Capítulo Uno

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Al terminar de desayunar fui a pasear por la mansión, tenía que investigar qué es lo que hacia esta niña llamada "Honey"; por suerte este enorme lugar tenía un gran ático, sin temor alguno baje las escaleras desplegables hasta que estas toparon contra el vitropiso color marfil seguido de una capa de polvo que me hizo estornudar y tapar mi boca y nariz con mi camiseta.

Debía admitirlo, el maldito ático estaba limpio, a excepción de una fina capa de polvo la cual adornaba encima de cada cosa en ese lugar, podría jurar que mi habitación en mi dimensión habia una rata muerta bajo mi mi cama de la cual compartí toda la basura chatarra que comía por culpa de los engendros de mis nietos: Ryan, Shawn y Lisa; esos mocosos me trataban como la novena maravilla del mundo, porque la octava era su tonto chocolate que compraban con la mesada de que les daba de mi pensión.

— Demonios, debí morirme a los cien años y no a los sesenta y cuatro, pero ya saben, el cáncer siempre hace de las suyas — Suspiré mientras caminaba por el ático en busca de un baúl grande o algo así, recordar mi vida pasada me traía un dulce sabor de boca, me preguntó si... puedo desarrollar una habilidad nen como la de Palm... pero solo para poder mirar otras dimensiones y ver como esta mi familia... tal vez eso haga, realmente voy a extrañar que Lisa me peine el cabello, que el guapo Ryan y yo juguemos tenis en el wii y que Shawn me lea un cuento de antes de dormir. Quisiera cargar a mi bisnieta. También extrañaré que mi Hija Katherine cocine su flan de limón y que su esposo solo compita con el marido de mi otra hija Maze para comprobar quien hace las mejores parrilladas, y como olvidar al maldito engendro rebelde fruto del amor de veinte años de matrimonio entre Maze e Ian: Yuu, esa perra desgraciada era un dolor en el trasero, su sarcasmo contra el mío era inigualable, y pensar que conmigo fue la primera vez que probó un churro de mota, no le gustó y me mandó a las mil mierdas... maldición ella era la única con la que realmente las cosas se ponían de cabeza en mi vejez. Y pensar que la maldita se casó con un tipo llamado Barry, parecía aburrido siempre vestido como niño bueno, camisa a cuadros y sobre esta un suéter, unos pantalones cafés que no combinaban para nada - Te encontré - susurré mientras que observaba un enorme baúl cubierto de polvo, mire la cerradura, a mi lado había una caja de herramientas, saque un destornillador de punta plana, lo metí en el cerrojo y patee hasta que el baúl se abrió, para mi sorpresa, encontré lo que buscaba.

Saqué las carpetas para ponerlas a mi lado, y fui bajando todas a lo que se suponía que era mi habitación, las deje todas regadas en una mesa de centro, me quite la ropa y me puse un sueter afelpado y unos shorts mas comodos. Fuí buscando la información que queria, como mi fecha de nacimiento, quien era en concreto, y todo acerca de la familia; al parecer mi madre murio en un accidente de avión. No lo se Rick parece falso y demaciado cliché...

Así pasaron algunas horas hasta que me harte de leer, suspiré y a los pocos segundos de silencio entro la misma chica de esta mañana con un una plancha y sobre esta habia comida.

- Lo siento ¿Interrumpo algo?, se ve que es importante, señorita Honey - Menciono con un tono de voz calido mientras dejaba la bandeja en un lugar libre de la mesa de centro. - ¿Quiere que le ayude en algo?

— No, descuida puedo sola... — la mire fijamente, ella ladeo la cabeza.

— Ah... ¿Es por que soy nueva? Mi nombre es Lilya, estoy a sus ordenes. — hizo una reverencia, yo solo voltee la mirada y continuue con lo mio.

— ¿Sabes Nen? — si quería tener una habilidad, debía comenzar ya, tomaría luego el examen cazador, casi todos los mayordomos de alguien reconocido debe saber nen, por lo que una familia de la mafia, no seria la excepción. Lilya asintió. — enseña me a usarlo — fui clara y precisa, con su puño, me dio un gancho, era super lento, pero sentí como me sofocaba, fui a dar a la pared. — Buen golpe... Agh....

— Abrí los flujos nen, quiero que los controles — intente darle Forma al aura que salia descontroladamente, debía ser sincera, esto es jodidamente difícil. Estaba exhausta y eso que sólo llevaba dos minutos así; cerré los ojos y comencé a "cerrar la llave". Todo se calmó  — Bien hecho, pero creo que debí enseñarte de cero, y no abrir los flujos así como así. Lo siento me deje llevar.

— ¿Y apenas me dices eso?, Dios te despediría pero me eres útil.

— Mocosa inepta. — refuño, podría jurar que sus venas se saltaban ahora mismo. — Respeta a tus mayores.

— Pero si pareces de mi edad. — comenté, solo espero que no sea algo como Biskuit Kruger.

— Tengo cuarenta.

— ¿Como?

— Y fui amiga de tu madre, antes de que ella... Falleciera. — Sonrió.

Continuara.

Olvide que tenia esta historia(?)
Gracias por leer :v

¿Pertenezco aquí? [Hunter x Hunter] Where stories live. Discover now