Capítulo Veinticinco

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Era normal tenerle miedo a morir, o al menos era un pensamiento humano, ese sentimiento y lo desconocido que habita dentro de él. Yo tenia miedo, no supe en que momento me acostumbre a salir de los problemas y heridas solo hablando, nunca me ouse a pensar del día en que me quedara sin voz, entonces eso acabaría.

Seguía en posición fetal, vamos Honey, ya habías tenido una vida y luego muerto, ¿Por que ahora te da miedo morir?, ¿Que paso con la vieja independiente?

— Honey. — Mire al dueño de la voz, era obvio que era Choba. — ¡¿Que diablos paso?!, ¿¡Por que diablos no me llamaste!?, ¡Te han acuchillado!, ¡Mi hermana se esta formando y es así como na cuidas!

Se estaba volviendo histerico, pese a que era un niño comenzó a tenerle miedo.

— ¡Tienes suerte!, ¡La cuchillada cayo muy lejos de ella!, ¿Pero que hubiera pasado si hubiera dado en Wunder?, ¿Eh?, ¡¿QUE DIABLOS HUBIERAS HECHO?! — Choba estaba enloqueciendo, sus ojos estaban consternados, había visto todo, todo desde su mágica televisión, se molesto por que no lo llamo de inmediato u tuve que venir en persona. Las lágrimas estaban en su ojos, pues con no tomando en cuenta de que casi matan a su hermanita de la cual había esperando tanto tiempo.

Seguía temblando de miedo, no por su ira si no por el hecho de quedarme sin voz ante una cuchillada, ¿Cuantas cuchilladas mas me quedaban por soportar?

— Genial, ahora tengo que estar siempre a tu lado. Tendré que regresar en el tiempo limite a mi hogar.

Me levante y apreté los puños.

— No, tendré mas cuidado la próxima vez. — Debía tenerlo, o si no me dejaría ni ir a la tienda por unos cheetos. Además no podía, Hisoka sospechaba de el y si me lo volvía a encontrar me meteria en en problemas si descubría lo que en verdad era Choba.

— ¿Como confiare en ti ahora después de eso? — Necesitaba guardaespaldas que supieran manera el nen y estoy segura de que conoció a alguien que era tía encantado de hacerlo junto a sus amigos. También podría enseñarles nen para que sean mas fuertes y pagarles un alto suelo. Aun faltaban unos cuantos días para que Illumi matara a los diez y yo pasaría, pero; no tenia que se tan fácil subir así.

Yo también tenia que encargarme de asuntos como la familia de los diez, ya sean su esposa o hijos, podría tenerlos amenazados o asesinarlos, aunque me gustaba mas la primera. Pero, iría a matar a ese bastardo que me acuchilló, no debía ser cobarde, y tenia que hacerlo con mis propias manos, podría ser el mismo tipo que asesino a Lilya mientras estaba borracha, lo haria hablar y conocía a la persona perfecta para ello.

Aunque ya no le hablara saque mi teléfono y llame su número, después de dos tonos contesto.

— Hola, se que hace meses que no nos vemos pero necesito un favor. No le preguntes como lo sé pero necesito que le saquea información a alguien, yo le encargare de atraparlo y te puedo ver hoy a... ¿Media noche? — Mire lo reloj, aun tenia tiempo de interceptarlo. — En la fabrica de juguetes, ya sabes la vieja, la que esta cerrada, te pagare si quieres, Feitan. — No contesto, no podía creer que lo estaba llamando, me emocionaba, un enano muy guapo, y torturaría a mi agresor. No le había dicho que sabia sobre que estaba en el Ryodan por lo que seguramente me traería muchas preguntas.

"¿Que?" — Alcance a escuchar, ¿que no prestaste atencion o que? 

— Ven ya o te asesino. Se que estas aquí en York. — Y le colgué, estuve unos cuantos minutos más intentando convencer a Choba que no se quedara siempre aquí y que siguiera con sus visitas periódicas, lo conseguí pero dijo que este día se quedaría aquí para ver como estarían las cosas. Además de que me ayudaría en el trabajo de atrapar al maleante.

¿Pertenezco aquí? [Hunter x Hunter] Where stories live. Discover now