11.- Decisiones, decisiones...

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—Y-yo... —Draco se alejó de Harry. Había ido demasiado lejos.

—Draco... yo... debo irme a mi habitación—Harry no sabía que decir cuando el rubio se separó de él.

Aquel beso apenas había sido un roce de sus labios, un beso casto e inocente. Pero un beso, a fin de cuentas. Harry se paró de la cama donde estaba hablando con Draco apenas minutos antes y se fue de ahí hacia su habitación, dejando a Draco sumido en la desesperación. Draco se hundió en la almohada deseando que la tierra se lo tragara en ese instante y pensando si el calamar gigante sería carnívoro.

Draco sabía que sentía algo por Harry. Cuando lo vio en Madame Malkin quería saludarlo y conocerlo, entonces llegó el profesor Severus y tuvo que salir de ahí. A veces su padre era muy irracional.

Luego lo vio en el tren y no dejo de agradecer en silencio a todos los dioses y magos su buena suerte, incluso había hecho otros amigos, aunque su padre no debía saber que eran Weasley, o que una de ellas era nacida de muggles. Con sus horrendas ideas podía sacarlo de Hogwarts si se enteraba.

Todo el año empezó a sentir algo indefinido cuando veía a Harry. Le sudaban las manos, parecía que tuviera mariposas en el estómago y se ruborizaba cuando Harry lo tocaba. Habló con su madre, diciéndole que un amigo suyo tenía un problema y le explico. Su madre le dijo que su "amigo" sentía atracción por aquel otro "amigo", que no tenía nada malo y que hablara con aquel amigo para que tomara valor y le dijera sobre sus sentimientos al otro muchacho.

Hablar, no besar. Pero cuando vio los labios de Harry simplemente no se pudo contener. Había sido sublime. Harry tenía los labios suaves y cálidos, las mariposas que vivían en su estómago revoloteaban como locas y sentía que sus labios y manos cosquilleaban y algo cálido se instaló en su corazón.

Luego Harry huyo hacia su habitación y Draco sintió como si el alma se le cayera al suelo.

Había besado a su amigo, y quizás ahora ya no tendría ningún amigo. Ron era más amigo de Harry que de él al igual que Neville, y ni qué decir de los gemelos. Quizás aún le quedaran Theo y Blaise, a Pansy no la soportaba. Hermione tenía su propio criterio. Draco se permitió sumirse en la autocompasión esa noche.

Harry, por otra parte, estaba en shock. Draco Malfoy lo había besado. Apenas un piquito, pero beso al fin. ¡Y le había gustado! No, no, no, eso estaba mal, ¿o no? Él siempre había pensado que, si Draco hubiera sido solo un poquito más accesible en Hogwarts en vez del forúnculo en el trasero que fue, hubieran podido ser amigos. Fueron "amigos" ya que tenían hijos y habían madurado, y "amigos" a secas. No era como si fuera Hermione o Ron, pero en este tiempo era agradable, tenían cosas en común, incluso se llevaba bien con Blaise y Theo. Vamos, hasta Pansy le parecía agradable igual que Millicent.

Pero había una enorme diferencia entre agradarle a... que le gustara. Esto simplemente no podía ser. Se supone que a él le gustaban las chicas, Cho, Ginny y... uhmm, dos chicas no era mucho récord. Aunque pensándolo bien, estaba esa vez que Bill como que se le insinuó, y luego esa noche de bares con Charlie... Ginny nunca se enteró de esas cosas, incluso de que a veces fantaseaba con Ron cuando empezó a rellenarse intentando entrar en las reservas de los Chudley Cannons cuando renunció a los aurores.

Quizás si era gay, o al menos, le llamaban la atención los hombres. Con Cho lo que le gustaba era que jugaba quidditch y en la misma posición que él. Cuando empezó a fijarse en Ginny, la pelirroja buscaba la posición de Harry, pero quedo como cazadora. Las dos únicas chicas de su vida tenían una característica en común, ambas les gustaba el quidditch, se quedó con Ginny porque lo entendía y no estaba con él por su fama, o al menos eso no era lo único.

Tres Vueltas De ArenaWhere stories live. Discover now