemos amar, y tanto nos duele, que allí vamos siempre, solo una vez mas...

Pero déjame decirte, que nadie merece lo que otros tienen, merecemos lo que tenemos, merecemos lo que queremos, y sí sufriste por amor, fue por que así lo quisiste.

No olvides, a esos muertos, que en su pecho nada llevan, que no conocen del mal de amores, pero igualmente lloran cada noche...

¿quién no envidiaría de mi? Tengo a mi lado a mi compañero de condena, y no podría estar mas fascinada con la prisión que a su lado comparto en este castigo, llamado amor.