Investigando Al Amor [PAUSADA]

03- ¡Idiota cobarde!

-¡Dylan! -llamó una voz desconocida a mi espalda, aguda como la de una mujer.

Tal vez sea para alguien más.

-¡Dylan! -gritó de nuevo la misma voz.

Me detengo unos segundos al escucharla por segunda vez, pensando que pueda ser a mí a quien están llamando pero vuelvo a avanzar cuando no pasa nada.

-¡Dylan!

Exasperada, me detengo y doy media vuelta mirando a la dueña de aquella molesta voz. A unos cuantos metros de distancia, una chica alta, delgada y de esbelta figura, con un largo cabello ondulado negro, ojos marrones y piel clara, caminaba apresurada en sus tacones de aproximadamente 5 centímetros.

-¡¿Qué quieres?! -reclamo fastidiada.

-Dylan... -repitió por cuarta vez, mi pie sube y baja golpeando el suelo, exasperada.

-Si, ya sé, es mi nombre, ahora dime ¿que quieres? -pregunto borde cruzando mis brazos por encima de mi pecho.

-Dyl... -calló al ver mi ceño fruncido por la molesta-, vengo a pedirte ayuda -respondió al fin con algo más que no fue mi nombre.

—¿Y por qué debería ayudarte? Ni siquiera te conozco, lo que me lleva a lo siguiente, ¿cómo sabes mi nombre?

-Me presento, soy Taylor Brooks, capitana de las animadoras, y sé tu nombre porque todos los capitanes o líderes de clubs reciben un pequeño expediente de cada alumno nuevo.

—De acuerdo, ahora contesta lo primero.

—Leí en tu expediente que en la secundaria eras la jefa del periódico escolar, lo cual te daba créditos extra, además de que muchos alumnos te pedían que investigaras sobre la persona que les atraía —asiento y ella continua—. También que eras la mejor investigadora...

—Soy —corrijo—. Soy de las mejores investigadoras.

—Te llevarás bien con Eleonor, eso es seguro —murmura conmigo enarcando una ceja—. El punto, es que me preguntaba si podrías investigar a Alex Stoumen para mí.

—¿Qué? —pregunto con el tono de voz más calmado y tranquilo que pude hacer.

De todos los chicos que pudo pedirme investigar, ¿tuvo que ser él? ¡¿En serio?! ¿Qué acaso no se dan cuenta que nuestra relación es mala? Y miren que eso es poco.

—Que si puedes investigar todo de él.

—No —me niego y sigo mi camino.

En pocos segundos ya estaba frente a mí, impidiendo que pudiera avanzar.

—Por favor —rogó.

—He dicho no.

Al terminar, me apresuro en llegar a mi aula, iba demasiado tarde. Después de mi segunda negación, la oí gruñir y a sus tacones caminar al lado contrario.