8. La mirada NTR.

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Lauren bajó los escalones hacia la primera planta de dos en dos. Había dormido como un tronco y se sentía capaz de comerse el mundo, porque un buen descanso podía hacer milagros. También un buen desayuno y hoy quería llevar las pilas bien cargadas.

-¡Hola chicos! -saludó sonriente cuando vio a Shawn y Cameron sentados en el banco.

-Buenos días, Lauren -dijo un sorprendido Shawn. Lauren estaba radiante, así que lo primero que se le pasó por la cabeza era que hubiera logrado hacerse con algo de Felix Felicis.

Cameron se limitó a sonreír con la boca llena para darle los buenos días y cuando Lauren se hubo sentado, se volvió hacia Shawn con toda la discreción que era capaz siendo Cameron Cabello.

-Shawn -le llamó en voz baja el moreno. Shawn acercó la oreja- Lauren está de buen humor, ¿por qué está de buen humor? ¿Es que han dado las notas de los exámenes? -de pronto Cameron se quedó blanco y tragó saliva- ¿Es que hemos hecho exámenes y me lo he perdido?

Shawn intentó no reírse de su amigo y le golpeó un par de veces en el hombro para calmarle.

-No, Cameron, tranquilo. Los exámenes están ahí esperando por ti, no se han ido sin ti -miró de soslayo a Lauren, que canturreaba los nombres de los sucesivos directores de Hogwarts mientras untaba una tostada- Creo que Lauren se a relajado un poco por fin. 

-Será eso -dijo Cameron encogiéndose de hombros- Estaba inaguantable, creo que este año le afectó más de lo normal la vuelta al colegio con eso de los ÉXTASIS -embozo una sonrisa bonachona mientras cogía otro bollo de la bandeja- Me alegro de tenerla de vuelta.

-Yo también -añadió Shawn pensativo- Intentemos no cabrearla mucho y echarlo a perder.

Cameron se comió el bollo en dos bocados y negó vehemente con la cabeza.

-Al contrario, colega. Si vamos a cabrearla deberíamos hacerlo ahora que está de buen humor, así seguro que nos cae menos bronca -puso los codos sobre la mesa y apoyó la cabeza en las manos- La pena es que ahora mismo no hemos hecho nada malo. ¡En fin! -suspiró incorporándose y cogiendo otro bollo- Esperemos que dure hasta que la caguemos.

Lauren terminó de desayunar. Gracias a la ligereza mental de esa mañana se había dejado el libro de Defensa Contra las Artes Oscuras en el cuarto, menos mal que tenía tiempo de sobra de volver a la torre.

Al bajar de la habitación con el libro en la mano, reparó en que Camila salía del dormitorio de las chicas y se sentaba en uno de los sillones de la Sala Común. Al acercarse a ella, vio que la castaña se estaba bajando una de las medias con gesto de dolor.

-Buenos días, Camz -saludó alegremente.

Camila levantó la vista y le dedicó una gran sonrisa. La castaña se había levantado temiéndose la reacción de Lauren aquella mañana. Se la imaginaba huyendo de ella, apartándole la vista, saludándole con algún movimiento de cabeza tímido y soso. Pero no, ahí estaba la prefecta, resplandeciente y serena, parecía que el Sol hubiera decidido iluminarla sólo a ella y que ella se encargara de iluminar al resto. Por lo menos a Camila, cuya mañana acababa de mejorar notablemente ahora que tenía a Lauren sonriendo enfrente.

-¿Qué te ha pasado? -la pelinegra había conseguido no dejarse embelesar por la sonrisa de Camila y se había fijado en el ostentoso golpe que esta tenía en la rodilla derecha.

La menor de los Cabello se encogió de hombros despreocupadamente. El día en el que esa chica le diera alguna importancia a uno de sus frecuentes accidentes, Lauren sería capaz de presentarse voluntaria para echar un partido de quidditch como cazadora.

Extraordinario | Camren (Adaptación)Where stories live. Discover now