Mi Demonio Personal

Capítulo 17

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Lucia Cooper

—Por ahí está el instituto, solo dobla a la izquierda —hice lo que me indicó Hanna y apenas doblé divisé el enorme lugar, era grande, hasta más que mi instituto anterior y su estructura era de colores oscuros, me encantaba este lugar.

—Este lugar es precioso —admití en voz alta.

—Si, si tan solo no fuera una escuela —se quejó con pesar Hanna.

Cuando terminamos de entrar en la institución, más de la mitad de la población estudiantil que se encontraba en el estacionamiento dirigió su mirada a la entrada para ver cuál era ese auto que emitía aquel glorioso rugido y las miradas se quedaron clavadas en ese auto, ese hermoso auto plateado con ventanas polarizadas y dos chicas emocionadas en su interior, obviamente mi auto.

— ¡Sabía que venir en este auto era buena idea! —chilló Hanna más que emocionada por la atención que recibíamos sin siquiera salir del auto.

—Tranquila, desde que nos vean va a decaer la atención —pude apreciar su ceño fruncido y su mirada fulminante sin siquiera tener que verla.

—Lo dirás por ti, pero debo admitir que estas realmente sexy con esa ropa —rodé los ojos —sexy no es enseñar piel, Lucía, te vez realmente bien —sonreí admitiendo que sus palabras me habían subido el ánimo.

Aparqué el auto en un espacio vacío, me quité el cinturón y tomé mi mochila para luego mirar por la ventana y comprobar que el auto seguía acaparando la atención de todos.

—A la cuenta de tres salimos y nos unimos en la parte de atrás, para luego caminar a la par, lento y sin mirar a nadie —le expliqué, ella sintió —tres —abrí la puerta y ella me siguió segundos después antes de fulminarme con la mirada y salir. Luego se posicionó a mi lado a paso lento.

—A ti parece que no te enseñaron a contar —susurró bajito y yo casi me río.

Caminamos por el parqueo y me sentí en uno de esos libros que leí, ese momento en el que eres nueva en el lugar y todas las miradas están puestas en ti.

Luego de haber hecho ese recorrido por el estacionamiento nos adentramos en la instalación, pude ver en el pasillo a muchos de los estudiantes del instituto Masterfull e ignorándolos a todos fuimos directo a la secretaría en busca de un casillero y un horario.

—Trixie es la reina de todo esto, si la derrocamos a ella obtendremos el respeto—me dijo Hanna.

—Solo hay que buscar su mesa en el almuerzo y sentarnos ahí, así llamaremos su atención y la de todo el instituto —confabulé.

—Tu mente funciona a mil kilómetros por hora chica, apuesto a que sabes en qué postura te sentaras en la mesa ¿una intimidante y que muestre superioridad? —rio un poco.

—Dalo por hecho —y ahí quedó nuestra conversación, pues ya habíamos llegado a secretaría.

Nos adentramos en ella y una mujer algo rellenita de unos treinta y tantos años nos recibió, le pedí nuestro horario y nos dio dos horarios iguales y dos casilleros no juntos, pero cerca.

Al salir nos dimos cuenta de que aun nos sobraba tiempo antes de que las clases iniciaran.

Vi a un chico con gafas y camisa en medio del pasillo. Por lo que podía observar deduje que era uno de los inteligentes a los que llamaban nerd, pero a pesar de eso era muy lindo. Lo seguí por el pasillo y Hanna a mi sin entender.

—Hey, castaño con camisa de cuadros —dije en voz alta, él detuvo su andar y miró en mi dirección para luego abrir enormemente los ojos. Me acerqué a él antes de que saliera corriendo —Hola —le sonreí con todos los dientes — ¿cómo te llamas?