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Capítulo 17

Después de estar unas largas tres horas de camino, hasta llegar a uno de los muelles de la ciudad. Aquí estamos parados frente a una paleta entera de cocaína, que será trasladada en barco.

Suspiro por cuarta vez, y me dispongo a ver a Gaby y a Erick jugar cartas sobre el capo de una de las camionetas. Carlos gritando dando ánimos a su amigo que le están dando una paliza.

Miro a Alex un poco impaciente y con su celular entre su mano, caminando de un lado a otro.

Miro a dos camionetas llegar llena de hombre y todos bajarse, y colocarse organizadamente en el lugar. Unos minutos después el celular de Alex suena y este lo atiende rápidamente, para después comenzar a dar indicaciones a todos los hombres.

A lo lejos comienza a visualizarse un barco con varios contenedores de cargas.

El grito de frustración de Erick y Carlos, hacen que de un pequeño salto a lo que las manos de Alex se posan en mi cintura y coloca su cara sobre mi hombro con un leve susurro.

-Tranquila preciosa.

Siento su mano deslizarse por mi cintura hasta llegar a la parte trasera de mi jean, separarlo un poco de mi cuerpo y deslizar un armar hasta colocarla bien en su lugar.

Giro mi rostro por sobre mi hombro y miro a Alex detenidamente.

-Para que el arma?

Este se acerca lo suficiente a mi, como para sentir su aliento a menta chocar con mi rostro.

-Siempre hay que estar preparados para cualquier cosa, y que mejor manera de ocultar mi arma que sobre ti. Ellos estarán concentrados mirando si tengo alguna sobre mí, pero jamás se fijaran si tú llevas una ya que para ellos nuestras mujeres solo se utilizan para mostrarlas como tesoros y no como nuestro almacén de armas.

Me giro quedando así de frente y solo a escasos centímetros de Alex, sintiendo así sus manos colocarse sobre mi cintura nueva mente.

-Vaya así que presumen sus mujeres como tesoros, quien iba a decirlo yo que pensé que las presumían como las zorras que son todas.

Alex me mira fijamente y sube su mano hasta rozarla con mi mejilla.

-No creo que tú seas una zorra.

-Obviamente no lo soy, pero lo digo por la mayoría de las mujeres que andan con los narcos.

La mirada de Alex cada vez se hacia mas intensa y profunda.

-Bueno Amy, cada quien tiene su gusto. Y si tienes razón muchos de los narcos andan con zorras y otros preferimos las decentes y hermosas que no necesitan operarse.

Arquee mi ceja y la sonrisa de Alex se extendió mas, confundida intente decirle que tramaba hasta que no fue necesario. Descubrí por que esa sonrisa, al sentir sus labios sobre los míos moviéndose lentamente.

Beso al cual correspondí, no por que quería si no por que tengo un trato con el y si quiero hacer sufrir a mi hermano tengo que tener un sentimiento por Alex, que me haga sentir segura cuando tenga que ver a la cara a todo Broblocks.

Esta será la venganza por creer que no los necesitaba y por preferir una zorra.

La voz de un hombre nos hizo separar nuestros labios y mirar hacia el hombre.

-Vaya vaya, pero si veo que vienes bien acompañado de un bombón.

Me di la vuelta quedando así de frente al hombre y unos 5 hombres mas, sentí las mano de Alex tomar mi cintura y pegarme a el y colocar su barbilla sobre mi hombro.

-Espera un momento, ella no es.

La voz de Alex no dejo terminar la frase a uno de los acompañantes de el viejo frente a nosotros que permanece con una sonrisa estúpida la cual ya me están dando ganas de borrarla.

-El dinero y largo.

Un chico de unos 19 años, dio unos pasos al frente dejando verse mejor.

-Pero mira que gran tesoro tienes entre tus manos, quien iba a decir que Broblocks permitiera tenerte entre tus manos a esta hermosura junto a ti Alex.

Ya cansada de oír de quien soy y de ver la sonrisa estúpida del viejo, no resisto más y exploto.

-Y a ti que te importa si Broblocks dejo que me tenga entre sus manos, ocúpate de tus asuntos y deja de meterte donde nadie te llama y tu viejo ridículo me haces el favor y vas borrando la estúpida sonrisa que tienes antes de que te la quite yo misma. Y espero que más nadie haga ningún tipo de comentario de quien soy y donde pertenezco, y si no les importa ahora el dinero.

Una risa ronca nos hizo girar para encontrarnos con un chico de unos 24 o 25 años, alto, rubio de ojos azules, cuerpo formado pero no tanto como mi hermano y sus amigos o Alex y los suyos.

-Veo que la niña tiene carácter, quiero ver como dominas a esa fiera cuando comience en el negocio.

Arqueo mi ceja viendo al estúpido arrogante colocarse en frente de todos, junto a dos gorilas detrás de el.

-Y tu eres?

Este mira a Gaby y sonríe pícaro.

-David Rowling, hermosa.

Carlos poco a poco va colocándose frente a Gaby para taparla de la vista de el tal David, logrando que este sonría y gire su cara hacia Alex y a mí.

-Alex, amigo tengo intriga de saber como hiciste para adelantarte a todos y obtener a la niña entre tus manos.

Los labios de Alex, son presionados sobre mi hombro dejando un beso sobre la chaqueta. Siento sus manos dejar el agarre en mi cintura y lo miro ponerse a mi lado.

-David, no jodas mi negocio. Hablamos eso en mi casa, ahora si me permiten caballeros, quiero mi dinero y lárguense antes de que mi paciencia se agote.

Al terminar de hablar Alex, el viejo comenzó a ponerse nervioso y rápidamente entrego el dinero a Erick el cual lo miro no muy convencido y de un golpe lo noqueo.

-El dinero completo, ahora si no quieren que les vuele la cabeza.

Dos de los hombres del viejo lo recogieron y lo subieron al barco, mientras los otros terminaban de entregar el dinero faltante. Para así dejar al mocoso de 19 cerrando el negocio con Alex.

El NarcotráficoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora