34 - Arya: Escape

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Para la tarde del sábado, Arya seguía castigada. Lo más que le permitía hacer Ned en la casa, además de ayudar con la limpieza y hacer sus deberes, era salir a hacer ejercicio media hora en el patio trasero.

Catelyn le había confiscado los cómics, la caja de bromas, los álbumes de estampas de beisbolistas y cualquier otra cosa que podía ser una distracción para su hija. Apenas habían pasado unos cuantos días y Arya parecía león enjaulado. Ella había sido la agredida después de todo.

Lo único que le causaba un poco de satisfacción era hablar con Jon mientras practicaba sus lanzadas. Su hermano era posiblemente la única persona que entendía cómo se sentía ella ante la situación, el problema es que el tío Benjen había decidido ir por Jon ese mismo sábado por órdenes de sus superiores.

En parte se alegraba al saber que Jon sería militar como él tanto quería, pero también le preocupaba que todo estuviese pasando tan rápido.

Volteó a ver a Sansa quien pasaba de un lado a otro de la habitación en ropa interior, todavía tenía el cabello envuelto en una toalla rosa. La pelirroja sacó varios vestidos del armario pero después de veinte minutos parecía no decidirse por ninguno.

- Si quieres mi opinión, el turquesa siempre se te ve lindo.- dijo Arya intentando llevar la fiesta en paz com su hermana. Sin embargo, Sansa ni siquiera le contestó.

No lo volvería a intentar. Arya se volteó de cara a la pared e intentó conciliar el sueño para matar el tiempo, después de todo, ya había terminado con todos sus pendientes.

El teléfono sonó en el pasillo, se escucharon los pasos de su madre mientras se acercaba a la mesita.

-¿Bueno?... Claro, salúdame a tus padres. Gracias.- Catelyn sostuvo el auricular.- Sansa, llamada para ti.

-La tomo aquí mamá.- dijo la chica dejando más ropa sobre su cama y corriendo hacia el teléfono. Descolgó.- ¿Bueno? ¡BUENO!... Maldito pervertido.

De un golpe cortó la llamada. Se colocó de nueva cuenta la bata de felpa y bajó a decirle algo a su madre.

Arya empezaba a sentir algo de sueño pero unos golpecitos en la ventana no la dejaron en paz. Se asomó por la ventana, tres chicos voltearon a verla.

-¿Qué hacen aquí?- dijo la chica intentando esconder su sorpresa.

-Venimos a rescatarla Lady Stark.- dijo Gendry con sorna. Lommy y Hot Pie lo acompañaban algo temerosos. Los tres estaban metidos en un viejo Camaro del '58, tan oxidado que ya ni siquiera se podía distinguir cuál había sido su color original.

-Estoy castigada ¡Váyanse!

-Olvídate de eso,- contestó Gendry con calma- es sábado, Joffrey Baratheon tiene una fiesta y vamos a ir a jodérsela en grande.

-No sin antes llevarnos la comida.- añadió Hot Pie sonriente.

-Tenemos el arsenal listo.- dijo Lommy mientras agitaba lo que aparentaba ser una vieja bolsa de gimnasio.

Se escucharon pasos en el corredor, Arya volteó para corroborar si venían su hermana o su madre.

-Stark, tienes diez minutos para salir de ahí.- Gendry encendió el coche.- Trae ropa oscura.y papel de baño de ser posible, estaremos aquí hasta entonces.

Arya no tuvo que pensarlo mucho, se moría de aburrimiento y fastidiarle la dichosa fiesta al idiota de Joffrey le parecía más entretenido que dormir temprano en sábado. Con suerte, tal vez podría colarse de vuelta en la casa sin que sus padres lo notaran.

Se cambió de ropa rápido y la que tenía se la colocó a un par de almohadas. Por suerte los pasos de hacía un rato se habían ido al cuarto de Robb, tiempo suficiente como para arreglar las cobijas para que se asemejaran a ella. Tomó una mochila vieja y se coló al pasillo.

Con cautela bajó las escaleras y se dirigió al almacén donde su familia tenía guardados todos los productos de limpieza que Catelyn en días recientes había logrado comprar con cupones. Tomó solo unos cuantos rollos de papel de baño y salió por la puerta trasera.

Se deslizó pegándose a las paredes hasta que consiguió abrir la puerta de la cerca. Miró por encima de su hombro, el viejo coche seguía ahí. Corrió lo más rápido que pudo, Hot Pie ya se había pasado al asiento trasero dejándole la puerta abierta a Arya.

-Arranca ¡ARRANCA!

No tuvo que decirlo dos veces. Gendry ya había arrancado casi llevándose con la puerta el buzón del vecino antes de que Arya pudiese cerrarla. La chica miró por el espejo como su casa se hacía cada vez más pequeña.

-Uhm... no nos va a alcanzar a cubrir la mansión con tan poco papel.- comentó Lommy mientras el alma de Arya volvía a su cuerpo.

-Ya veremos cómo conseguimos más.- contestó Gendry mientras encendía la radio.

Preparatoria Westeros (+16)Where stories live. Discover now