❤ •~William y tú [Código Lyoko]~• ❤

XV | El final de un libro lleno de aventuras

Yumi: ¿Qué? ¿Estáis listos?–la japonesa llegó al comedor, mientras nosotros desayunábamos con desgana. Teníamos pensado apagar el superordenador y ninguno tenía apetito.

____(Tn): Sí...– respondí.

Sissi: Vaya, vaya. Tenemos a la pandilla deprimida, ¿eh?–se acercó a nosotros junto a Nicolas y Herb. Ahora me arrepiento de la vuelta al pasado del otro día. Al menos prometió cambiar de actitud, y ahora seguimos teniendo a la Sissi de antes.

____(Tn): Cállate, Sissi.– dije. Ella me miró con desagrado. Si las miradas mataran, ya tendrían que estar preparando mi entierro.

Sissi: Ulrich, querido, si puedo hacer algo por ti...

Ulrich: Sí, desaparecer.– en ese momento Ulrich se merecía un maldito Óscar. Una forma sutil de mandar a la mierda a Sissi.

Sissi: Bueno, hasta luego, entonces.– se fue de allí, peinando mechones de su cabello hacia atrás.

Nos levantamos, y nos fuimos hacia la fábrica. Realmente no quería apagar el superordenador. Hemos pasado muchas cosas juntos. Y al fin y al cabo, gracias a ellos soy quién soy ahora. Si no los hubiera conocido, seguiría siendo aquella chica solitaria y tímida.

Jeremie: Alguien... ¿Alguien quiere decir algo?–al ver que nadie quería decir una palabra, Yumi empezó a hablar.

Yumi: Esta etapa ha sido genial para todos, hemos llorado, reído y luchado juntos. Hemos tenido horas de castigo, horas de gloria... Y ahora empieza una nueva vida.

Jeremie pulsó el botón de la máquina, para hacer aparecer la palanca para apagar y encender el superordenador. Agarró con fuerza la palanca, y el silencio invadió la sala por unos segundos.

Jeremie: Lo siento... Pero no puedo.– la soltó, y se giró hacia nosotros.

Yumi: ¿Eh? ¿Estás loco?

Jeremie: No puedo apagarlo...

Yumi: ¿No puedes? ¿O no quieres? Hay que apagar esa máquina tan horrible. Sin XANA nuestras vidas serán tranquilas. ¿A qué estáis esperando? ¡Decídselo!–manteníamos silencio.

____(Tn): No sabemos qué hacer, Yumi...

Yumi: Eso veo. ¿Alguien propone algo?–se cruzó de brazos.

Jeremie: ¿Y si votamos? Para ver quién está a favor de apagarlo.

Aelita: Vale...– dijimos ambas al unísono.

Jeremie: Bien... ¿Votos a favor?–Yumi fue la única que levantó la mano. Al vernos cabizbajos y a la  vez confusos, el rostro de la pelinegra tenía una expresión de decepción y enfado. 

Estaba liada, sí. Más de lo que me imaginaría. Pero, sin Lyoko, sin los momentos de lucha... Nuestra vida sería un pelmazo, ¿no? 

No dijimos nada en todo ese rato, así que decidimos volver a la academia para pensar mejor las cosas.