LA RAZÓN DEL SILENCIO

162 21 6
                                    


Durante los últimos meses, apenas se oyen susurros por aquí. ¿Es que los demonios se han aburrido y han abandonado este inmundo y putrefacto lugar? ¿Se han mudado a otro calabozo, más oscuro, húmedo y sangriento? ¿Por qué hay tanto silencio entre los muros grises de esta mazmorra maldita?

Pues bien, he de contarles todo con lujo de detalles. Tomen asiento. Pónganse cómodos, por favor. ¡Ah, y cuidado con esos huesos!

La verdad es que Susurros a Medianoche fue un proyecto altamente satisfactorio para mí. Me encantó producir cada relato. Y uso la palabra «producir» porque me refiero a todo el proceso: desde que surgía una vaga idea hasta que daba título y forma a un cuento macabro. Puse mucho empeño en ella y, afortunadamente, coincidió con un buen recibimiento.

El año pasado comencé publicando dos relatos semanales desde que comenzó octubre. Uno cada martes y sábado. Luego fue uno semanal hasta completar veinticinco. ¡Con algunos extras! Fue un proyecto que duró meses, pero me encantaba dedicarme a ello. ¡Y este año no iba a ser menos!

Tenía planificado ya incluir una promoción a mediados de septiembre. El martes 3 de octubre comenzaría una nueva ronda de relatos. ¡Más aterradores, retorcidos y espeluznantes que nunca! Estaba trabajando en nuevas ideas, nuevas historias que nos dejarían al borde del asiento, sudando frío e impacientes por conocer el final (Yo también me asusto un poco escribiéndolos, ¿eh?). Tenía todo organizado para repetir la aventura del año pasado, pero no ha podido ser.

Desgraciadamente, me he visto forzado a posponer esta segunda parte de Susurros a Medianoche por razones que escapan de mi voluntad. Ahora mismo no cuento con una conexión a internet estable ni con los medios necesarios para escribir y pulir los relatos, desde la redacción hasta el apartado gráfico. No cuento con los recursos que necesito para entregarles otros veinticinco (¿o quizás más?) relatos con la calidad que me gustaría. ¡Además se nos ha hecho tarde! SaM es como un rito que debe ocurrir en octubre, algo así como Pennywise despertando cada veintisiete años.

Por estas razones, y con mucho pesar e ilusiones rotas, tengo la obligación de posponer todo esto para el año siguiente. Me da un poco de rabia porque falta muchísimo. Había estado esperando meses para compartirles material nuevo, pero supongo que con las cosas del destino no se puede ganar siempre.

De verdad tenía muchas ganas. De hecho, aún me debato si estoy tomando la decisión correcta o debería comenzar a publicarlos tan pronto pueda. Pero creo que hago lo correcto en aplazarlo todo. Que sea para bien.

Aun así, ¡sobreviviré a base de extras! No tenía pensado añadir ninguno más, pero ante esta situación necesito escribir alguno. ¡No puedo pasar otro año sin escuchar los susurros! Durante mi ausencia, he tenido mucho tiempo para pensar en nuevas temáticas y he terminado con una lista bastante extensa. Estoy seguro que puedo sacar algo de allí sin comprometer los relatos de la segunda parte.

¡Pero no todo son malas noticias! Luego de soltarles todo este melodrama, también tengo cosas buenas que contarles. Estaba esperando el momento justo para anunciárselos y es este. ¡Hemos ganado un Premio Gemas Perdidas! En la pasada edición 2017 de estas premiaciones, hemos alcanzado un segundo lugar. Tengo noticia de que algunos han llegado hasta aquí gracias a una promoción suya y eso me hace inmensamente feliz. Además de eso, hemos llegado a más de 5k lecturas. ¡5k! Es poco comparado con muchas historias, pero a mí me hace una ilusión tremenda. Suena cliché, pero la verdad es que, cuando comencé, nunca creí que llegaría a tanto. Lo veía muy muy lejano y aquí estamos.

¡Gracias por leerme! Gracias por confiar en mí, por comentar, por compartir conmigo cuántas noches no han conseguido dormir, por recomendarme, por votar, por animarme. Más de uno me ha dicho que he arruinado su ciclo de sueño y que ahora temen a cosas que antes no temían. De verdad que me hace muy feliz leer todo sus mensajes. Y, aunque tampoco doy tanto miedo, me alegra saber que he provocado alguno que otro escalofrío. Recuerden que pueden comunicarse conmigo con toda la confianza del mundo. ¡Les juro que no muerdo! Bueno, a veces, pero casi no.

Si desean comentarme cualquier cosa, desde alguna experiencia paranormal hasta una simple conversación acerca del clima, pueden conseguir los enlaces a mis redes accediendo a mi perfil. O pueden buscarme en Facebook como «Chico del Gorro Azul». Estaré impaciente por saber de ustedes. Quién sabe si resultan ser la inspiración de un nuevo relato de Terror (aunque espero, por su bien, que no Jaja)

Y bueno, eso es todo lo que quería comentar. Sé que me he extendido mucho, pero ténganme paciencia. ¡He estado mucho tiempo sin poder conectarme! Espero que alguno estuviera esperando, como yo, que esto volviera a comenzar y que esta información le sirva de consuelo. En resumen de todo, tendremos todo un ejército de nuevos relatos. ¡Y les prometo que estoy poniendo todo mi esfuerzo en ser creativo, incluso más que la vez anterior! Me muero de ganas por mostrarles las historias que han surgido en esta oscura y perturbada parte de mi Universo Azul.

Sin más que añadir, ¡un fuerte abrazo a todos! Gracias por dedicarme este ratito y escucharme.

¡Nos veremos pronto!

PD: El ponche que les han servido NO es sangre. Ni tiene ojos. ¡Buenas noches!

Susurros a medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora