Capítulo 2

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CAPÍTULO 2


    Cerré mis párpados con fuerza. Notaba unos pinchazos dolorosos en las sienes y un malestar general que parecía no querer abandonarme. Los hechos se escurrían entre mis dedos, el recuerdo de mis llantos rompía el silencio de mi mente y la traición y desesperación llenaban cada rincón de mi alma.

    ―Por favor, señorita Blossom, trate de concentrarse ―insistió el señor Martin una vez más.

    Era al menos la tercera vez que interrumpía la sesión por mi dolor de cabeza y el cúmulo de memorias desgarradoras que me impedían pensar. Finalmente, mi madre había coincidido en que lo mejor sería que viera a un psicólogo, a pesar de la mala reputación que eso pudiera acarrearle. Las cosas no se habían calmado en absoluto, sobre todo tras la pérdida de Thornhill. Nuestro nuevo hogar era pequeño y estaba escondido de la mayoría de la población. Casi habría parecido un lugar de ensueño de no ser por los acontecimientos familiares que nos acompañaban. Cheryl y yo nos apoyábamos, aunque en esta ocasión yo era el lastre imposible de soportar. Me preguntaba si el mundo estaría mejor sin mí.

    ―Intento concentrarme ―repliqué tajante.

    ―No lo suficiente ―dijo él―. Está dejando que las imágenes la consuman.

    Respondí con un débil gruñido. La primera sesión estaba resultando un desastre y no conseguía sacar nada bueno de ella. El sentimiento de dolor por Jason continuaba presente, sumándoselo a la traición de mi padre y el incendio de Thornhill. Me costaba entender que mi madre hubiera aceptado que fuera al psicólogo, pero, claro, su reputación no podía estar más por los suelos.

    El señor Martin comprobó la hora y dejó salir un largo suspiro.

    ―Me temo que nuestro tiempo se ha acabado.

    Me levanté rápida como un rayo. Cada minuto que había pasado sentada se había hecho eterno. En seguida tomé mi bolso y me dispuse a marcharme, sin embargo, el hombre me retuvo.

    ―Señorita Blossom, casi parece que usted no desea mejorar. ―Apreté la mandíbula ante sus palabras. ¿Acaso pensaba que me gustaba sufrir?―. Hay un obstáculo que la impide avanzar.

    Esperé por si continuaba hablando, lo que no sucedió. Salí de la consulta con gran velocidad, deseando alejarme de aquel infierno que no me hacía ningún bien. Cuando comprobé el móvil me di cuenta de que tenía dos llamadas perdidas de Archie. Mi primera reacción fue que mi latido acelerara por si le había pasado a Fred, quien ya llevaba unos días bien. No podía evitar preocuparme por cualquier mínimo detalle desde lo de mi padre, a pesar de que sabía que con el tiempo acabaría conmigo. Revisé los mensajes del grupo que tenía con Veronica y Betty. Durante la hora que había pasado con el psicólogo habían comentado lo indignadas que estaban por el posible cierre de Pop's. Y así era, tras el ataque a Fred Andrews nuestro rincón se había convertido en un lugar casi sangriento. Por supuesto que no quería que Pop's desapareciera para siempre de mi vida, en eso coincidía con mis amigas; debíamos hacer algo para salvarlo. Kevin, en cambio, me había enviado una fotografía poniendo caras raras que consiguió hacerme sonreír en aquel día gris.

    Marqué el número de Archie dispuesta a escuchar las novedades. Mientras, mis pasos se dirigían a un punto inexacto de manera inconsciente.

    ―¡Blaze! ―saludó el pelirrojo desde la otra línea con entusiasmo. Me tranquilicé al ver que estaba animado―. ¿Qué tal te ha ido la primera sesión?

    Me mordí el labio. Le podía mentir diciendo que había hecho progresos, pero no tendría sentido. Cualquiera se daría cuenta de que no estaba bien y debía escalar la montaña más empinada para lograr volver a la normalidad. Cada vez que intentaba mejorar, en mis manos se dibujaban las heridas que pintaba la ladera escarpada. Por un paso que avanzaba, retrocedía tres al menos.

BLOODY LOVE ; JUGHEAD JONES [2] ✅Where stories live. Discover now