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VENUS HENLEY SALIÓ HACIA EL SALÓN DE CLASES

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VENUS HENLEY SALIÓ HACIA EL SALÓN DE CLASES. La chica despertó más tarde de lo usual, dándose cuenta que era lunes por la mañana. Salto fuera de la cama, cambiándose lo más rápido posible. Venus se veía terrible, no había dormido mucho los días anteriores. Después del encuentro casi íntimo con el Profesor Lupin, ella trató de apartarse lo más posible de él. Y olvidar la manera en la que la llevaba a la locura. Extrañaba ver su hermosa sonrisa. Venus evitó ir a sus clases, pero sabia no lo podía esquivar de por vida. 

La bruja abrió la puerta del salón, entrando rápidamente sin olvidar antes, cerrar la puerta detrás ella. Todos lo ojos se posaron en ella, mordió su labio nerviosamente, mientras su cara se tornaba roja de la vergüenza. Camino lentamente hacia su asiento, Margo se reía de su amiga.  

"Señorita Henley, castigada por llegar tarde," Exclamó inexpresivamente Lupin, sin mirarla en ningún momento. 

Venus miró boquiabierta al profesor, sus cejas se alzaron de asombro. "Profesor, yo me quede dormida, lo siento tanto," la rubia trató de disculparse.

"No hay excusas, jovensita," el fruncio el ceño. "Usted debería ser más responsable." Y con ese último comentario, Lupin continuó dando clases. 

Venus se desplomó en su silla, estaba muy confundida. ¿Porque había actuado como un imbécil?  Cuando hace sólo unos días atrás, casi se besan, y ahora actuaba totalmente diferente. 

La bruja Henley espero a que todos los estudiantes se fueran del salón de Artes Oscuras. Margo le dedicó una pequeña sonrisa antes de caminar con los demás estudiantes. 

"Profesor, ¿qué diablos?" Chillo Venus, caminando apresuradamente hacia su escritorio. 

Lupin miró a la rubia, sorprendiendose por el tono de esta. "¡Señorita, su lenguaje!"

Venus rodó sus ojos. "Jodase." Exclamó enojada mientras tomaba sus libros de su escritorio. "¿Porque me castigó? Me disculpe por llegar tarde. Lo se, me quede dormida, no he podido dormir bien estas últimas noches."

Lupin curiosamente levantó una ceja. "¿Y se puede saber porque, si puedo preguntar?" 

Venus giró su cabeza hacia el profesor. "Sólo estuve estresada. El punto es, no hice nada malo. ¿Esto es por lo que pasó?"

Lupin se levantó de su asiento —era tan alto que intimidaba a la pequeña bruja. "Si mencionas lo que paso, te castigare por una semana," el profesor la miró con burla.

Venus sonrió enormemente. "¿Oh, en serio? ¿Y le parece que me importa? Dígame, ¿Que sintió cuando puso sus manos en mis mejillas?" Escupió la bruja.

VENUS Y LA LUNA ➹ PROFESOR REMUS LUPINNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ