Someone to stay (Alguien para quedarse)

No mueras

La tensión del ambiente y el silencio prolongado me estaba poniendo de los nervios. Odiaba que sus miradas se hallaran puestas en mí, tratando de averiguar qué era lo que sentía con todo aquello. ¿Cómo quería que me mostrara? Yo no era un hombre que mostraba sus sentimientos, nunca nadie sabía que pensaba, y a pesar de que, con el tiempo haya cambiado un poco, no quería decir que pudieran leerme con facilidad.

Ni yo mismo podía describir que era lo que sentía por aquella noticia. No sabía si me sentía triste, conmovido, herido... simplemente sentí un apretón en el pecho, un dolor que me advertía que alguien cercano a mí, alguien a quien quería estaba por irse de mi lado. La razón de mi regreso era arreglar las cosas con ella, tratar de encontrar la felicidad de la que tanto me hablaba.

Pero ahora, ella estaba muriendo.

— Sasuke es nuestro compañero —comenzó a hablar Naruto— merece saber que tiene Sakura-chan, tal vez pueda encontrar una cura.

Frente a nosotros se hallaba la maestra de Sakura, la anterior hokage y uno de los legendarios sannin, Tsunade Senju. Su semblante era cansado y triste. Los ojos ámbar que antes miraban con decisión, ahora estaban apagados, las bolsas bajo sus ojos resaltaban con la luz y su cuerpo se veía cansado.

En cuanto Naruto habló, su mirada se volvió hacia mí y comenzó a observarme. No pude ver aquella sospecha con la que me miraba hace tiempo atrás, no podía ver reproche en sus ojos... simplemente no transmitía nada, no sentía nada.

— No podemos alargar su tiempo de vida, Naruto —empezó a frotarse las cienes— he intentado de todo y no es posible.

Un golpe más directo a mi pecho.

— Aun así...

— ¿Qué le pasó? —fue lo único que dije, interrumpiendo las palabras del rubio.

Tsunade volvió a mirarme y Naruto también. Necesitaba saber qué era lo que tenía Sakura, necesitaba averiguar porque su tiempo se acortaba.

— Hace unos meses Sakura fue a un pueblo cerca del país del Té. Los informes decían que los pobladores empezaban a morir por un virus desconocido. Como ninja médico, ella se ofreció a ir hasta ese lugar para poder encontrar la cura, por lo que se pasó casi dos meses establecida allí y cada semana nos mandaba un informe detallado de lo que encontró, pero hubo un punto donde las cartas dejaron de llegar y entonces Naruto se preocupó mucho y tuvo que ir a buscarla.

Los ojos de Naruto comenzaban a cerrarse, como si tratara de recordar aquel día. Yo me hacia una idea de la preocupación de mi amigo y la razón por la que Sakura dejó de mandar los informes.

— Naruto, junto a Ino y Sai, fueron hasta el lugar y la hallaron peleando con uno de los enemigos. Ella estaba muy débil y pudo haber sido vencida sino fuera porque Naruto llegó a tiempo —siguió contando— me sorprendí cuando la trajeron inconsciente hasta aquí.

— Sasuke si no quieres seguir escuchando entonces...

— No interrumpas, dobe —dije molesto— deja que continúe.

— Tuve que curar sus heridas y reponer todo el chakra que había perdido —se puso de pie para acercarse a la ventana— no entendía porque ella no podía curarse a sí misma. Es una ninja médico, las heridas que tenía no era de mucho gasto de chakra, simplemente con un poco de ninjutsu medico ella podía haberse curado.

La voz de Tsunade iba apagándose conforme hablaba. Ella se mostraba observando por la ventana. Era de mañana, puesto que Naruto me había llevado a rastras hasta la oficina de la rubia para que ella pudiera explicarme mejor. Obviamente no pude dormir en toda la noche.