❤ •~William y tú [Código Lyoko]~• ❤

VIII

Mis oídos captaban el sonido de los pájaros, y veía cómo la luz solar que pasaba por los orificios de la persiana de la ventana, cubrían casi toda la habitación.

09:30 de la mañana de un sábado.

Y otro día más sin saber nada de X.A.N.A. Era realmente extraño. 

Como hoy no había clases, tuve tiempo de darme una ducha y vestirme tranquila. Fui hacia el exterior del edificio, donde me encontré a mi peor pesadilla junto a sus dos esclavos; Sissi junto a Nicolas Poliakoff y Herb Pichon.

____(Tn): ¿Qué pasa Sissi? ¿Contenta porque tu amiguita se fue para volver a ser el centro de atención?- pregunté en un tono sarcástico apoyándome en la columna de al lado del trío.

Sissi: ¿Te crees graciosa o algo? Yo siempre he sido el centro de atención de la academia.- respondió la pelinegra moviendo mechones de su cabello para atrás. Se creía diva esta chica...

____(Tn): Y en cambio nunca lo has sido para el chico de tus sueños, Ulrich Stern.- dije recalcando el nombre del castaño con una voz inocente, pero burlona.

Sissi: Ja, ja, ja... Mi Ulrich está cegado. Pero se dará cuenta de que soy su chica perfecta. No como a otras que su novio se va morreando con todo lo que se mueva.- inmediatamente cuando escuché esa respuesta, agarré a Sissi por el cuello de la camiseta, elevándola del suelo unos pocos centímetros, mientras ella no paraba de repetir que Nicolas o Herb la ayudaran (cosa que ellos estaban ignorando).

____(Tn): Atrévete a decir algo sobre Odd otra vez, y estás muer-...

Jim: ¡____(Tn) Bourgeois!- interrumpió Jim, que soltó a Sissi de mis manos-. ¡Al despacho del director ahora mismo!

El profesor de gimnasia me llevó al despacho del director. Sinceramente, me veía venir que un día de estos pasara lo que está ocurriendo. Pero es que no sabéis cómo odio a esa chica. Siempre se las da de doña perfecta, y lo único que sabe hacer bien es ponerse máscara de pestañas.

Delmas: ¿Bourgeois? ¿Cómo usted por mi despacho?- preguntó el director acomodándose las gafas. Guardé silencio, hasta que Jim respondió por mí.

Jim: Casi agrede a Sissi, señor. Yo les dejo que hablen.

Delmas: ¿Has intentado pegar a mi hija?

____(Tn): ...- me quedé en silencio cabizbaja con el ceño ligeramente fruncido.

Delmas: ¿Tengo que preguntárselo dos veces?

____(Tn): No, señor.- respondí de una vez-. Es cierto, pero no llegué a hacerle nada a su hija. Usted no sabe lo cruel que puede ser Elisabeth para que llegue casi al punto de la agresión. 

Delmas: ¡No le consiento que hable así de mi hija! Señorita ____(Tn), está castigada.

____(Tn): ¿¡Qué!? ¡Pero señor, es sábado!

Delmas: Haberlo pensado antes de hacer lo que hizo.- dijo cortante-. Ahora, váyase a la clase de castigados. Que si no lo sabe, es la clase de historia.

____(Tn): Agh...- suspiré. Salí del despacho y fui a cruzar el inmenso patio para llegar a la clase de castigos. De lejos logré captar la presencia de los chicos, y podía ver cómo se iban acercando a mí. Los intenté esquivar yendo por otro camino, pero antes de hacer nada, ya estaban en frente haciendo preguntas.

Ulrich: ¿Es verdad que te han castigado?

Yumi: ¿Qué has hecho?

Aelita: ¿Ibas a pegar a Sissi?

____(Tn): Sí. Iba a pegarla. Pero Jim me frenó. Qué lástima, ¿no?- respondí metiendo las manos en los bolsillos.

Odd: ¿Por qué la ibas a pegar?- preguntó Odd, cosa que ignoré completamente.