Titanic |Jack Dawson|[Terminada]

.05| Una Mejor Fiesta|

   Luego de dejar a Jack solo, caminé con tranquilidad en uno de los pasillos de la  cubierta. Aún no quería volver al camarote con mamá ni con Daniel, tenía tantas ganas de volver con Jack era tan diferente a pesar de que fuera grosero, no lo se habia algo en el que ne tenia loca. En fin, me apoyé del barandal para tomar aire y disfrutar del atardecer, estaba tan metida en mis pensamientos de todo lo ocurrido hasta que esa voz angelical hiso que saliera de ellos.

–¿No que no te hibas?–susurró Jack a mis espaldas haciendo que sobre saltara un poco.

–Am....no tengo porque darte explicaciones–dije evitando su mirada–Además quería tomar un poco de aire–dije dando un suspiro y luego me tomé el valor de mirarlo y fue ahí cuando lo vi escupir fue asqueroso.–Que asqueroso.–dije haciendo una mueca luego.

–¿Qué nunca has visto a alguien escupir?–dijo Jack mirandome mientras alzaba una ceja.

–No de esa forma–dije aún con una mueca de asco.

–Bien, te enseñaré–dijo Jack divertido.

–¿Qué? No voy a hacer eso–negué con la cabeza.

–No todo el tiempo tienes que ser educada, anda te mostraré–dijo sonriente lo miré a los ojos y su rostro me causó un poco de gracia–Tienes que inpulsarte y escupe–dijo para luego escupir lejos–Anda intentalo.

–No haré eso–dije con una mueca.

–Anda intentalo escupe–dijo Jack animandome. Así que tomé la valentia tomé un impulso y escupí.

–¿Así es como escupes?–preguntó Jack en una carcajada–Anda debes escupir como hombre solo debes tomar un impulso así y....escupe–dijo Jack mientras escupia–Wow viste el alcanze de ese, vamos intentalo de nuevo–lo miré divertida y lo volví a hacer. Jack iba a escupir nuevamente hasta que apareció mi madre mientras aclaraba la voz un poco molesta ambos nos giramos y miré a mi madre alarmada.

—Madre–dije apenas en un susurro–Madre, el ....el es Jack, Jack Dawson –dije presentandole a Jack–Jack, ella es mi madre Ruth.

–Encantada señora DeWitt–dijo Jack limpiando su barbilla ya que tenia algo de saliva.

–Maddison, creo que es hora de que vuelvas a tu camarote la cena será en media hora–dijo mi madre mirandome seriamente. Miré a Jack apenada.

–Te veo en la cena, Jack—lo miré apenada me giré y luego fui con mi madre al camarote. Me dí una ducha en cuanto salí mi madre me ayudó con el vestido se notaba muy enojada ya que me apretaba el vestido.

–¿Qué crees que estas haciendo, Maddison?–preguntó mamá enojada–¿A caso quieres poner en riesgo tu matrimonio? ¿Quiéres verme aun como costurera? ¿Quiéres colocar nuestras cosas en venta, eso quiéres?–dijo mi madre con la voz entre cortada.

–No madre, Jack es solo un amigo–dije mirandola mientras suspiraba odiaba esta vida queria ser como Jack que no le importa nada.

–Un amigo de mala influencia te prohibo estar con ese hombre Maddison–dijo mi madre enojada solo me limité a soltar un fuerte y sonoro y pesado suspiro. Luego de arreglarnos Daniel pasó por ambas llegamos al restaurante y todos comenzaron a llegar a la mesa. Asi que no dudamos en sentarnos y hay estaba el muy bien vestido estaba muy guapo pero me gusta más ese Jack humilde. Ví como mi madre comenzó a ridiculizarlo en frente de todos. Dios quería golpearla.

–Hablenos de la tercera clase señor Dawson, dicen que es muy cómoda en este barco–dijo mi madre burlona la miré para luego ganarse una mirada fulminante de mi parte.

–Lo mejor que e visto madam–dijo Jack sonriente–Casi no hay ratas–eso le provocó una gran carcajada a todos hasta que Daniel decidió hablar.

–El señor Dawson, de tercera clase, nos acompaña, a noche le hiso de muy buena ayuda a mi prometida–dijo Daniel mientras acariciaba mi mano pero no dudé en apartarla.

–Resulta que el señor Dawson es un gran artista fue muy amable al mostrarme parte de su obra hoy–dije mientras miraba a Jack fijamente a los ojos.

–Maddison y yo diferimos de nuestra apreciación del arte , sin menos presiar su obra, señor–dijo Daniel mirando a Jack. Luego comenzaron a apreciar lo maravilloso que era el barco.

–Conoce cada tornillo ¿verdad Thomas?–

–Así es–dijo Thomas sonriente.

–Su barco es una maravilla señor Andrew–dije mirandolo sonriente la verdad este barco era grandioso.

–Gracias, Maddison–dijo Andrew sonriente. Luego vi como el mesero se hacercó a Jack para ofrecerle Cavier.

–¿Cómo desea el cavier señor?–

–No quiero cavier gracias, nunca me
gustó mucho–dijo Jack haciendo una mueca la cual me causo algo de gracia.

–¿Y dónde vive exactamente señor Dawson?-preguntó mi madre muy curiosa.

–Bueno, por ahora mi domisilio esta aquí en el Titanic–dijo Jack tranquilamente.–Ya Dios nos dirá después.

–¿Y cómo optiene medios para viajar?– preguntó mi madre.

–Trabajo en cada lugar al que voy, ya sabes, cosas aventuales y eso pero gané mi pasaje en el Titanic en un afortunado juego de pocker, muy afortunado-dijo Jack tranquilamente  lo miré sorprendida y muy curiosa.

–La vida es un juego de azar–dijo Lovejoy mirandonos a todos. Luego de todos tener una charla los hombres de la mesa comenzaron a levatarse incluyendo a Jack.

–Maddison, ¿te acompaño a tu camarote?–preguntó Daniel mientras colocaba su mano en mi hombro.

–No yo me quedo–dije mirandolo tranquila.

—¿Nos acompañas Dawson? Bueno no querrás quedarte con las mujeres–dijo Longjoy riendo un poco.

–No, me tengo que retirar–dijo Jack educadamente.

–Será lo mejor se habla de negocios, política y eso–dijo Daniel seriamente.–No te interesa, y señor Dawson gracias por venir–me giré para ver a Jack un poco mejor.

–Jack, ¿ya debes irte?–lo miré un poco desanimada.

–Es tiempo de regresar con los otros esclavos–dijo Jack de forma divertida.–Que descances, Maddison–dijo tomando mi mano para luego besarla pero sentí que habia algo en ella y era un pedazo de papel. En cuanto levanté la miranda para verlo a el ya se habia hido asi que disimuladamente abrí el pequeño papel doblado y leí la nota que decia...." Te veo en las escaleras a las ocho en punto" miré la nota y levanté rápido la mirada me tomé la valentía de girarme y mirar a mi madre.

–Madre, si me disculpa iré a mi camarote estoy un poco cansada–dije haciendo una mueca para que me creyera así que me creyó.

–¿Te acompaño?–preguntó muy seria.

–No madre, no hace falta puedes seguir aqui–dije levantandome de la silla y me retiré poco a poco al salir del restaurante caminé lo más rápido posible y al llegar a las escaleras allí estaba el de espaldas–¿Jack?–lo llamé y este se giró sonriente para luego decirme...

–¿Quiéres ir a una mejor fiesta?—

Gracias por leer!