capitulo 4.

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NOTA:

Después de medio siglo por fin te traigo una actualización más, espero y lo disfrutes al igual que yo. Antes de continuar agradezco sinceramente por el valioso tiempo que dedicas en leer este fanfic que con tanto cariño escribo para ti.

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Mi señor se tomaba una infusión de hierbas mientras era absorbido por sus pensamientos, desde muy temprano se mostraba distraído y su fiebre, aunque leve, le traía sin cuidado, una servil toco la puerta antes de entrar preguntando amablemente si prefería el desayuno en sus aposentos o en el comedor, Thranduil, poco interesado en lo que decía la mujer accedió reunirse con su amado hijo y con el señor de Imaladris, la servil asintió y sin hacer mucho ruido desapareció.

Mi señor entre el papeleo y por su mente dispersa no se percató pero ya habían trascurrido varios minutos desde entonces, sutilmente le informe que estaba haciendo esperar a los comensales y sugerí que era momento de bajar al comedor. Sorpresivamente y de manera dócil accedió.

Mi señor me hizo la invitación de tomar el desayuno junto con él, probablemente porque también nos acompañará Sir Elrond y querrá que inicie una conversación para evitar preguntas innecesarias o el simple cruce de palabras. Me mantiene en consternación ya que Thranduil es lo suficientemente orgulloso como para manejar cualquier problemática, sobretodo tratándose de disputas con Sir Elrond.

[...]

Y ahí nos esperaban, Elrond y el pequeño Legolas platicaban eufóricos como si no hubiese un mañana, la personalidad reservada de Elrond no fue impedimento para demostrar en tan poco tiempo el fuerte cariño que le tiene al pequeño príncipe y quizás por ello mi señor de pronto se muestre distante y algo sulfurante.

Olía delicioso, la mesa estaba puesta y todo era cérvido con pulcritud en fina cristalería, había fruta bañada en caramelo vegetales en abundancia, hongos frescos y vino en exceso.

La platica cesó cuando la silla de Thranduil fue recorrida para él, tomo asiento y saludo sin muchas ganas aunque antes le dirigió una mirada amorosa a su amado hijo y otra pero despectiva a Sir Elrond.

Después de traer platos y cubiertos para mi, tomando en cuenta que no se tenía contemplado el desayunar con ellos y menos cuando ya había comido en la cocina, Elrond sin esperar más miro a Thranduil con intención de entablar conversación y de inmediato me anticipe con unas de las preguntas que con anterioridad contemple realizarle

_Oh, Sir Elrond... ¿Qué noticias de su esposa Celebrian nos a traído?

Thranduil me miro de reojo como si esa fuera una pregunta inesperada e incomoda, claro que lo era, si es para recordarle que Elrond tiene esposa e hijos y les debe fidelidad.

Inconsciente mi señor prestó atención a cada movimiento, a cada gesto y a cada palabra proveniente de Sir Elrond.

_Se encuentra feliz, le gusta ser madre de tres maravillosos hijos y a encontrado un pasatiempo en la cultivación de flores, precisamente como las que traje a Elros.

_¡Eso es espléndido!... que gusto saber que "su esposa" se encuentra con tanta ambivalencia y si me lo permite decir; la señora Celebrian siempre a sido una mujer llena de fervor y belleza.

Lo que restó del desayuno hablamos únicamente de la familia de Sir Elrond, la plática era fluida y hasta Legolas participó, agradecí que no se tornara falsa como en un comienzo... fue un momento agradable y reíamos cómodamente, Thranduil fue el único que no se involucró, tal y como lo quería, todo el tiempo se mantuvo al margen decidiéndose por tomar de su inseparable bebida alcohólica, al cabo de tomar el ultimo sorbo de vino se levanto y con una escusa diplomática se retiro dejando su plato aun sin terminar, Elrond lo miro sin recriminación, aunque se reprimió fuertemente ir tras él, fue un alivio que no lo hiciera y una suerte cuando Legolas lo invadió con más dudas sobre sus primos.

"Los secretos del indubitable Thranduil"Where stories live. Discover now