Capítulo Trece

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— Gracias por dejar que me quede aquí. — Sorbi los mocos y limpie las lágrimas de mi ojos, me recoste en el regazo del chico. — No pensé que iba a hacer eso...

— Tranquila, supongo que solo quiere protegerte. — Acaricio mi cabeza. — Aunque si fue bastante estricto.

— ¿Enserio no te molesta que este aquí?, Pagaría mi propio hotel pero no tengo dinero... Seguramente papá canceló todas mis tarjetas. — Mire a Leorio y este sonrió.

— Claro que no me molesta, de hecho hasta será lindo no estar solo por un tiempo. Mañana estudiare todo el día para poder presentar mi examen de admisión a la escuela de medicina.

— Rezaré para que entres. — Leorio soltó una leve carcajada y asintió, se levantó del sofá y me camino.

— Iré a dormir, ¿Segura que quieres quedarte en el sofá? — Yo asentí, el arrugo la nariz para después dedicarme una sonrisa. — Okey, si sucede algo despiertame... Aunque no creo que sea necesario ya que abriste las siete puertas de prueba sin ningún esfuerzo, ¿Vienes de otro mundo o que? — Camino a su cuarto y escuche la cama rechinar un poco, espere algunos minutos hasta no escuchar ningún ruido; Leorio ya estaba dormido, solté un largo suspiro.

— Chōba... — Este apareció a mi lado con un videojuego en mano. — Necesitó que me expliques algo.

— ¿Del por que tu padre paso de ser un lindo ancianito a un histérico por tu seguridad?, — Asentí varias veces. — Bueno, es por que, creaste un pasado, el resultado de la herida de bala fue por que no pudo protegerte. Bueno, error de los guardias. — Guardo el videojuego. — En pocas palabras al inventar un altercado donde terminaste con una herida cambio la actitud de varias personas a tu alrededor, no quiero ver como se puso Lilya, aunque no creo que haya cambiado. — Me recargue en su hombro. — Bueno, ¿Ese chico sera el padre de Wunder? — Me enrojeci.

— A... Aun no estoy lista... Chōba, no me preciones.

— Bueno, me iré; cualquier cosa ya sabes que al alcancé de una lágrima. — me entregó una tarjeta. — Espera así no era. Bueno dices mi nombre. — Desapareció. — Miré el techo fijamente, puse mis brazos tapando mis ojos.

Flashback.

— Honey, dame la licencia. — Extendió la mano.

— ¿Que?, No.

— Chicos, es mejor que se retiren. — Unos guardias los rodearon a ellos y a mi. — Si eres tan fuerte podrás con unos simples guardias. — Ay no jodas, estos guardias eran maestros del nen. Mire a los chicos ponerse en pose de batalla y blandir sus armas. Un ataque me llego desde la espalda, salte y lo esquive; no podía dañarlos, eran mis empleados, y la gente que me servia, muchos de ellos tenían familia. — Vamos, ataca, desmuestrame que eres fuerte.

— Papá, no hagas esto... Por favor. — Comencé a lagrimear, los chicos estaban distraídos con los guardas que los intentaban sacar. Solo necesitaba diez segundos para usar mi habilidad nen, escuche como la puerta se cerraba y ya no mire mas a los chicos. Los diez segundos comienzan a partir de ahora.

Me acerque un guardia y lo golpee para que así quedara dormido, uno intento agarrarme pero me deslice bajo sus piernas,  después invoque mi mochila y entre en ella. Aparecí en las espaldas de cada guardia para dejarlos inconscientes, ahora la único que quedaba en pie era yo y papá, los chicos volvieron a entrar. Suspire agotada, mi habilidad gastaba mucha energía.

— ¡Lo ves!, ¡Soy fuerte!, ¿¡Que mas quieres!? — Le grite sintiendo como mi corazón se oprimía.

— Aun no termina la pelea, tienes que noquearme a mi también. — apreté los puños. — Entonces, si no lo harás; dame la licencia. — Saque la licencia de cazador de mis bolsillos.

— Antes de dartela... ¿Por que haces esto? — La volví a guardar.

— Tu madre murió por su estupido trabajo. Quien iba a pensar que el avión en el que estaba iba a explotar. Tu madre iba a ir a unas ruinas, con un tal Ging a restaurarlas, pero jamas llegó a su destino.

— ¿Ging..? — Gon se acercó. — ¿Papá?

— ¿Es hijo de ese bastardo?, Honey, por favor. No quiero que termines igual a ella, por favor, dame la licencia. Eres lo único que tengo, lo único que me recuerda a tu madre, mi tesoro, mi pequeña mielesilla. — Comencé a llorar con fuerza, le di la espalda y comencé a caminar hacia los chicos. — ¿Honey?

— Vámonos. — abrí las puertas y camine a la salida.

— Honey, regresa aquí.  — Escuche la voz firme de mi padre... Espera, el no es mi padre, es el padre de esta niña. Mi padre esta en el otro mundo, pero aun así... ¿Por que mis recuerdos son tan nublados?

Ignore a Papá, y continúe con mi camino, los chicos me seguían sin saber que decir. Al estar a una distancia considerable de la casa, donde se que no me seguirían, comencé a llorar.

— ¿Por que se porto así papá? — Sorbi los mocos mientras limpiaba las lágrimas. — Es tan malo, y me dejo de mal hija frente a ustedes. — Los chicos intentaban que dejara de llorar. — ¿¡Como carajos lo volveré a ver a la cara!?

Después de un rato, me calme, aun quería sollozar por lo que estaba pasando, ¿Entonces era una cazadora arqueológica?, ¿Y CONOCIA A GING?

— Honey... Creó que sabes que preguntare. — Mire a Gon, yo asenti.

— No lo sé Gon, ni siquiera yo tengo esa información... Pero si descubro algo, te mantendré informado. — Revolvi su cabello. — Leorio, ¿Crees que me pueda quedar contigo..? — El asintió, nos despedimos de los chicos mientras yo lo seguía.

— ¿Por que conmigo? — Me cuestiono, estábamos ya en el metro subterráneo.

— Por que los demás estarás muy movidos... Kurapika concentrado en su venganza, Killua y Gon entrenando. Bueno, tu estarás estudiando. Sera solo por un tiempo, haré trabajos de cazadora y me iré.

— Entiendo... — Continuamos en silencio hasta llegar a su casa.

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Saquen sus teorías de la madre de Honey :v.

¿Pertenezco aquí? [Hunter x Hunter] Where stories live. Discover now