Capítulo 16: La salchicha peligrosa. Parte 1

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—¡Skyler Harrison!

Me levanto sobresaltada por la voz de mi madre. Ella se encuentra parada en el umbral de la puerta de mi habitación con su bolso en uno de sus antebrazos y con una de sus manos sosteniendo el pomo.

—¿Qué hora es? —es lo primero que sale de mi boca.

—Créeme que muy tarde —dice negando con la cabeza— Son las diez de la mañana.

Demonios. No fue buena idea acostarme a las cuatro de la mañana y con el celular sin batería. Esperaba que alguno de mis padres viniera a levantarme como hacen casi siempre que me quedo dormida, pero al parecer hoy fue diferente. Creo que merezco el premio a la más tonta.

—Esperaba que me despertaras... —me encojo de hombros intentando echarle la culpa, aunque en realidad es toda mía.

—Te llamamos. Cuatro veces.

Oh mierda.

Mamá niega con la cabeza y viene a mi lado. Le hago espacio para que pueda acostarse conmigo. Se quita los tacones, sin ninguna delicadeza los arroja por algún lado de mi habitación. Suelta un suspiro.

—¿Está todo bien? —pregunto buscando su mirada. Mamá sonríe algo forzada y asiente con la cabeza— Pues avísale a tu persona.

—En realidad está todo bien —asiente, pero de todas formas no le creo— Y no estábamos hablando de mí. Hablemos de por qué dormiste tarde, ¿con quién hablabas, Jovencita?

—No hablaba con nadie.

No miento. Si, hablé con Thomas, pero solo hasta las una de la madrugada, porque luego mi celular se quedó sin batería. Las siguientes horas las pase leyendo el diario de Daniela, el cual, hasta el momento no entiendo absolutamente nada. Por lo cual decidí releer todo. Ayer estaba cansada. Mis ojos leían las palabras, pero mi cerebro no las procesaba.

—Ma, háblame de Daniela —decido hablar. Noto como se pone tensa.

—Mmm, ¿Daniela? —frunce el ceño.

—La ex del tío Drake.

—Sí, se de quien me estás hablando —dice— Solo no entiendo que quieres que te diga.

—Cuéntame cómo se conocieron y eso.

Los ojos celestes de mamá dejan de mirarme y se centran en un punto muerto de la habitación. Se queda unos segundos seria... y luego sonríe.

—Nos odiábamos... —dice con una sonrisa.

—¿Se odiaban? —pregunto frunciendo el ceño con diversión. Ella asiente, aun sonriendo.

—Éramos archienemigas —confiesa negando con la cabeza— Siempre que nos veíamos nos decíamos cosas estúpidas. ¿Puedes creer que tu padre, la tía Caroline y el tío Luke le tiraron pintura y plumas en un baile del instituto?

Comienzo a reírme. No puedo imaginarme a mi tía Caroline planeando algo así, pero no me cabe duda de que en un momento en su vida fue de esa forma. A mi papá y al tío Luke si puedo imaginarlos, porque... vamos.

—Y luego nos hicimos amigas, mejores amigas, de hecho —sigue contando— Luke, Caroline, Daniela y yo —ríe secamente— Que tiempos.

—¿Y luego que pasó?

Mamá ya no sonríe y su mirada baja lentamente hasta sus piernas. Cuando vuelve a elevar la mirada puedo notar sus ojos algo diferentes, no cristalizados, pero queriendo. Se levanta de la cama para buscar sus tacones.

¡Estúpido tú! #MEN3 (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora