10 - Jon: Basurero

215 25 15
                                    


La hora del almuerzo había llegado pero Jon no tenía hambre. La mayoría de los estudiantes ignoraban a Jon pero él ya estaba acostumbrado. Miró el reloj del pasillo, Robb no aparecía aún por ningún sitio así que lo único que se le ocurrió al chico fue ir a las canchas a buscar a su medio hermano.

Salió por la puerta trasera y se encontró con unas cuantas mesas en las cuales se encontraban reunidos unos treinta estudiantes en diferentes grupos. Unos de ellos tenían el cabello largo y playeras de Iron Maiden, Judas Priest, Black Sabbath, otros más tenían crestas de colores, usaban chamarras con pinchos y calzaban unas pesadas botas militares. Casi a la salida de esa sección se encontraba una banda de chicos con el cabello a rape, bombers y botas Martens. Uno de ellos, un tipo con una playera blanca con la palabra "Bastardo" escrita en marcador negro, jugaba con un palillo de dientes en su boca. Sus ojos grises siguieron a Jon mientras una mueca se dibujaba en su rostro hasta formar una sonrisa, sin embargo ese sujeto se limitó a observar.

Cuando se alejó de esa zona, Jon continuó caminando hacia las canchas. A lo lejos se encontraban algunos cubos de basura grandes, desde uno de ellos se alcanzaba a escuchar una voz débil. Al principio Jon creyó que tal vez se trataba del viento pero el día parecía ser lo suficientemente cálido como para que hubiesen fuertes corrientes de aire.

-Hmfff mffff MFF.- se escuchaba desde el depósito.

Parecía como si alguien intentase salir, incluso el mismo bote se movía un poco. Jon pensó en la posibilidad de que solo fuese un animal atrapado, tal vez un gato escurridizo. Los movimientos comenzaban a volverse más bruscos casi como si alguien desde adentro intentase voltear el cubo. Jon entonces se dió cuenta de otro detalle: alguien había colocado un costal con piedras encima de la tapa de metal, las suficientes como para evitar que una persona saliera.

El chico dejó a un lado su mochila, sacó la vieja navaja que su tío Ben le había regalado la Navidad pasada y desgarró la bolsa para retirar las rocas. Una vez que logró quitar la pesada carga, tomó la tapa con temor y la levantó.

Un muchacho gordo alzó la vista entrecerrando los ojos mientras estos se acostumbraban a la luz. Sus manos y pies habían sido atados con cinta, su boca había sido tapada con el mismo material. En su cabeza se bailoteaban una cáscara de plátano y el corazón de una manzana mordisqueada.

Jon utilizó una vez más la navaja ayudándole al estudiante a liberarse de sus improvisadas ataduras. La víctima se quitó la cinta de la boca mientras el joven Stark le ayudaba a deshacerse de la cinta en los pies.

-Gracias, empezaba a faltarme el aire.

Jon le ayudó a limpiarse la basura aunque el hedor se había quedado impregnado en la ropa. Se guardó la navaja, mientras el otro muchacho sacaba de entre los deshechos su mochila. Los dos empezaron a caminar hacia las canchas a paso calmado, fue entonces que el chico gordo decidió presentarse.

-Soy Sam Tarly, gracias por ayudarme ¿y tú...?

-Jon.

Sam solo asintió pero quiso seguir con la conversación.

-Lamento haberte desviado de... bueno, lo que fueras a hacer.

Jon no dijo nada pero por unos segundos decidió que tal vez debía bajar un poco la guardia.

-Oye ¿quién te hizo esto?

Sam miró hacia todos lados, su débil sonrisa había sido reemplazada por un fallido intento de ocultar su miedo.

-No puedo hablar de eso.

-Mira yo puedo ayudarte...- Jon iba a mencionarle a Sam que su padre era el nuevo director e incluso le vino a la mente la posibilidad de que Ned Stark pudiese expulsar a los perpetradores de ese acto, después de todo, si él no hubiese llegado a tiempo, Sam habría muerto asfixiado.

-En verdad no tienes que molestarte, lo prefiero así.- comentó Sam.

Estaban a unos cuantos metros de llegar a la campo de americano donde seguramente Robb se encontraría alistándose para las pruebas del equipo representativo.

-¿Pero entonces por qué te metieron a ese depósito?- dijo Jon.

Sam volvió la vista al piso mientras que sus manos apretaron un poco más las correas de su mochila.

-Mi papá así lo quiso.- Jon se detuvo y miró desconcertado a Sam. Aún seguía sin entender bien lo que Tarly le estaba contando.- Él suele pagarle a otros para que hagan este tipo de cosas conmigo, dice que tal vez así yo aprendería a defenderme.

Jon podía concebir esa idea, por más que intentaba conectar esas palabras la realidad es que no entendía cómo un padre podía fomentar a otros a maltratar a su hijo. Tal vez Robb, entre bromas, tenía la razón: Jon era demasiado parecido a Ned.

-¿Y por qué no les has golpeado o algo?

-Yo no soy así, me gusta leer a solas. Todo el año pasado me escondí el la biblioteca, así fue que evité a muchas personas pero creo que eso hizo enojar a mi padre porque hoy, antes de poder llegar a mi escondite, Ra... bueno otros me trajeron hasta acá.

Jon no lo pensó más, cambió su rumbo para dirigirse hacia la oficina de su padre. Podía hablar con Robb en la casa pero dejar que maltratasen a un chico inofensivo por problemas familiares era inaudito.

-Ven, vamos a la dirección.

-¡NO!- gritó Sam mientras intentaba interponerse en el camino de Jon- ¡Vas a empeorarlo! Mi padre, no sabes lo que él podría hacerme, estoy bien así ¡en serio! Puedo buscar otro escondite, tal vez con el conserje...

-¡Es injusto! Mira, soy hijo de Ned Stark el nuevo director, él podría hablar con él. Lo que hace está mal ¿es que acaso no te parece horrible?

Sam miró a Jon como si de un extraterrestre se tratara. Por unos segundos Jon había logrado callarlo pero Tarly ahora se encontraba en una encrucijada.

-N-no, no te molestes. Ya me las arreglaré solo- miró su reloj digital el cual también incluía calculadora- Me tengo que ir, nos vemos.

Sam se alejó de Jon corriendo como un pingüino con sobrepeso. El chico Stark se quedó ahí desconcertado no solo por lo que Tarly le había contado sino por su reacción. Usualmente Jon intentaba no recurrir al truco de "mi padre es profesor" pero en este caso temía que en algún momento Sam terminara gravemente herido o muerto. Pasó su mano por encima del bolsillo donde tenía la navaja del tío Ben, recordó que había sido él quien le dijo sobre la importancia de ayudar a los desprotegidos pero por un momento pensó: ¿Y si los desprotegidos no quieren ser restacados?

Preparatoria Westeros (+16)Where stories live. Discover now