6. Carpe Diem, Jauregui.

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-Vale, ¿qué demonios ha sido eso? -dijo mirando alrededor.

Miro a su hombro izquierdo y vio a una minúscula Dinah Jane saltando alrededor. En el derecho estaba Normani Kordei mirando con desaprobación a su amiga.

-Dinah, te estás portando como una niña -le recriminó la Gryffindor.

-Mani, eres demasiado estirada -respondió Hansen con desdén.

-Vale -dijo Lauren- Tú estás castigada con Mcgonagall -indicó a Dinah que asintió- Y tú estás en clases, lejos de aquí -explicó a Normani- Con lo cual ninguna sois reales. Y ya está. Esto no está pasando.

-Claro que está pasando, ¿y sabes por qué? Porque eres una mojigata, Lauren Jauregui. ¿Tienes el premio gordo de la Lotería y vas a tirar a la basura el boleto ganador? Espero que mis otros dos idiotas sean más espabilados que tú.

Lauren resopló y le dio un golpe a Dinah, que se quedó colgada de su túnica. Se volvió hacia Normani.

-A mí no me mires, yo soy tu parte racional, debería decirte que el que pase en tu cabeza no significa que no sea real, pero eso te confundiría aún más.

-Tienes razón, lo hace -dijo Lauren, que sentía su cabeza girando como una ruleta de casino.

-Carpe Diem, Jauregui. ¡Bésala! Por lo menos podrás decirte que la saboreaste una vez -replicó Dinah sentada en su hombro.

-No lo hagas, Lauren. Las tres -recalcó mirando a Hansen- sabemos que esto no puede desembocar en nada bueno. Mila no sabe que la quieres, esto no significa nada para ella, pero para ti es un mundo.

-Mira, la niña te ha hecho ojitos. Yo creo que quiere probar -a Lauren estuvo a punto de dislocársele la mandíbula- Además, siempre puedes hacerte la dura.

La prefecta arqueó una ceja y dudó durante unos segundos si preguntar o no, pero como buena intelectual que era, le pudo más la curiosidad.

-¿Hacerme la dura?

-Oh, no, otra vez no -se lamentó Normani.

Dinah cogió aire, hinchó el pecho como un pavo real y con el dedo en alto empezó a pasear por el hombro de Lauren.

-Imagine por un momento, señorita Jauregui, que se besa con la señorita Cabello. Bajo ningún concepto debe usted mostrar sentimiento alguno. Bajo. Ningún. Concepto -recalcó con ligeros golpes en el cuello de la prefecta- "Beso, gracias, uy qué bien, ha sido agradable, eso es todo". No dejes que la castaña se dé cuenta de que estás loquita por sus huesos. Mantente fría, pequeña.

Normani se golpeó la frente mientras negaba con la cabeza.

-Dinah, sabes que eso nunca lleva a buen puerto. ¿Recuerdas el primer beso de Veronica y Lucy?

-Claro que lo recuerdo, ¿tengo que mencionarte que terminaron casándose? -respondió Dinah, herida en su orgullo.

-¿Y tengo yo que traerte a la memoria las dos semanas que estuvieron sin hablarse porque Veronica llevó al extremo tu consejo de hacerse la insensible?

-Oh, sí, Vero jugó duro. Daños colaterales -señaló Hansen sin darle importancia.

-Dinah, no tienes ni idea...

-Mira, Mani, no eres precisamente la más indicada para...

Las dos mujercillas empezaron a gritarse a través del cuello de Lauren hasta que esta se cansó y las tiró al suelo con sendos reveses de mano. Se agachó y ayudó a levantarse a las maltrechas amigas, que con el golpe habían olvidado por qué discutían.

-Gracias chicas, pero creo que por el bien de mi salud mental y de vuestra integridad física, me las arreglaré yo sola de ahora en adelante.

Ambas se miraron y se encogieron de hombros. Con un gesto de despedida, se dieron media vuelta y empezaron a andar pasillo abajo.

-Desagradecidá... ¿que deberíamos hacer ahora?

-¿Cerveza de Mantequilla? -sugirió Normani.

-¿He oído Whiskey de Fuego? ¡Allá vamos, Cabeza de Puerco! -gritó Dinah cogiendo a Normani por el brazo y echando a correr.

Lauren vio como las dos mujercillas se perdían detrás de uno de los pasadizos, hasta ahora desconocido para ella. Después de todo, ellas eran bromistas profesionales (o por lo menos Dinah), sabían de este castillo más que nadie para poder escabullirse sin problemas. La prefecta empezó a reflexionar acerca de los secretos aún desconocidos de Hogwarts y la cantidad de cosas que podría haberles preguntado a Dinah y a Normani cuando se dio cuenta que una castaña impotente estaba esperándola al otro lado de la puerta. 

Ya lo haría en otro momento.

Se mordió el labio y agarró el pomo.

-¿Por qué has tardando tanto? Me tenías preocupada.

-Había unas niñas de Primero armando escándalo en el pasillo -respondió Lauren tras dudar un momento. Y no era mentira del todo.

Se sentó de nuevo en el sofá, al lado de Camila, mientras su mente no dejaba de pensar a toda velocidad.

-¿Por dónde íbamos? -dijo distraídamente cogiendo el libro de estudio.

-Te había dicho que me besaras -replicó la castaña como si fuera la frase más normal del mundo.

Lauren puso los ojos en blanco y suspiró.

-Camila...

La menor de los Cabello sonrió y fue acercando su rostro al de Lauren con lentitud. La prefecta sólo podía entreabrir la boca, completamente hipnotizada por los ojos marrones que tenía enfrente. Camila se mojó los labios con la lengua, ya sólo las separaba un palmo de distancia.

De repente Lauren dio un respingo y miró en otra dirección.

-Camz, esto no está bien -repuso intentando pensar con claridad.

-¡Vamos! Será divertido. Será nuestro secreto, un recuerdo bonito que compartir -Camila se levantó del sofá y empezó a gesticular por la habitación- Yo nunca he besado a una mujer, tú nunca has besado a una mujer, sería genial que las dos compartiéramos ese primer beso. Nos conocemos desde hace años y estamos cómodas la una con la otra...

Mientras Camila seguía con su retahíla de argumentos, Lauren seguía pensando y pensando, hasta que en una décima de segundo, los pensamientos ardieron en el calor de sus labios.

Antes de que se pudiera dar cuenta, se había levantado del sofá, había tirado el libro al suelo, tenía a una sorprendida Camila en brazos y la estaba besando.

La castaña no pudo evitar sobresaltarse al ver a Lauren avanzando con decisión hacia ella, ni sentir un agradable pinchazo en el vientre cuando la prefecta la abrazó y atrapó sus labios, al principio con dulzura, luego con más intensidad.

Extraordinario | Camren (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora