Capítulo 56

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CAPÍTULO 56

    ―No sabía a dónde ir ―decía Reggie como un crío asustado. El miedo nos convertía en niños de nuevo―. El señor Lodge me dejó colgado.

    ―¿El señor Lodge? ―repetí y me removí en mi asiento.

    Reggie soltó un gruñido antes de frotarse la cara. Cheryl, a mi lado, alzó las cejas.

    ―Estaba trabajando para él en contra de los Serpientes.

    ―¿Te das cuenta de que todas las pruebas apuntan hacia ti? ―comenté.

    ―Ya te he dicho que no he disparado.

    Había decidido creerlo, pero de todas formas prefería estar segura. Confiar en alguien me había jugado muchas malas pasadas. Lo había jurado por Jason...

    ―Chicos, mirad fuera ―avisó mi hermana.

    En el parking de Pop's había más coches de lo normal. De ellos empezaron a salir personas con vestimentas negras y la cara pintada. Algunos incluso tenían bates de béisbol. No tardaron en gritar como locos y reclamar la sangre de Reggie.

    ―Los Serpientes vienen a por mí ―dijo el chico mientras se hundía en su asiento.

    ―No, esos no...

    Una llamada entrante me interrumpió. Al ver el nombre de Jughead atendí enseguida.

    ―¿Jug? ¿Jug, estás bien? ¿Cómo está Fangs?

    ―¿Dónde demonios estás, Blaze?

    Hablamos a la vez. Entre el griterío de fuera era muy difícil escuchar sus palabras.

    ―Estoy en Pop's con Cheryl. ―Omití el detalle de la presencia de Reggie para evitar crear más caos― ¿Dónde estás tú?

    ―En el Wyrm con el resto de Serpientes.

    ―Si tú estás con los Serpientes... ¿quiénes están fuera de Pop's? ―Me asomé más a la ventana y un rostro se me hizo familiar―. Mierda, los Espectros han vuelto.

     La llamada se cortó de repente. Intenté volver a comunicarme con Jughead, pero fue en vano. Estábamos por nuestra cuenta. Cheryl se aferró a mí con nerviosismo, como si yo tuviera las soluciones. No tenía sentido: ni siquiera sabía cómo enfrentarme a algo así. Los ojos de Reggie eran suplicantes; también esperaba algo de mí.

    ―Llamemos al sheriff ―propuse.

     Era el primer paso. Como había dicho en la comisaría, primero había que calmarse. No podíamos actuar si no teníamos la mente fría. Marqué el número de la comisaría una, dos, tres y cuatro veces. Ninguna de ellas recibí una respuesta. Lo intenté una vez más con Jughead y finalmente me di por vencida.

     ―Cheryl, vas a tener que utilizar ese arco.

     Mi hermana asintió con decisión. Busqué a Pop con la mirada, pues quizá tenía alguna pistola escondida. Justo cuando iba a entreabrir mis labios, el cristal de la ventana se hizo añicos. Cheryl chilló, mientras que Reggie y yo tratábamos de cubrirnos con las manos. Nos agachamos debajo de la mesa.

    ―¿Y ahora qué? ―exclamó el muchacho.

    ―¡No lo sé, joder!

    Más cristales se rompieron y los pedazos cayeron a nuestros pies. Estaba al borde de un ataque de nervios. Justo entonces, escuché un disparo. Otro disparo más. Quizá íbamos a morir esta noche. Cheryl y yo nos abrazamos como despedida. Si este era al final, me alegraba que fuera a su lado.

BLOODY LOVE ; JUGHEAD JONES [2] ✅Where stories live. Discover now