Serendipia ━ Barry Allen ✓

8. Hurricane

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❛ Falling slow, falling slow
in the pouring rain ❜
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Ambos permanecen quietos por un momento, atrapados en la mirada del otro. Están solos, Hal se había llevado a ambas niñas y se alejó del lugar para darles privacidad.

Finalmente, April reúne el valor para enfrentarlo.

—¿Valió la pena? —Le pregunta a Barry—. Todo esto, ¿vale la pena?

Barry permanece callado, observándola. Y April quiere sacudirlo, gritarle, dejarlo inconsciente. Por fin ha entendido las magnitudes de lo que hizo Barry, de lo que implica para ellos. Ella quiere gritarle que él no es todopoderoso, que no es Dios para hacer que el mundo se ajuste a su voluntad. Pero a la vez quiere agradecerle, porque de no haber hecho lo que hizo probablemente nunca se hubieran conocido.

Todo lo que ella quiere es que se quede. Que se quede con ella, aun si tiene que dejar que el mundo arda a su alrededor, aun si tiene a alguien más en la otra realidad. Solo quiere olvidar todo esto y volver a Central City y a su rutina de cenar con Nora y Henry todos los domingos por la noche, que ambos vean series tontas en Netflix.

Esto no es tan difícil, Barry, vamos.

Odia ver esa mirada torturada en su rostro, esa angustia de tener que elegir una familia sobre la otra, pero tiene que enfrentarlo.

—No lo sé, no sé —dice por fin, miserablemente—. Permití que otras personas paguen el precio de mi felicidad, pensé que, si mis padres volvían, todo estaría bien. Y entonces no solo los recupere a ellos, gane algo más. A ti. Pero...

—¿Pero? ¡Yo soy tu hogar! —Grita April, la voz impregnada de dolor—. ¡Esta es tu casa, conmigo, con Henry y Nora! Este siempre ha sido tu hogar, Barry, ¿cómo puedes siquiera dudar? ¿Qué planeabas hacer? Este es el mundo en el que estoy, en el que estás, y Barry yo... yo no puedo perderte.

Las lágrimas corren descontroladamente por los ojos de ambos. April está cansada, por lo que no pelea cuando Barry cruza la distancia entre ellos, la acerca y entierra su cara en su cabello. Ella suspira y se estremece contra él.

—Nunca, nunca viajes en el tiempo de nuevo —ordena April—. O yo-yo no sé lo que haré, pero te juro que encontraré la manera de que pagues Bartholomew. Tal vez destroce ese traje rojo tan bonito.

Barry emboza una pequeña sonrisa, sabiendo que cumplirá esa promesa. —No lo haré —dice—, lo prometo. ¿Crees que le dejaría el camino libre a Jordan?

April hunde sus uñas en su camisa, jalando a su esposo aún más cerca. Ella quiere marcarlo, pasarle las uñas por la piel, ponerle los dientes en la clavícula, reclamarlo, declararlo como suyo, por más salvaje que parezca. Él es su Barry Allen, y nadie puede alejarlo de ella.

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Por desgracia nada dura para siempre, y Barry ya debería haber aprendido esa lección.

Solo habían transcurrido tres semanas desde su reconciliación con April y su regreso a Central City. Barry se encontraba esperando en Jitters cuando la vio. Verla en persona no se comparaba a verla a través de su televisor. Su rostro inevitablemente se iluminó cuando vio que ella estaba de pie ordenando un café, alguien la acompañaba. No podía distinguir quién era, pero estaba tan feliz de que fuera Iris. Su Iris.

Se movió rápidamente a través de la multitud hasta que se detuvo detrás de ella esperando que la morena se diera vuelta.

—¡Iris! —Sonrió. Tirando de ella para abrazarla.

Pero Iris West permaneció tensa mientras lo apartaba.

—Umm, lo siento, ¿te conozco? —preguntó, confundida.

—De toda la vida —susurro Barry, demasiado bajo para que la reportera lo escuchara, pero lo hizo.

Iris miró a su acompañante en busca de ayuda, pero él estaba por salir del lugar.

—Me temo que estas equivocado. No te recuerdo.

—Eres Iris West, ¿verdad? Trabajas en CCPN como reportera. Tu padre es Joe West, y el nombre de tu hermano es Wally —preguntó.

Iris dio un paso atrás, asustada. —S-sí —tartamudeó—, ¿cómo sabes todo eso cuando ni siquiera sé tu nombre?

—Soy Barry —Él tomó su mano en la suya y la atrajo hacia sí pero Iris le apartó la mano con un brusco movimiento.

—Mira 'Barry' No sé quién eres. Lo siento, pero estás equivocado. Espero que encuentres a quien buscas —dijo mientras se alejaba y salía del establecimiento. Barry se quedó allí en estado de shock.

—Así que es ella, es muy bonita —susurró una voz a sus espaldas.

Era April y lo había visto todo.